jueves, 6 de agosto de 2009

Filtros y filtrados

No hay duda que hay un aparato, cabeza, organización, institución o ‘voluntarios’ con una mentalidad perversa para forjar una situación adversa al proceso político, autónomo y auténtico, del Ecuador, con base en las filtraciones, gota a gota, de información, documentos y supuestas pistas para forjar una sola hipótesis: las FARC son aliadas de la Revolución Ciudadana. En otras palabras: ¿son lo mismo y por tanto ninguna de las dos merecen estar en la realidad y hay que anularlas, desaparecerlas, aniquilarlas?
Incluso, en el ‘mundillo’ periodístico y de los infiltrados, espías, agentes, ex miembros de inteligencia era ‘vox populi’, hace seis meses, que ‘alguien’ vendía los diarios de Reyes. Unos decían que en un millón, otros que en cien mil dólares. A la vez que desde Colombia se demandaba información a la Fiscalía ecuatoriana y ésta enviaba todo, mientras desde Bogotá no se envía hasta ahora un solo documento para nutrir el proceso sobre Angostura. ¿O nuestra Fiscalía es muy gentil y generosa o la de Colombia trabaja para obstaculizar toda investigación (y por ende castigo) sobre la violación a la soberanía nacional en Angostura?
¿Y qué decir de los ex agentes de inteligencia y esos dobles agentes que aparecen por todas partes? La Comisión de la Verdad tiene suficiente documentación sobre lo que hicieron algunos supuestos subversivos en la época de LFC (vender información) y cómo actuaban las inteligencias de la Policía y FFAA. ¿Eso habrá cambiado ahora? ¿Los oficiales Mario Pazmiño y Manuel Silva son de una mentalidad al servicio de una revolución socialista o son de aquella formada en los Estados Unidos en la Doctrina de la Seguridad Nacional que husmeaba todo y aniquilaba todo brote de subversión, con base en la tortura, la prisión y el ajusticiamiento? ¿No es suficiente para entender qué está pasando todo el espacio que reciben esos dos ex oficiales en los medios de comunicación filtrando información (o sea documentos que ellos poseen cuando ya no están en el servicio activo) de carácter reservado, haciendo uso de ella como patrimonio personal? ¿No basta ver cómo los aborda y trata ese entrevistador del ‘lindo canal’ para saber que no hay nada inocente en el uno ni en el otro cuando ‘analizan’ la situación del país?
Lo cierto es que esto de filtros, filtrados y todo lo que compete al mundo del espionaje solo revela la situación que vivimos: una alta polarización ideológica, como en lo mejores tiempos de la guerra fría. Por eso, para unos la realidad es verde, para otros roja, aunque tengan los mismos datos, en el mismo escenario y con los mismos personajes. Y eso no es malo de por sí. Lo grave es que de un lado hay una actitud antidemocrática al no aceptar la voluntad popular ratificada en siete elecciones consecutivas. Aquí ni hubo lucha armada, ni asalto al poder y mucho menos derrocamientos ilegales. Todo lo contrario. Pero a esos sectores (de derecha y de espionaje al estilo gringo) no les agrada y hacen todo para neutralizar o aniquilar este proceso, para lo cual se valen de abogados, editorialistas, periodistas, jefes de redacción, entrevistadores, analistas y ex oficiales.

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