tag:blogger.com,1999:blog-65251778247814519782024-03-21T13:52:03.324-07:00Orlando PérezPeriodismo, sensibilidad, memoria y pensamiento para una nueva épocaOrlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.comBlogger29125tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-17330850243092052772015-08-05T18:13:00.000-07:002015-08-05T18:13:04.365-07:00"Francisco entiende muy bien el camino a seguir"ENTREVISTA AL RAFAEL CORREA DELGADO, PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR
El Jefe de Estado reflexiona sobre el rol de la Iglesia católica al mando del Papa que hoy arriba a Ecuador. Además, comenta sobre las posturas del Pontífice respecto a los divorciados, la mujer y las personas con diversa orientación sexual.
Orlando Pérez / Director
<b>¿Qué significado político tiene para esta época la figura del Papa, de un Papa argentino y latinoamericano?</b>
Bueno, no alcanzamos a comprender lo grande y bueno de la noticia, de lo que significa que por primera vez en la historia, una historia de 2.000 años, hay un Papa latinoamericano. Eso es una piedra fundamental en la historia del catolicismo. Y es un huracán, no solo un viento fresco, un viento fresco muy fuerte. El huracán se puede entender como algo dañino. Un viento muy fuerte para la propia Iglesia y para toda la región. Yo creo que es un gran mensaje, un signo de los tiempos, un gran mensaje para América Latina y para el mundo entero de que las cosas a nivel de iglesia están cambiando, de que la Iglesia vuelve a sus raíces, preocuparse por los más pobres, por los excluidos, buscar la justicia como era la Iglesia comprometida de los años 60 e inicios de los 70, aquí en nuestra América. Lo dijo el Papa, apenas fue nombrado: "Quiero una Iglesia más pobre y para los pobres".
<b>¿Es un cambio o un síntoma de cambio de época la presencia de este Papa? ¿Cómo se inscribe la historia de América Latina en la designación?</b>
Sin lugar a duda, histórico. Y lo insisto: es un viento fresco para toda la región, más aún con el mensaje que ha llevado Francisco. El mismo nombramiento del Papa ya es un mensaje de que la Iglesia está viendo a la región más cristiana del mundo. Las cosas están cambiando, hay una apertura.
<b>¿Qué opina que tengamos en este momento dos papas?</b>
También es un hecho prácticamente sin precedentes, un gesto muy importante de Benedicto XVI cuando, ya cansado, hizo muchas cosas. Se lo critica mucho, pero hay que analizar bien los hechos y los dichos de Benedicto, por ejemplo, la lucha por mayor transparencia del Vaticano. Además, cuando vio que sus fuerzas no le daban, fue un gesto de gran humanidad y de gran honestidad hacerse a un lado y dar el paso a una figura más joven.
<b>¿Cómo entendemos que el Papa haya señalado en 2 o 3 entrevistas que posiblemente su papado sería corto?</b>
Benedicto volvió a un sendero que se concebía impensable hasta hace pocos años: un Papa que se retire. Porque se era Papa hasta la muerte, esa era la tradición. No tenía que ser así, pero esa era la tradición. Entonces abrió ese camino. El papa Francisco no está excluyendo esa opción. Creo que una opción muy honesta, transparente y muy pragmática. Cuando ya las fuerzas de un Papa no dan para luchar contra todo lo que tiene que enfrentar. Con todo respeto -yo soy católico- lo que sí tiene que hacer la Iglesia católica es una muy dura autocrítica, combatir excesos que ha habido deformaciones, etc. Cuando no se tiene esa fuerza, una actitud muy honesta es hacerse a un lado.
El papa Francisco, siguiendo el ejemplo de Benedicto, no está excluyendo esa opción.
<b>¿Cómo mira usted desde Ecuador, en calidad de Presidente católico, que un jesuita sea el Papa?</b>
Son hechos históricos: el primer Papa latinoamericano toma el nombre Francisco, el santo de la pobreza. Bueno, la preparación de los jesuitas es enorme, entonces, la preparación del papa Francisco es extraordinaria. Los hechos y los dichos de Francisco en estos dos años de pontificado han sido de mucho compromiso social, con esa solvencia que tiene la formación jesuita. Entonces yo creo que son, insisto, signos de los tiempos: Papa jesuita, Papa latinoamericano, un mensaje muy claro de sencillez, de una Iglesia pobre para los pobres.
<b>Presidente, usted se encontró con el papa Francisco en tres ocasiones ¿Cómo lo sintió? ¿Cómo vivió esa experiencia? ¿Sobre qué conversaron?</b>
Bueno, para mí fue algo realmente abrumador. ¿Cuándo iba a pensar yo, de joven, de adolescente, que iba a poder reunirme tres veces con un Papa, hablar en el mismo idioma, hablar de cosas comunes? El papa Francisco conoce muy bien el Ecuador como superior jesuita. Allá en Argentina visitó a sus novicios que venían acá a prepararse en Ecuador. Tenemos amigos comunes entre los jesuitas. ¿Cuándo yo me iba a imaginar algo así? Entonces, para mí es realmente algo abrumador. Yo siempre me quedo sin palabras cuando estoy frente al papa Francisco, pero han sido encuentros muy profundos. Es un hombre extremadamente sencillo, que conoce muy bien la realidad de América Latina, de Ecuador, de la Iglesia.
Qué bueno, con todo el respeto -¿quién soy yo para decir estas cosas- pero él entiende muy bien lo que hay que hacer, el camino a seguir. Entonces los encuentros a mí me han llenado de esperanza. Lo último, obviamente, fue sobre su visita al Ecuador.
La primera vez que lo vi fue precisamente cuando asumió el Pontificado, luego tuvimos una audiencia y ahí hablamos más de cosas de Ecuador, de la situación del país, lo invitamos a que nos visite y la última audiencia fue para ya afinar detalles sobre su venida al Ecuador.
<b>¿Y de qué hablaron ahí?</b>
Bueno, él conoce muy bien la realidad del Ecuador y que ha de darnos ánimos porque él sabe también todo lo que estamos haciendo en nuestros países. Por ejemplo, él admira mucho, aprecia mucho a Evo Morales, presidente indígena, todo lo que está haciendo en Bolivia, y muchas veces la acción de esos gobiernos progresistas no es bien entendida por cierta parte de la Iglesia, pero él conoce muy bien esa realidad, esa situación.
¿Qué destaca en este momento de ese encuentro? ¿Lo pondría en la misma dimesión del que tuvo con Fidel Castro?
(Risas) Cuando conocí a Fidel Castro, ya hace algunos años, me parecía hablar con esos viejos jesuitas sabios porque Fidel también es una persona que transmite una sabiduría, una experiencia enorme, una profundidad como ser humano muy grande, pero obviamente son dos situaciones diferentes.
Son dos personajes históricos. Y los dos muy sencillos también. Muy profundos porque también Fidel Castro de alguna manera incursionó en la religión… Al Papa en la última visita le hicimos una broma. Le presentamos al Canciller (Ricardo Patiño), que es ateo, pero admira mucho al Papa, y Alexis (Mera) dijo: "Pero si él es ateo". Y el Papa respondió: "Hay muchas formas de rezar, hay muchas formas de creer". Yo creo que lo mismo se aplica a Fidel Castro: hay muchas formas de rezar y muchas formas de creer.
En el contexto de lo que está hablando, ¿cuál es el rasgo humano que destaca? De los encuentros, de lo que ha leído de él. ¿Cuál es el rasgo?
La sencillez. Mire que rechazó utilizar esas cruces de metales preciosos, utiliza una cruz que, creo, es de hojalata; vestimenta muy sencilla. Usted ve en él a una persona muy sencilla, una persona profundamente humana.
Frente a eso, ¿por qué cree que escogió a Ecuador para la primera visita en América Latina?
Buena pregunta. No soy yo el que tiene la respuesta, pero probablemente una de las respuestas es porque, tradicionalmente, los tres países de menor desarrollo relativo de Sudamérica han sido, en su orden, Bolivia, Ecuador y Paraguay.
En esa misma pregunta, ¿por qué entonces?
Para dar una señal de que siempre va estar con los más pobres. Además de que él dice que no le gusta viajar, que él es muy apegado a su hábitat. No se mueve mucho, dice. Y hacer este esfuerzo de hacer un viaje a tres países es significativo. Por eso no se imagina la inmensa alegría y gratitud que siento hacia el Santo Padre.
La primera frase que escuchó Francisco en el instante de ser nombrado Papa fue del cardenal Hummes, que le dijo, textualmente: "No te olvides de los pobres". Y ahí mismo escogió el nombre de Francisco. ¿Cómo interpreta este acto simbólico, esta situación tan particular?
Mire, al Papa se lo conocerá como el Papa de la sencillez, porque también cuando aceptó su nombramiento -él lo contó- dijo: "Soy pecador, pero acepto". Y aunque esas cosas son medio secretas, se sabe que cuando se nombró al cardenal Joseph Ratzinger como Benedicto XVI, él era uno de los candidatos y retiró su candidatura, en una muestra de gran humildad. No es que ellos se proponen como candidatos, sus compañeros cardenalicios lo propusieron y él rechazó esa propuesta.
Entonces, creo que será conocido como el Papa de la sencillez de la humildad. El nombre es emblemático, el primer Papa llamado Francisco, siendo jesuita, escoge el nombre Francisco. El santo de los pobres, pobreza franciscana. Además de sencillez tiene buen sentido del humor. Él mismo, que es argentino, me contó un chiste: Cuando se designó un papa argentino, todo el mundo creyó que se iba a llamar Jesús II. Y se puso el nombre Francisco. (Risas)
¿La decisión de hacer la misa campal en Samanes quizás se liga a lo que dice el propio Francisco?: "La Iglesia es la casa de todos, no es una capillita en la que cabe un grupito de personas selectas".
Mire, yo estoy seguro que el papa Francisco ni sabe cómo es el Santuario de la Misericordia, tal vez le llegó mal la información y se entusiasmó con el Santuario de la Divina Misericordia porque es el Año de la Misericordia, pero en ese terreno era imposible tener una misa masiva, era imposible garantizar seguridad. Entonces, cuando supo que el número de personas se tenía que restringir y supo que había la alternativa del Parque Samanes, donde ya habíamos conversado por medio del Canciller para que al menos recorriera ese parque con centenas de miles de personas y diera su bendición a los presentes, etc., cambió el lugar de la misa. Entonces, yo creo que, básicamente, fue un problema de información.
No era lógico que se haga en un sitio tan pequeño considerando que la comunidad católica de la costa es muy numerosa.
Por supuesto. Mire, a mí me pasó muchas veces como Presidente, imagínese el nivel de Papa. A uno le hacen decir muchas cosas, le llega cierta información y uno dice, bueno, pero en la práctica es imposible y estamos complicando la vida a un cantón, a un alcalde, etc. Entonces, cuando llega la correcta información, uno toma mejores decisiones.
Probablemente al Papa le propusieron el Santuario de la Misericordia, pero no le dijeron que había desniveles de 14 metros, colinas, que no era una explanada, etc. Cuando supo que el número de personas debería ser muy restringido, en seguida optó por los Samanes.
¿Qué es para el pueblo ecuatoriano la visita del Papa?
Un mensaje de esperanza, unidad, fraternidad y compromiso. Como siempre digo: América Latina es el continente más cristiano del mundo, pero el más desigual. Si el signo cristiano es compartir el pan, la justicia, la equidad, la igualdad, entonces que esto también nos lleve a reflexionar nuestra condición de cristianos, pues para los creyentes y para los no creyentes es un compromiso moral también porque la desigualdad en América Latina es inmoral. La excesiva acumulación de la riqueza es injusta por donde se la vea, y la Iglesia, en los últimos años, pasó de esa Iglesia tan comprometida después de la Teoría de la Liberación a una Iglesia que se centraba en lo moral. Dejó la cuestión social para centrarse -es ineludible- más bien en lo moral, pero dadas las desigualdades en América Latina, la primera cuestión moral sigue siendo la cuestión social. Entonces, creo que esto va a ser una gran oportunidad, y más aún con el mensaje del Papa para reflexionar sobre aquello de que estamos en el continente más cristiano del mundo, pero más desigual del mundo al mismo tiempo. Algo no calza.
Usted es un hombre religioso, muy católico y al mismo tiempo de izquierda, lo que en otros tiempos pudo ser considerado una contradicción ideológica.
Más que religioso, soy creyente. Trato de ser católico, pero no me creo ejemplo de absolutamente nada. Precisamente ahí viene gran parte de mi compromiso. Lea la historia social de la Iglesia, son documentos extraordinarios; lea los documentos de Medellín, las denuncias que hacía; lea los mensajes de Pablo VI para poner el progreso, el desarrollo es el nuevo nombre de la paz.
¿Cómo conjuga ese catolicismo con el izquierdismo?
¿Pero dónde está la incompatibilidad?
¿Cómo funciona en usted?
Precisamente del propio Evangelio, de los propios documentos de la Iglesia, de la justicia extrema del cielo. De la propia doctrina social de la Iglesia es que se nutre mi posición de izquierda. Recuerde también que hay una izquierda cristiana. De hecho, creo que uno de los grandes errores de la izquierda infantil es ser anticlerical porque cuánto aportó la Iglesia para la justicia social, sobre todo en los sesenta, en los setenta; cuántos mártires acabamos de beatificar, la Iglesia acaba de beatificar a monseñor Óscar Arnulfo Romero. ¡Imagínese! Aquí en Ecuador, monseñor Leonidas Proaño; desde la Iglesia comprometida con los más pobres, cuánto mensaje progresista de justicia social ha habido, pero hay una izquierda infantil que cree que ser de izquierda es ser anticlerical o poner énfasis en cuestiones morales de vanguardia muy discutibles, como el matrimonio gay o el aborto, cuando hay tantas urgencias que pasan mucho antes, tan evidentes y que afectan a muchísimas más personas. Por ejemplo, hay grandes injusticias, la supremacía del capital sobre el trabajo humano, la explotación laboral, etc.
Quizás esta frase no la haya escuchado de Francisco, pero él la dijo hace algún tiempo: "La bandera de la pobreza es evangélica. La robaron los marxistas porque nosotros no la usábamos. La teníamos en el museo, vinieron, la robaron, la usaron ellos".
Bueno, yo creo que todo el mundo tiene derecho a tener la bandera de la pobreza de forma auténtica.
Pero ahí hay una autocrítica de la Iglesia.
Por supuesto, la Iglesia se alejó de los pobres. Insisto, sin lugar a dudas, se centró más en los ritos, en lo moral, cuestiones morales muy discutibles que si reconocer el matrimonio homosexual, si no, que el aborto en caso de violación, etc., pero la clamorosa injusticia de un continente que tiene para alimentar a todos, para eliminar completamente la pobreza con lo que tenemos ahora. Y sin embargo, aquí usted tiene más pobres que en los sectores más pobres de África, del Sudeste Asiático; y ricos más ricos que en Suiza. Son cosas demasiado evidentes, demasiado urgentes, demasiado clamorosas, deberían pasar en primer lugar y la Iglesia perdió fuerza en la denuncia de estas injusticias.
Por eso el nombramiento de un papa Francisco tiene tanta connotación, porque viene del continente más desigual del mundo.
Pero también Francisco ha dicho: "La política es una de las formas más elevadas del amor, de la caridad". Esto parece muy significativo, ¿le resulta romántica esta declaración, dada su experiencia política de estos ocho años?
Pero en absoluto, eso lo dicen los documentos de la Iglesia. Todo cristiano debe ser político. Nos dice que no hay que ser político-partidistas, pero política en su acepción de bien público, en su sentido etimológico, la polis, la ciudad; preocuparse por los problemas comunes. Por supuesto que un cristiano tiene que ser político en el sentido de que tiene que estar permanentemente preocupado de los problemas comunes.
Y usted es un político así, cristiano…
Ya le digo, yo no me creo ejemplo de absolutamente nada ni para absolutamente nadie, pero nosotros practicamos la política para servir precisamente por esa preocupación por los demás y el poder como instrumento de servicio, pero también es una ingenuidad criticar al poder, satanizarlo. ¿Cómo usted cambia estructuras tan injustas en América Latina sin el poder político?
Ah no, que la caridad... Siempre habrá lugar para la caridad que viene de caritas, del latín amor, siempre habrá lugar para solidaridad, pero eso no va a solucionar las fuentes de la pobreza socioeconómica de América Latina, que son las injustas estructuras, y eso solo se cambiará a través de procesos políticos.
¿Qué hacía o dónde estaba hace 30 años cuando vino Juan Pablo II?
Bueno, era estudiante universitario, era dirigente universitario en esa época, 1985. Me parece que era presidente de la Asociación Escuela de Economía o ya era presidente de la Federación, no recuerdo exactamente. Tal vez presidente de la Federación de la Católica.
Un año complicado
Febres-Cordero, terrible; y Nebot de Gobernador. Y nosotros teníamos que luchar contra las listas en la universidad auspiciadas por el Gobierno. Tenían los colores amarillo y rojo, socialcristianos; y yo tenía el color verde de Alianza PAIS ya en esa época, y mi movimiento se llamaba Alianza. Nos agredían, nos amenazaban; una vez hasta dispararon, etc. Y ahora son los grandes humanistas.
Mucha gente ha querido comparar la visita diciendo que se vive en las mismas circunstancias: represión, persecución. ¿No le parece una exageración?
Es una exageración, una locura, pues, por Dios. Ahora sí se sanciona de acuerdo a la ley. Con trabajo comunitario a un joven malcriado, atentado a los derechos humanos. Cuando desaparecían los jóvenes, los torturaban antes de desaparecerlos, ¿ahí qué era? O sea, ya basta.
Quedan en ridículo ante tantas exageraciones, distorsiones de tantas falsedades. Ahora que el país está dividido porque unas cuantas oligarquías que están perdiendo su poder están contra el Gobierno. Y cuando en el 99 produjeron 2 millones de migrantes en tan pocos años, ¿ahí el país no estaba dividido? Ya basta de tanto cinismo.
¿Qué opina de que en la Conferencia Episcopal de 1985, la que recibió a Juan Pablo II, estaban sacerdotes como Leonidas Proaño, Luna Tobar y Pablo Muñoz Vega; y ahora tenemos una Conferencia Episcopal que quizás tenga otras connotaciones, otras características?
No quisiera comparar, obviamente eran extraordinarios obispos. Yo creo que fueron muy críticos frente a un régimen tan represivo como el de Febres-Cordero y creo que la visita de Juan Pablo II también fue otro mensaje. Un mensaje de amor, de unidad, frente -ahí sí- a una represión brutal que se vivía.
Pero también los sacerdotes mencionados tenían una disputa ideológica…
Teníamos la Conferencia Episcopal muy progresista y Juan Pablo II fue un tipo de gran carisma, pero es claro -nuevamente con todo respeto- que como alguien dijo: "Si la verdad fuera contra la religión, yo me quedo con la verdad". Juan Pablo II, sobre todo por una sobrerreacción al venir de un país comunista, donde se hicieron tantos excesos, tenía una política muy conservadora y después desarticuló, desarmó a la Iglesia progresista de América Latina.
Entonces esos sacerdotes dejaron alguna herencia aquí.
Por supuesto, su mensaje queda, como dice Óscar Arnulfo Romero; lo bueno del que predica es que su palabra queda. Puede desaparecer físicamente la persona, pero su palabra queda en las enseñanzas de un monseñor Leonidas Proaño, las enseñanzas de monseñor Luna Tobar, que aún vive; de un Pablo Muñoz Vega queda. Su ejemplo queda.
El Ecuador de ahora es más religioso, más ecuménico, ¿cuál es la espiritualidad del Ecuador?
Creo que hay que diferenciar religión con espiritualidad. Usted puede ser espiritual sin ser religioso y lo más importante es ese sentido de transcendencia y actuar con principios morales, éticos, que no son patrimonio de una religión. En buena hora si se hace por creer en un ser superior, en una vida después de la vida, pero el patrimonio de la bondad, de la verdad, de la ética, de la moral no lo tiene una religión, por importante que sea.
Yo creo que el país, creo que el mundo en general, va hacia la secularización, es decir, hacia la pérdida de esa religiosidad, no solamente hacia la pérdida de la espiritualidad, incluso hay hasta un cierto rebrote de determinados sectores, sectores jóvenes, en búsqueda de la espiritualidad. Es claro que el país, y en general el mundo, es menos religioso que antes.
¿Los jóvenes son más religiosos ahora o más creyentes?
Yo creo que están buscando, están en una búsqueda, después de un período de mucho desconcierto que se creía que el consumismo, el materialismo daba la felicidad. La juventud está reaccionando y como que se está buscando algo nuevo, algo mejor.
¿En qué punto se encuentran el programa del gobierno de la Revolución Ciudadana, del Buen Vivir y lo que plantea Francisco?
Yo creo que hay mucha compatibilidad. El Buen Vivir, que es un concepto de nuestros pueblos ancestrales, no busca tener más, busca hacer más. Entiende que el ser humano es un ser gregario que no puede ser feliz en aislamiento, sino en sociedad y, de hecho, la mejor manera de ser feliz es haciendo feliz a los demás, sirviendo… Entonces, en ese sentido, hay muchas coincidencias en la enseñanza de la Iglesia Católica, la teoría social el propio Evangelio la predica de los papas, en el sentido de que hay que practicar el desprendimiento, vivir con lo necesario, cesar el consumismo, el materialismo, preocuparse por los demás. Lo que hablábamos hace un momento: todo cristiano debería ser político siempre estar preocupado del bien público, el bien común.
¿Cuánto pesa en la religiosidad y la definición de políticas cuando un Estado es laico?
También hay una mala interpretación del laicismo.Un Estado laico no es que rechaza la religión, no significa ser un Estado ateo o peor aún antiteísta, el que persigue a los creyentes, como consideró cierta izquierda infantil. Significa un Estado que respeta a todas las religiones, siempre y cuando la práctica de esa religión no atente contra principios constitucionales, contra derechos humanos, etc.
Un Estado laico reafirma la religiosidad cristiana, la diluye... ¿Cómo?
La respeta y da espacios. La misma Constitución dice que los padres tienen el derecho y el Estado debe colaborar con ello para educar a sus hijos en la fe que ellos consideren conveniente.
Una cosa que me parece interesante es que en 2015 el papa Francisco declaró el año de la misericordia, ¿cómo la entiende usted? ¿Cómo la vive? ¿Cómo la ejerce? ¿Qué es la misericordia?
Bueno, aparece en las Escrituras: "Misericordia quiero, y no sacrificio". Ese debe ser el signo de los cristianos, esa misericordia, esa preocupación por el otro, esa solidaridad, ese sacrificio por el otro. No hacer sacrificios para una deidad.
¿Para sí mismo?
Peor si uno pide sacrificios para uno. Entonces esa misericordia tiene profundas connotaciones, significa compromiso, solidaridad, sacrificio, esfuerzo. Lo que hablábamos, por los demás.
¿Cómo la experimenta usted? Recientemente vi un documental sobre la campaña electoral de 2013 y hay momentos en los que a usted se lo ve muy interiorizado y que vive plenamente su parte bien subjetiva. ¿Esos son los momentos donde tiene más misericordia con lo que hace, con lo que quiere demostrar?
Siempre es necesario hacer la pausa. Yo soy una persona de retiro anual, de retiro espiritual anual. Siempre me ha gustado mucho la oración y uno de los problemas en este trabajo es que no hay mucho tiempo para eso y tal vez uno pierde lo más importante. Siempre me ha gustado tener un momento para reflexionar, para estar a solas, para rezar, etc. Algunas veces en campaña me he dado esos tiempos, es difícil, peor en campaña y siendo Presidente.
¿Vio usted ese documental?
Sí, ya lo vi, es el del chico Astudillos.
¿Qué le pareció?
Recopilación de segmentos de lo que se vivió en la campaña en público y en privado.
¿Cree que reflejó lo que usted vivió en esa campaña en particular, donde ganó en primera vuelta con gran porcentaje? Tuvo 100 asambleístas...
Bueno, siempre se puede decir que faltó algo o sobró algo, etc. En general, creo que hace un buen trabajo.
Por si acaso, yo lo he dicho: para mí la misericordia es lo más difícil de ser cristiano. El poner la otra mejilla, para mí al menos, es lo más difícil, lo más duro. Hay que saber poner la otra mejilla, porque si se trata de perdón individual, bueno es opcional; cuando se trata de un crimen social, ese perdón y olvido significa impunidad. Entonces buscar el justo equilibrio para mí es extremadamente difícil.
La venganza…
Bueno, siempre hay que buscar justicia. Insisto, el Evangelio le dice: Pon la otra mejilla. Perdona 70 veces 7... y eso es extremadamente duro.
Vinculado a esto, al tema de la misericordia, porque también hay un argumento que Francisco lo ha destacado, quizás también otros papas lo hicieron en su momento, pero la misericordia exige cierto misterio. Hay una experiencia vital con el misterio.
No, es una actitud eso que viene del amor de la caridad, de ‘caritas’ y es más loable aún cuando esa misericordia exige sacrificio, exige entrega, que es la connotación que normalmente tiene esa palabra. No es solamente sentir pena por el resto, es una acción concreta a favor del resto y en solidarizarse con ese dolor. Compartir ese dolor.
¿Qué es para usted el misterio siendo el Presidente de 15 millones de ecuatorianos a los que va a visitar el Papa?
Ciencia es creer en lo que podemos probar, verdad. Fe es creer en lo que no podemos probar; sí, siempre tiene una parte de misterio. El misterio de la Santísima Trinidad, este domingo se habló de aquello, de San Agustín. La anécdota que cuentan del santo cuando caminaba por una playa pensando en la Santísima Trinidad y ve a un niño con un vaso con agua que cogía del mar y la arrojaba a un hoyo tratando de llenarlo. Le pregunta: ¿Qué estás haciendo? Tratando de poner toda el agua del mar en este hoyo, le respondió. Pero eso es imposible, le dijo. Y la contestación fue: Más imposible es entender lo que tú estás pensando.
Claro que a nivel de fe siempre hay misterios, si no, no sería fe.
¿Y la Presidencia de la República le lleva más hacia eso o le aleja del misterio, de la profundidad de su propia realización?
Uno no tiene desdoblamiento para ser Presidente, eso pretenden algunos que uno sea Presidente y que se deshumanice, dejar de ser el que siempre fue. Yo creo que, además, es un error político porque la gente aprecia la autenticidad sin tantos roles del perfecto estadista que no dice una palabra de más, que jamás se enoja, que es experto en coctelitos. Yo me enojo, no sé nada de cocteles y algunas veces he hablado 400 y pico enlaces, muchas veces he hablado palabras que se me han ido de más. Es porque somos de carne y hueso.
Entonces, como Presidente, no puedo desprenderme de mis creencias, de mis valores. Debo tener mucho cuidado para no imponer lo que yo creo al pueblo ecuatoriano, sino hacer lo que el pueblo necesita, pero obviamente uno responde a sus valores, a sus principios, a su trayectoria y, por supuesto, como Presidente, trato también de encomendarme a Dios y que me ilumine para tomar decisiones acertadas día a día.
Francisco, siendo jesuita, rescata mucho el pensamiento de Ignacio de Loyola y dice que el Gobierno "no tiene límite para pensar en lo grande, pero debe concentrarse en lo pequeño". A eso le llama él magnanimidad. ¿Cómo usted lo interpreta?
Yo creo que es muy apropiada esa reflexión, muy acertado ese pensamiento de Ignacio, porque uno tiene que estar pensando en cosas grandes, pero sin olvidarse del día a día. De repente en política, reflexiones a nivel mundial que la visión internacional del trabajo, etc., pero también estar pendiente de que se atienda bien a los ciudadanos comunes que vienen al palacio, de que el centro de salud atienda con calidad y calidez. Yo creo que hay que pensar en lo grande, pero siempre acordándose del día a día de los detalles, etc. Hay otra frase que dice: "En los detalles está el demonio".
A diferencia de Francisco en su misión pastoral, usted ha dicho que hay que hacer las cosas rápido y bien hechas. Francisco dice "que se necesita tiempo para poner las bases de un cambio verdadero y eficaz" y explica que "se trata del tiempo del discernimiento".
No son contradictorias esas reflexiones, yo siempre he dicho también que los procesos más rápidos de desarrollo han tomado 25-30 años, y esto, para ciudades de Estados como Singapur, Hong Kong, etc., deben pasar generaciones para el cambio cultural, el cambio de mentalidad, el cambio de condiciones económicas. El día a día es lo más rápido posible, eso no contradice lo que dice el Papa.
Cuando él plantea eso, evidentemente está hablando de otra situación. Él dice que los procesos de cambio cultural son mucho más largos y la Iglesia en eso ha acompañado bastante tiempo.
Modestia aparte, también hemos dicho, siempre repetimos, lo más difícil y tal vez lo más importante, pero lo más difícil para el desarrollo, es el cambio cultural. Eso no se puede decretar y eso se logra con los líderes, la familia, la educación formal en el sistema educativo, y toma generaciones, pero insisto, es lo más importante para el desarrollo, y eso coincidimos con el Papa.
Y podrá usted también coincidir en lo siguiente, él dice: "La toma de decisiones es la lectura de los signos de los tiempos". ¿Usted ha tomado decisiones leyendo el tiempo y los signos de los tiempos de Ecuador?
A veces, uno se abruma por el día a día, es necesario hacer la pausa para tomar la perspectiva, es uno de los problemas. Incluso los manuales gerenciales dicen que un gerente debe tener más o menos 30% de tiempo ‘libre’ para reflexionar. Y eso es lo que no tenemos a nivel de Presidente, entonces a uno le abruma el día a día y se puede caer en el activismo. Entonces, debemos tener mucho cuidado con aquello. Siempre es bueno hacer la pausa, ver las cosas en perspectiva, leer los signos de los tiempos para tomar las correctas decisiones. En eso también concuerdo con el Papa.
Y cuando usted se toma ese tiempo, ¿qué hace? Descansa, reza…
Cuando sé que ya estoy cayendo en el activismo y que no he hecho la pausa es cuando me doy cuenta de que hace mucho tiempo no he escuchado las canciones de Alberto Cortez. Entonces ahí me tomo mi tiempo, a veces 2-3 horas, pido que ni siquiera me acompañe la seguridad presidencial; me voy a escuchar música.
Pero usted últimamente menciona mucho a Silvio Rodríguez
Claro, Silvio también es uno de mis cantantes favoritos. Cantautores favoritos.
Ahora en este sentido, ¿qué opina de la compañía de Jesús? ¿Cómo la mira?
Yo admiro mucho a los jesuitas…
Encantado de estudiar con los jesuitas, el Colegio Jesuita en Guayaquil es muy bueno, de verdad. ¿Y por qué fui a la Salle? Porque me dieron beca.
¿Y cómo mira la diferencia? ¿Usted ha reflexionado sobre ello?
Siempre he estado muy vinculado con la Iglesia. Hace trece años estoy con los lasallanos, he trabajado toda mi vida con los salesianos y admiro mucho a los jesuitas, con los cuales también he tenido cierto contacto. Conozco más o menos los carismas de algunas congregaciones, y a las que más quiero son las de salesianos, por su amor a la juventud, amor a los pobres; a los jesuitas por su intelectualidad; a los franciscanos, por su pobreza; con los lasallanos tenía ciertas críticas porque como que estaban un poquito fuera de nuestra época. Para empezar, se cambiaban los nombres los hermanos al entrar en la congregación. Y qué nombres tomaban: Inocencio, Benigno, Serafín... ¿Usted sabe cuántos jóvenes podían atraer con esos nombres? Creo que han hecho una profunda renovación últimamente.
El Papa dice: "Yo tomaba mis decisiones de manera brusca y personalista. Es la verdad, pero debo añadir una cosa: cuando confío algo a una persona, me fío totalmente de esa persona. Debe cometer un error muy grande para que yo la reprenda. Pero, a pesar de esto, al final la gente se cansa del autoritarismo. Mi forma autoritaria y rápida de tomar decisiones me ha llevado a tener problemas serios y a ser acusado de ultraconservador". ¿Usted sabía que él se autocalificaba así?
Bueno, hubo sectores cuando lo nombraron que lo quisieron acusar de ultraconservador por ser fiel a las enseñanzas de la Iglesia y el Evangelio e incluso haber estado relacionado con las dictaduras, lo cual era una falsedad enorme. Entonces eso muchas veces es fruto de la izquierda infantil.
Hélder Cámara, tuve la oportunidad de conocerlo en vida; también a monseñor Proaño; créame que era un santo, se veía que era un santo. Qué tipo más comprometido y qué tipo tan fiel a las enseñanzas de la Iglesia. Aquello no es contradicción, pero para cierta izquierda, si se es fiel a la Iglesia, ya se es conservador. Mire que Hélder Cámara decía: "Cuando alimento a los pobres, me llaman santo; cuando pregunto: ¿por qué hay pobres? me dicen comunista".
Hay un dicho popular de un sabio que dice: "La constancia vence lo que la dicha no alcanza". Y esto tendrá sus connotaciones, pero Francisco cree mucho en la constancia (quizás también como sinónimo de paciencia), pero no tanto en la dicha. En su caso, ¿cómo valora esta relación entre la constancia y la dicha?
En esto hay que ser constante y una de las virtudes que valoro más de un ser humano es la constancia. De Bolívar se han dicho muchas cosas, pero para mí, lo más grande de Simón Bolívar, de ese extraordinario latinoamericano, fue su constancia. Cuando estaba sufriendo la peor de las derrotas se le acerca su biógrafo allá en Perú y le pregunta: "¿Y ahora qué piensa hacer Libertador?". Y Bolívar respondió: "Vencer". Es un tipo de una constancia enorme que sacrificó todo por su ideal, por su causa. Yo admiro mucho eso y, por supuesto, para ser Presidente hay que ser constante, y algunas veces cuesta muchísimo. Algunas veces pienso que si me pusieran en frente la hojita con la renuncia, la firmaría con todo gusto, pero hay que continuar.
Entonces un ejemplo de ello sería Evo Morales y Lula da Silva, que son dos luchadores…
Esas son cosas extraordinarias, Lula da Silva ganó la Presidencia a la cuarta vez, sigue activo en política. Evo Morales, bueno, todo lo que sufrió siendo dirigente sindical de tan joven. Entonces su contacto, su lucha permanente, son ejemplos admirables.
Y católicos también.
Sí.
Ahora mire, cuidado que el Papa es muy duro con él mismo, o sea saber tomar decisiones no es ser autoritario, algunas veces confunden esas cosas. Para hacer una buena Presidencia, usted debe saber tomar decisiones, debe ser ejecutivo y algunas veces eso se puede confundir con autoritarismo.
En este panorama que estamos hablando, la presencia del papa Francisco le da a la Iglesia, a los políticos, a los pensadores, a los intelectuales, a la izquierda misma, les da otros argumentos, otros sentidos a su propio quehacer. Les trastocó, les cambió, les movió el piso.
Por supuesto, más que mover el piso. Sin lugar a dudas, el papa Francisco es un hombre extraordinario para creyentes y no creyentes. Por ejemplo, el Canciller dijo: "Yo tengo que ir a conocer al Papa".
De todo gran hombre se puede aprender muchísimo, de un ser humano como el papa Francisco, que nos lleva siglos en cuanto a ventaja intelectual, profundidad espiritual, compromiso, etc.
Entonces, en un principio la sabiduría es aprender siempre del que más sabe, y por supuesto que el papa Francisco sabe mucho más que nosotros sobre muchísimas cosas.
Le pregunto esto porque hay dos cosas que realmente me impresionaron mucho cuando él empezó su gestión: una es el tema de los hombres y mujeres divorciados que se les da una segunda oportunidad...
Eso es algo insostenible en el siglo XXI. Son cosas difíciles de cambiar, al menos ya se ha empezado, es un comienzo, cosas inaceptables en el siglo XXI.
Si usted se divorciara, ¿se volvería a casar por la Iglesia?
No se preocupe, no pienso divorciarme. Pero por supuesto que es una oportunidad. ¿Qué sentido tiene si alguien fracasó en su matrimonio que ya no pueda comulgar, etc.? Me parece un anacronismo sin límites.
Y la otra cosa, es que estaría de acuerdo con algunas posturas que son fuertes, duras, como eliminar el celibato de la Iglesia.
Yo creo que eso hay que reflexionar también. Ya le digo, no soy un miembro de la Iglesia católica, no soy nadie para decir estas cosas. Yo creo que el celibato debería ser opcional, trae más problemas de los que resuelve y, de hecho, así no empezó la Iglesia. Los sacerdotes, al inicio, se casaban. Pedro tenía suegra, el primer Papa; y esto vino en el siglo segundo, tercero. No recuerdo el concilio donde se estableció el celibato para sacerdotes. Entonces son cosas que pueden ser revisadas y que, en mi opinión, causan más problemas de los que resuelven.
El Papa, a propósito que estamos acá, posiblemente lo señalará en su misa. Él dice que "sueña con una Iglesia madre y pastora". Y reiteró lo de madre, me parece que la postura sobre lo femenino también está en debate.
¿Qué opina de que la Iglesia sea calificada así: madre y pastora?
Se parece a lo dicho por Juan Pablo II: "La Iglesia es madre y maestra". Y lo que quiere decir es que, a la vez que enseña, también tiene ese amor de madre para entender. Un gran intelectual católico decía: "La Iglesia es grande precisamente por su humanidad, no es que es pecadora, limitada por su humanidad, también lo es, pero es a la vez grande por su humanidad". Entonces, la Iglesia comprende los errores, por eso hay que revisar lo de los divorciados, los fracasos. Entonces, enseña el camino, pero también entiende, también comprende y también ama como la madre.
También ha hablado de la homosexualidad, he escuchado que recibió una carta de un argentino que le planteó eso y le respondió. Lo llamó por teléfono y hablaron del tema.
Por supuesto, yo también creo que la postura de la Iglesia católica con respecto a los grupos LGBTI tiene que ser profundamente revisada, como lo está haciendo el papa Francisco. Él también dijo una cosa: "Es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia, incluso llegó a decir que se necesitaría de manera imprescindible una teología profunda de la mujer.
¿Cómo ve usted a la luz de la Revolución Ciudadana este campo?, ¿tiene sus avances?
Sin lugar a duda, algunos creen que amar algo es negar los problemas de ese algo. Entonces yo amo a la Iglesia, la Iglesia es perfecta, nunca se equivoca…Sin lugar a dudas la Iglesia católica es machista, tiene una tradición profundamente patriarcal, profundamente machista, y eso tiene que ser revisado más en el siglo XXI. ¿Usted ha visto un sacerdote mujer? Y muchas veces las monjitas están para cocinar a los curitas. Ya basta.
¿Y cómo interpretaría usted aquello de una teología de la mujer?
Precisamente revisar todas estas cosas. Por ejemplo, el rol de la mujer en la Iglesia católica a nivel de jerarquía. Es una discusión amplia, pero al menos el Papa está sentando las bases para iniciarla. Pero es un signo también de la necesidad del cambio de la Iglesia. ¿Qué sentido tiene que los sacerdotes solo sean hombres o que puedan oficiar misa? ¿Qué justificación tiene eso en el siglo XXI?
¿Cómo ha acompañado la Iglesia católica a la transformación que ha producido y que posiblemente seguirá produciendo la Revolución Ciudadana?
Yo creo que la gran mayoría de sacerdotes y miembros del clero comprometidos con su pueblo, con su gente, ven con simpatía al Gobierno, pero también tenemos sectores extremadamente reaccionarios y muy poderosos que han ocupado muchas veces el rol de la oposición. ¡Y cómo mintieron! Acuérdese usted cuando en la Asamblea Constituyente, de la Constitución de 2008, dijeron que era abortista, que permitía el matrimonio gay, que permitía el consumo de droga. Todo eso era falso. Y ahora que yo paré iniciativas de legalizar o despenalizar otras formas de aborto, de las que ya están aceptadas en nuestra ley, entonces se basaban precisamente en la misma Constitución que antes decían que era abortista para rechazar el aborto. Entonces mintieron antes y mintieron ahora. Ha habido grupos extremadamente reaccionarios, conservadores vinculados a grupos tradicionales de poder, al Partido Social Cristiano, etc., que siempre han hecho oposición a nuestro gobierno. Yo creo que la inmensa mayoría del clero nos ve con mucha simpatía.
¿Y las otras iglesias?
También. Por ejemplo, los evangélicos son muy respetuosos con la autoridad. Se muestran siempre muy respetuosos con el Presidente, oran por el Presidente, aunque no estén de acuerdo, pero respetan esa autoridad.
También ha habido encuentros con sacerdotes de otro credo, pero también usted se refugiaba, en algún momento, para buscar paz en algún convento. Me contaron que en algún momento fue a dormir en un convento de monjas en claustro.
No, fui a visitarlo por curiosidad, era el Carmen Bajo y lo abrieron hace poco… y este año, por fin a los años; perdón, el año pasado, cuando mi familia estaba en Bélgica, por fin pude regresar a Machachi, a la casa de los jesuitas. Yo hacía retiros espirituales con los jesuitas en la casa de San Agustín. Entonces yo hacía uno cada año, pero a los tiempos que pude regresar. Sí, cuando hay espacios, aprovecho; en mí hay una espiritualidad enorme.
Francisco dijo una cosa que me impresionó: "Para mí, la gran revolución es ir a las raíces, reconocerlas y ver lo que esas raíces tienen que decir el día de hoy. No hay contradicción entre revolucionario e ir a las raíces. Más aún, creo que la manera para hacer verdaderos cambios es la identidad". ¿Cómo asume esto? ¿Cómo dialoga este concepto con lo que usted ha hecho estos 8 años?
Bueno, coincidimos nuevamente, plenamente con el Papa, o sea, una de las características de la revolución fue rescatar nuestra identidad, estar orgullosos de donde somos, de donde venimos. Saber de dónde venimos para entender a dónde vamos. Pues recuerde lo que vivimos en el país: éramos los más corruptos, los más perezosos, no servíamos, no servíamos para nada; la única forma de progresar era irse a otro país, queríamos imitar otras sociedades; nuestros dirigentes hablaban en español, pero pensaban en inglés; cuando pensaban, traicionaban, se avergonzaban de sus raíces, de su identidad. Y en eso coincidimos totalmente con el Papa, debemos estar orgullosos de nuestras raíces, defender nuestra identidad sin que signifique esto anclarnos en nuestros atavismos culturales, como cualquier cultura tiene. Así como tenemos grandes valores culturales, tenemos problemas culturales y parte de la sabiduría es diferenciar lo uno de lo otro. Los primeros, fomentarlos; los segundos, superarlos.
Hay una cosa que a él le preguntaron: "¿Cómo le gustaría que lo recordara la historia?" Él respondió: "No lo he pensado, pero me gusta cuando uno recuerda a alguien y dice: ‘Era un buen tipo, hizo lo que pudo, no fue tan malo’. Con eso me conformo". Usted en una entrevista en el documental le respondió algo parecido a una periodista de la revista La Otra.
Sí, coincido plenamente con el Papa, no sabía que había dicho eso. Yo siempre respondo eso.
¿Cómo quiere que lo recuerden?
Como una buena persona que trató de hacer lo mejor como el buen hombre, el amigo, el buen padre, el buen hijo, el buen esposo, el buen hermano.
¿Y cómo quisiera que fuera recordada la visita del Papa?
Como un mensaje de esperanza, de unidad, de ánimo. Nuestra sociedad necesita ánimo. Vivimos demasiado tiempo desilusionados. Hay que recuperar la ilusión. Como siempre decimos:
"Que nos roben todo, menos la esperanza".Orlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-89789114301070663232012-04-13T15:28:00.000-07:002012-04-13T15:28:31.580-07:00El socialismo ya no es lo que era... Y su nuevo rostro, ¿se perfila más latino?<b></b>El biosocialismo, el biopoder, el buen vivir y más paradigmas se debaten en varios escenarios políticos. Una conversación con René Ramírez abre otros cauces a ese diálogo y coloca hitos en diversas reflexiones<br />
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<b>Por Orlando Pérez</b><br />
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No es muy cierto que el marxismo se congeló. Quizá muchos marxistas no saltaron de sus postulados iniciales, los miraron y congelaron casi como hacen las iglesias con la Biblia. Lo cierto es que ahora “los marxistas” proliferan. Y proponen, desde diversas miradas, unas tesis y unos postulados que dejarían boquiabierto al propio Marx, levantarían de su tumba, lleno de emoción, a Lenin y devolverían al mismísimo Ché Guevara más ganas de guerrear por el mundo, con renovadas utopías.<br />
Y todo ello ocurre, además, en territorios insospechados hasta hace una década. En los países ex socialistas de Europa del Este hay ahora potentes tesis de neomarxistas que se destacan tras el fracaso del neoliberalismo en la Europa Central. Uno de los más ponentes y paradigmáticos, el esloveno Slavoj Zizek, quien “levantó polvareda” con un libro como “Lenin reactivado. Hacia una política de la verdad” hace unos dos años. Y no hay que olvidar a Noam Chomsky, James Petras, Sami Nair, Samir Amin y Eduard Said. <br />
Al comenzar este siglo, en América Latina la efervescencia de una supuesta sociedad civil (en esa concepción liberal que quedó postrada) que agitaba algunas ideas, pero en realidad eran los movimientos sociales los que ponían la marca, aunque en la prensa eso significara solamente bullicio y un desface con “el fin de la historia”.<br />
Dirigentes e intelectuales orgánicos trabajaban casi en silencio y excluidos de los grandes escenarios políticos. Hay una lista larga de nombres y obras. <br />
Significativamente, a la par, los movimientos políticos se “encausaban” en la toma del poder en algunos países sudamericanos. Uno de ellos, (Bolivia) tuvo a un presidente indígena y a un vicepresidente ex guerrillero. En otro, Brasil, un dirigente sindical llegaba a la presidencia y toda la oleada de intelectuales de izquierda de esa nación se incorporó al gobierno. Igual pasó en Uruguay y, en parte, en Chile, así como en Argentina.<br />
El caso boliviano es el más significativo por su complejidad social, étnica y política. Y en esa nación y desde el ejercicio del poder, Álvaro García Linera ha construido unos conceptos y unas propuestas político-teóricas para entender mejor lo que estamos viviendo en el continente. Un documento profundo e inquietante es Las tensiones creativas de la Revolución. Allí hay unas luces sobre lo que ahora significa ser y estar en el Estado, cómo la sociedad se moviliza con el “poder” y con él construye políticas públicas, además de considerar cómo las nuevas condiciones obligan a una relectura del mismo marxismo y no desde la crítica y negación irracional del mismo. Y casi por la misma vía se encuentra Emir Sader, un intelectual brasileño que desata nuevas interpretaciones de la teoría marxista y la profundiza. Uno de sus textos más brillantes es Hegemonía y Contrahegemonía para otro mundo posible. <br />
Y si hay un síntoma en los dos (sin desconocer a otros muchos) es que miran retrospectivamente a la izquierda latinoamericana reconociendo todos sus aportes sólidos, como en su momento lo sostuvo Mariátegui, por solo mencionar uno, pero también evaluándola críticamente a partir de 1959, cuando triunfa la revolución cubana. (vale la pena leer al respecto El Nuevo Topo, de Emir Sader) Por eso, ahora, esa memoria y ese cúmulo de experiencia política, les permiten a ellos diseñar unas visiones estratégicas del sendero a recorrer, pero también, por supuesto, del reciente proceso experimentado con la izquierda en el poder ya no en uno (como pasaba con Cuba) sino en varios gobiernos.<br />
Y en todo ese panorama se inscribe la presencia de la Revolución Ciudadana en Ecuador. Un proceso visto desde afuera, al principio, con recelo y hasta indiferencia, pero ahora muchos más atendido y observado con por numerosos políticos, intelectuales y académicos. <br />
Un libro que se aproxima testimonialmente a lo que es la Revolución Ciudadana, liderada por Rafael Correa, (para muchos) un “desconocido” revolucionario, es “Ecuador: una nueva izquierda en busca de la vida en plenitud”, de Marta Harnecker. Pero han sido los mismos actores de la Revolución Ciudadana los que, con más o menos intensidad, han reflexionado sobre lo que propusieron, vivieron y proyectan, aunque todavía es insuficiente y precario frente a lo que pasa, cuando ocurren estos procesos, en otros países. <br />
La entrevista que sigue, con René Ramírez, es una aproximación fresca a lo que está pasando en Ecuador. Él ocupa un alto cargo en el Gobierno de Rafael Correa, pero desde hace algunos años transita por una teorización y una explicación práctica de la realidad que afronta este nuevo siglo. <br />
Lo hace siempre con una claridad y una luminosidad puntillosa . Se “codea”, en sus trabajos y escritos (que no deja de publicar, a pesar de la carga burocrática de su función pública) con aquellos pensadores que en América Latina andan reflexionando sobre el devenir del continente. Uno de ellos, por ejemplo, es el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera. Otro es el brasileño Emir Sader. Pero con los dos puede tener puntos de contacto y algo que lo distancia profundamente: Ramírez va más allá del análisis y el diagnóstico, la reverencia a los clásicos y a ciertas escuelas. De lo que se narra en esta entrevista, de sus últimos libros y de charlas y conversas, sostenidas con puntos suspensivos o paréntesis entre encuentro y encuentro, hay una idea profundamente izquierdista que navega por su cabeza: la transformación del Ecuador no va a llegar apegada a ningún manual y mucho menos de la “cómoda” condición de ministro de Estado. Y algo más: la distancia plena que pone con la izquierda clásica y la que se quedó anclada en la protesta, a partir de unas propuestas teóricas para ecualizar el proyecto político en marcha, que en caliente afronta las dos tensiones de todo gobierno revolucionario: cambiar la realidad pensando en el futuro más promisorio y administrar el presente con todo el peso de las resistencias de la misma sociedad, como ya en su momento lo advirtieron los clásicos del marxismo y quienes han ejercido el poder.<br />
<b>¿Por qué debe entenderse el socialismo del buen vivir como un biosocialismo? ¿Qué lo caracteriza, identifica y particulariza del socialismo concebido por los clásicos Carlos Marx, Federico Engels y Lenin?</b><br />
El socialismo del Buen Vivir es un pacto de convivencia que nace del pueblo ecuatoriano y que ha sido suscrito en la nueva Carta Constitucional firmada en 2008. En esta Constitución se plasma lo que yo he denominado socialismo del buen vivir o biosocialismo republicano. Simplificando, el núcleo de la apuesta del socialismo clásico fue el tema redistributivo, la igualdad. Sin lugar a dudas la igualdad tiene que seguir siendo uno de los pilares del socialismo del buen vivir. Pero, a mi modo de ver, la agenda de izquierda que esbozó el pueblo ecuatoriano en Montecristi no solo apunta hacia la búsqueda de igualdad. Existen otros temas adicionales que le dan una particularidad a nivel de las utopías constitucionales vigentes. Una de ellas es el paso del antropocentrismo al biocentrismo. Lo importante no es únicamente el ser humano sino la vida en su conjunto, incluso como parte constitutiva de la garantía de la propia vida de los seres humanos. Debemos recordar que Ecuador es el único país del mundo que en su Constitución garantiza los derechos de la naturaleza. A su vez, esta Constitución es republicana en el sentido de que busca una igualdad en el marco de la diferencia y en el marco de la construcción de una democracia no únicamente representativa sino participativa y deliberativa, en la que cada ciudadano no sólo tiene derechos sino obligaciones y responsabilidades para con la comunidad política.<br />
<b>A ese biosocialismo le otorgas una ética particular o muy propia. ¿Cómo se entiende esa ética, desde qué “moralidad”?</b><br />
La ética del socialismo del buen vivir es una bioética, una ética de recuperación de lo público y lo común, una ética basada en la satisfacción de necesidades y que se sustenta en la igualdad de todos los seres humanos en el marco del respeto a la diversidad. Al recuperar el sentido del bien común y la dimensión colectiva de la política y la sociedad, frente a la perspectiva exclusivamente privada e individualista que pregona el utilitarismo liberal (neoliberalismo), se recupera el sentido ético y moral del vivir-en-común.<br />
<b>En esa lógica, ¿cómo superar un modelo y concepción de desarrollo que se sustenta en el extractivismo y a la vez el consumo cala en la estructura y lógicas culturales de la gente?</b><br />
Para contestar esta pregunta es necesario analizar 3 aspectos. El lado ético, el análisis del extractivismo en el marco del patrón de especialización productiva general y la arista política.<br />
Existe un debate ético que debemos enfrentar. Ecuador necesita 40.000 millones de dólares para satisfacer necesidades básicas. En el corto plazo, ¿qué patrón de especialización permite esbozar un patrón de acumulación que cubra estas necesidades? Otras experiencias mundiales dicen que un cambio en el patrón de especialización no tarda menos de 25 años. ¿Cuál es el equilibrio ético en términos de acumulación que deben esperar los ecuatorianos que no tienen satisfechas sus necesidades básicas? ¿Cuántas generaciones más se deben perder para conseguir tal objetivo? En el caso de explotar los recursos naturales, ¿cuál es el equilibrio que garantiza la satisfacción de las necesidades básicas para las generaciones presentes y futuras? Creo que las respuestas no son blancas y negras. No es extractivismo vs. no extractivismo. ¿Podríamos dejar de extraer petróleo de la noche a la mañana? No es viable políticamente. Las preguntas son simples pero muy complejas: dónde, cómo, hasta cuándo y para qué. Un primer paso para el país es un pacto territorial, es decir, con un buen ordenamiento territorial la disyuntiva se desvanece en algo. Por ejemplo, no hacer extractivismo en zonas megadiversas y hacerlo, aún con todos los cuidados ambientales, en aquellos territorios con altos niveles de erosión de sus tierras.<br />
No obstante, el real problema no es el extractivismo. Es un modelo que genera un sistema productivo ocioso. El extractivismo incluyendo minas y petróleo constituye el 13% del PIB. Empero, del total de la oferta de bienes y servicios, el 50% proviene de la intermediación financiera (en el campo de intermediación de alimentos) y de las importaciones. Es decir, se obtienen rentas sin generar puestos de empleo suficientes ni valor agregado. Se financia el empleo del exterior, no se genera valor agregado y el que tiene más capital puede multiplicar su propio capital. El juego tradicional de la oligarquía perezosa. El incremento de los precios de los commodities financia las importaciones de un grupo oligopólico que sin hacer nada recibe grandes rentas y auspicia el consumo de bienes importados. El modelo no es extractivista sino un modelo ocioso de generación de riqueza. En este sentido, volvemos al “para qué” del extractivismo: es justamente para generar otra forma de generación de riqueza que haga sostenible la satisfacción de las necesidades de las generaciones presentes sin que ello suponga sacrificar las necesidades de los que vienen; es decir, un extractivismo que sirva para salir del extractivismo. Cierta izquierda únicamente ha puesto sus ojos en la minería o petróleo sin observar que el problema es la economía política que permite que grupos oligopólicos financieros e importadores se lleven la riqueza del país sin generar nada de valor agregado ni empleo en el país. Creo que los tiros del debate deben apuntar a otro lado, el extractivismo es solo una arista del problema, quizá no la más relevante.<br />
En el lado político, el centro de cualquier estrategia de desarrollo no es lo económico –como se nos quiso hacer creer– sino lo político. Eso hay que tener muy claro para no cometer errores. El socialismo del buen vivir es el fin, pero su consecución no puede ser hecha de la noche a la mañana. Parafraseando al antropólogo K. Polanyi, en este momento histórico del país lo más importante es la “gran transición” para conseguir esa “gran transformación”. El primer paso ha sido poder disputar el cambio de la estructura del poder político y eso solo se puede hacer desde la misma conducción del Estado. Cualquier otra vía es ingenua. Creo yo que hemos llegado a cinco años y medio en el Gobierno y recién en este último tramo tenemos ya la posibilidad de disputar a los poderes de facto. Digo disputar. Ello no supone que siempre sea posible zanjar dichas batallas en favor del interés general. Para mantenerse en la disputa del cambio, el Gobierno debe ir hacia adelante, continuar con la política de redistribución de la riqueza, mejorar la calidad de vida de la población y propiciar la organización y la auto-organización social. No hacerlo es no pensar políticamente la viabilidad del cambio estructural.<br />
Algunas veces se escuchan voces desde la izquierda que argumentan que el objetivo es que la lógica del sistema económico sea anticapitalista sin importar el cómo. Las alternativas anticapitalistas que defienden algunos sectores de la izquierda muchas de las veces no son asequibles a escala meso o macro debido, justamente, a la imposibilidad de coordinación, distribución y acceso a información a escala global de los modelos propuestos, o dado que simplemente no cumplen el objetivo básico de satisfacer las necesidades de la gente. Por ejemplo, de acuerdo al censo de población de 2010, el 12% de la PEA que realiza trabajo dentro del hogar (es decir, que pertenecería a un tipo de economía social y solidaria) es mayoritariamente pobre (60%), según la satisfacción de sus necesidades básicas (NBI). Si una economía que busca ser anti (o incluso post) capitalista no mejora las condiciones materiales de producción y reproducción de la vida social de la población y no permite superar la pobreza, no solo no es viable políticamente sino tampoco es deseable éticamente, por más lógica de “acumulación no capitalista” que suponga.<br />
El peor de los mundos sería el que por no utilizar inteligente y responsablemente los recursos naturales para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y pagar la deuda histórica de los grupos excluidos, se pierda la oportunidad de transformar el poder, distribuirlo y caminar hacia la sociedad del buen vivir.<br />
<b>Ligado a todo lo anterior, ¿cómo se entienden y construyen las sociedades del “bioconocimiento”, las biopolis?</b><br />
Vivimos un neodependentismo que ya no se basa en depender deproductos manufacturados sino, sobre todo, en la heteronomia frente a productos y servicios menta-facturados (conocimiento). Cada vez que sale una nueva versión de los programas de Microsoft debemos comprarla y actualizarlos. La biopolis, justamente, busca construir una sociedad en la que su mayor riqueza sea la vida y cuya garantía de reproducción venga del conocimiento intangible (ciencia, tecnología e innovación). Somos un país rico porque somos un país con mucha vida. Nuestra ventaja comparativa no es el petróleo o los minerales sino nuestra biodiversidad. Si nuestra ventaja comparativa es la biodiversidad podemos apostar a que a través del conocimiento se genere riqueza que garantice la reproductividad de la vida, tanto de la naturaleza como de la del ser humano. Si sistemáticamente se hubiese destinado tanta inversión para la innovación científica y tecnológica de la biodiversidad (bio-medicina, agro-ecología, bio-fertilizantes, bio-remediación, energía alternativa, etc.) como se ha invertido en el sector petrolero (7.300 millones solo en la última década) este momento no seríamos un país con un modelo extractivista ni ocioso. Aunque no se crea, llevamos 40 años de explotación petrolera y no tenemos un solo centro de investigación científica de energía (ni siquiera petrolera). Esa sí es la estupidez de la abundancia. Muy triste.<br />
<b>En ese nuevo escenario, ¿cómo se sustentan los “sustantivos críticos”? ¿Desde dónde se generan y cómo se plasman en las políticas públicas?</b><br />
América Latina está recordando que puede caminar con sus propios pies, sentir con su propio corazón y pensar con su propia cabeza. La derecha puso la agenda durante los últimos 20 años y la izquierda únicamente la adjetivó. Por ejemplo, al sujeto desarrollo le puso el adjetivo sustentable; al sustantivo democracia se añadió la palabra participativa. Por eso es necesario generar sustantivos críticos desde la izquierda que busquen estar uno, dos, diez pasos delante de la supuesta inmortal agenda del neoliberalismo. Para esto nuestras democracias deben ser innovadoras sin tener miedo al error. Creo que lo estamos haciendo. Un buen ejemplo es la creación del sustantivo crítico del “buen vivir” o “derechos de la naturaleza” o plurinacionalidad o ciudadanía universal. Únicamente se podrán generar sustantivos críticos con sus respectivas respuestas en la medida en que pensemos nuestras realidades, nuestras necesidades y nuestras potencialidades en el marco de la nueva geo y bio-política mundial.<br />
<b>Si el objetivo del biosocialismo es pasar de la supremacía del capital e incluso del trabajo, a la de la vida, ¿cómo se mide, entonces, el valor del tiempo en la vida? ¿Constituye el tiempo otro valor, con otras connotaciones? ¿es el tiempo social un valor distinto?</b><br />
El valor es una construcción social. El socialismo clásico defendió la supremacía del trabajo sobre el capital. Defendió dichos principios porque tenía una visión productivista. El biosocialismo propone la supremacía de la vida sobre el trabajo y de éste sobre el capital. Esto implica construir una escala de valores diferente a la que impera en el capitalismo. Pero a su vez implica construir unidades de valor que permitan edificar otra ética, otra episteme, otro orden social. Por eso he propuesto usar como unidad de valor al tiempo. El tiempo es una variable adecuada para pensar el valor de cada aspecto y de cada instancia de la vida. A quien entregas tu tiempo, entregas tu vida. Pero no solo es importante medir el tiempo sino el tiempo dedicado a la buena vida o a la vida plena: tiempo para el ocio liberador, para la contemplación, para la amistad, para el amor, para la participación pública, para el trabajo emancipador. Es decir, lo importante es la generación y disfrute de las relaciones sociales, de los bienes relacionales (en los cuales se incluye la relación entre el ser humano y la naturaleza). Pueden existir otras unidades de análisis como la energía o lo biofísico. Sostengo que si bien estas variables pueden funcionar a nivel macroeconómico, políticamente necesitamos una unidad que permita disputar el significado que tiene hoy en día el dinero. Si a una persona de a pie se le pone a elegir entre diversos criterios de valoración de la vida como toneladas de biomasa, “julios” (unidad de medida de la energía), y dinero (dólares), seguramente escogerá este último. Pero si a esta misma persona se le da a escoger entre dinero y tiempo dedicado a estar con sus amigos, familia u ocio liberador, al menos pensará dos veces con qué se queda. <br />
<b>Si lo anterior ocurre, ¿no se estaría asumiendo como una reproducción de lo que sucede en sociedades liberales europeas donde se habla de “ciudades lentas” donde hay menos horas laborables y más empresas y oficinas más cercanas al hogar?</b><br />
Uno de los principales retos que tenemos como civilización es que el trabajo no sea alienado. Usualmente se busca disminuir las horas de trabajo como fin porque existe una escisión entre el mundo de trabajo y el mundo de la vida. Esa es una de las grandes tragedias de nuestros tiempos. Si asumimos que no se puede cambiar el sistema, me parece correcto que el objetivo sea buscar disminuir las horas de trabajo. No obstante, lo que debemos buscar es cambiar el sistema hacia uno en que no se distinga el trabajo de la reproducción de la vida plena. Construir un sistema en que el trabajo sea emancipador per se. Generalmente desde una perspectiva simplista de izquierda se ataca la flexibilización del trabajo. El problema no es la flexibilización, sino que aparejado a esto se pierdan derechos. Yo estoy de acuerdo en una flexibilización del trabajo, pero que garantice todos los derechos de sus trabajadores, empezando por un salario digno. Debemos llegar a una flexibilización tal, en que no exista escisión entre el mundo de la vida y el mundo del trabajo; es decir, donde no exista escisión –como señala Marx- entre el ser humano y la existencia humana. Solo así el trabajo sería parte de la vida buena. Existe mucha diferencia entre construir sociedades lentas con empresas y oficinas cercanas al hogar para mejorar la competitividad y la satisfacción del trabajador a intentar construir sociedades en que la separación entre trabajo y mundo de la vida se evapore. Las ciudades lentas podrían ser un paso intermedio, no el punto de llegada. <br />
<b>Un referente económico y hasta simbólico del capitalismo y de las sociedades liberales es el PIB. ¿Cómo se contrapone el PIB verde al del capitalismo y cómo se construye como referencia de otra calidad de vida?</b><br />
Cuando oigo que se menciona al PIB verde como algo contrapuesto al capitalismo me doy cuenta de cuan bien ha construido su hegemonía el capitalismo. El PIB verde es parte de la contabilidad del capitalismo, solo que incorpora las externalidades (negativas generalmente) que produce la actividad económica. Es la mercantilización de la naturaleza. Algo similar sucede con aquella demanda supuestamente progresista de incorporar en las cuentas nacionales el trabajo no remunerado. Lo peor de todo es que usualmente se valora el trabajo no remunerado de las mujeres con el salario menos valorado en la sociedad que suele ser el salario de las empleadas domésticas. La unidad de valor sigue siendo el dinero. No podemos construir un nuevo orden social si tenemos como unidad de valor de la sociedad una variable tan deshumanizante como es el dinero. Por eso, he propuesto utilizar el tiempo como unidad de valor. Para ello he propuesto dos indicadores sintéticos que disputan el sentido del PIB per cápita: la esperanza de vida saludable y bien vivida y la esperanza de vida de la naturaleza medidas en unidades temporales (años, días, horas, etc.). No es lo mismo tener toda una sociedad pensando en cómo subir el ingreso por persona de un país, a otra que esté pensando cómo incrementar la esperanza de vida saludable y bien vivida de su población. En la primera se valora la capacidad de compra de la ciudadanía; en la segunda se valora la vida, pero no cualquier tipo de vida, sino aquella vivida de modo digno, saludable y a plenitud.<br />
<b>Con todos estos elementos, ¿qué le impide a la izquierda conectarse con esas otras búsquedas y se afirma en los postulados que dividen y polarizan todo entre derecha e izquierda, colocando en la primera a todo el que se les opone conceptual y políticamente?</b><br />
Tenemos que recuperar el sentido del conflicto en la democracia. Creo que es necesario marcar claramente cuales son las fronteras entre la izquierda y la derecha. Eso es políticamente indispensable. Una de las mayores operatorias hegemónicas del neoliberalismo fue la construcción de un pensamiento único. Esto llevó a que converjan viejos postulados de izquierda y derecha. Por ejemplo, lo hemos visto bajo los omnicomprensivos conceptos de “descentralización”, “autonomía” o “sociedad civil”. Nadie se atrevió a ponerlos en tela de duda y cuestionar sus contenidos. Así la autonomía fue per se buena, la descentralización, per se democrática y la sociedad civil, per se fuente de toda legitimidad liberadora. La vida política democrática se terminó por concebir como una suerte de diálogo infinito sin conflictos. Desde esta concepción, la sociedad en la que vivimos habría dejado de estar estructurada por la división social y el conflicto. ¡Perfecta operatoria hegemónica! Pero debemos tener claro que la disputa es inherente a la vida social y que el conflicto desempeña un papel integrador clave en la democracia moderna. Ya vivimos el 22 de marzo del presente año. En este marco, negar el conflicto es aceptar el dominio sin disputarlo. La idea que ha imperado no solo desde la derecha sino desde la izquierda que se niega a pensarse a sí misma, es que la política democrática es la política del consenso. Esta es una posición profundamente liberal, pero, sobretodo, conservadora, que niega justamente el pluralismo y antagonismo que son constitutivos de cualquier política democrática. Una izquierda no conservadora no se puede negar a pensarse a sí misma sistemáticamente, ni tampoco “comerse el cuento” de que el conflicto es malo y que el consenso es el fin de la democracia; más aún en una sociedad tan estratificada como la ecuatoriana. Esa posición mata a la democracia y perpetúa un statu quo injusto.<br />
<b>¿Cómo imaginas el perfil del izquierdista del siglo XXI? ¿Caben en ese perfil los indignados, los forajidos, los “ocupis”, los jóvenes árabes, entre otros que han protestado contra el capitalismo?</b><br />
Todos ellos caben, sobre todo como fuerza política movilizadora de lo común. Recordemos la pancarta: “Nosotros somos el 99%, ellos el 1%”. Pero como señalé, una de las diferencias importantes de una nueva izquierda es no únicamente resistir al capitalismo, sino arriesgarse a proponer un nuevo orden social. La izquierda revolucionaria no puede conformarse con administrar mejor el sistema capitalista sino que debe buscar transformarlo.Orlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-4918693293576406512012-04-10T23:04:00.002-07:002012-04-10T23:19:24.974-07:00La entrevista con Julian AssangeTomada de la edición impresa del Martes 10 de Abril del 2012<br />
EL ROL DE LA PRENSA EN LAS ESTRATEGIAS GEOPOLÍTICAS Y EN LOS CONFLICTOS DE LAS GRANDES POTENCIAS QUEDA EN ENTREDICHO<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNIb2BwyUxhrq9Keg5ML6hykFRn7jYXnt5mRrndRYUwHUOwqeIkv804nilxjzHA-99HQs0RejPnXWc6p5BXl6xVdauXwP3ZGx2o-cYld-ty-TKna1-ehl53W-hXKODhAlll6Cx8JbntVQ/s1600/_THS2128+%25281%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left:1em; margin-right:1em"><img border="0" height="400" width="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNIb2BwyUxhrq9Keg5ML6hykFRn7jYXnt5mRrndRYUwHUOwqeIkv804nilxjzHA-99HQs0RejPnXWc6p5BXl6xVdauXwP3ZGx2o-cYld-ty-TKna1-ehl53W-hXKODhAlll6Cx8JbntVQ/s400/_THS2128+%25281%2529.jpg" /></a></div><br />
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Cientos de cables que filtró WikiLeaks han sido ocultados por los grandes periódicos. Assange revela cómo el New York Times “cedió” el control de su línea editorial al Gobierno. Y desnuda otros casos delicados.<br />
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Julian Assange es el fundador de la organización WikiLeaks. Desde diciembre de 2010 pasó a ser casi “un objetivo de guerra”. Foto: Copyright 2011. Allen Clark<br />
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<b>LA PRENSA OCULTÓ INFORMACIÓN QUE WIKILEAKS FILTRÓ</b><br />
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Orlando Pérez, Director<br />
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Fue hace un mes que se contactó a Julian Assange, por intermedio de uno de sus colaboradores. Inmediatamente accedió a un intercambio de correos y mensajes electrónicos, por seguridad.<br />
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En medio estaba la urgencia por la tensión creada dado que se acercaba el momento de que Londres decida su extradición a Suecia. Aquí el resultado de un intercambio de correos electrónicos durante un mes.<br />
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<b>¿Cuáles son los cargos concretos que pesan sobre usted en el pedido de extradición hecho por la Fiscalía sueca?</b> <br />
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No existe ningún cargo contra mí en ningún país del mundo hasta el día de hoy. La Fiscalía de Suecia ha solicitado mi extradición para interrogarme únicamente y con base en una orden de extradición inválida. Lo que existe hasta la fecha en Suecia es una investigación preliminar abierta.<br />
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Aunque he ofrecido a la señora fiscal de Suecia a cargo del caso que me interrogue por una comisión rogatoria, videoconferencia o simple conversación telefónica, ésta se ha negado, sin una explicación que justifique su negativa, a llevar a cabo el interrogatorio si no se desarrolla en territorio sueco. <br />
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Es un procedimiento estándar en estos casos para los investigadores europeos que desean recolectar información y corroborar hechos, usar el teléfono o viajar a los países. Nada impediría hacerlo. Ellos admitieron a la Corte Suprema de Reino Unido que nada les impide hacerlo y se rehúsan a explicarles a todos, incluyendo a las cortes, por qué ellos no hablarían conmigo, restringiendo mi libertad ya por más de un año. <br />
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<b>¿Cree usted que el sistema de Justicia de Suecia, un país tradicionalmente progresista, responde a presiones políticas? ¿Cuáles concretamente?</b><br />
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Suecia era un país progresista, pero no lo es más desde el asesinato de Olof Palme. Suecia goza de una reputación progresista que ya no merece. En realidad, es el país con la más alta manufactura de armas per cápita del mundo, por encima incluso de Israel. La mayor parte de sus políticas progresistas que marcaban el modelo del estado del bienestar de los años 60 ya no existen. <br />
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En la década del 2000, Suecia rompió con dos siglos de neutralidad cuando delegó a sus propios soldados al control de Estados Unidos en Afganistán. No tengo fe en que Suecia me proteja, ya que ya ha dejado atrás sus ideales para convertirse en un aliado férreo de los Estados Unidos, a espaldas incluso de su propia población.<br />
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Sabemos por los cables diplomáticos publicados por WikiLeaks que Estados Unidos ha entablado numerosos acuerdos informales para evitar el escrutinio del parlamento sueco. Por ejemplo, sacamos a luz que el gobierno sueco permite que Estados Unidos de América acceda a los datos privados y a las comunicaciones de la población sueca, sin que esta decisión fuera siquiera planteada al Parlamento.<br />
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Los cables revelan que incluso dentro del mismo gobierno sueco no se conoce el alcance de la colaboración sueca con EE.UU., y que abrir la cuestión al Parlamento pondría en peligro acuerdos informales de compartir información existente, y resultaría en críticas al gobierno sueco, por parte de sus ciudadanos.<br />
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Suecia colaboró secretamente con la CIA al autorizar vuelos de rendición extraordinaria desde su país. En 2001 colaboró en el secuestro extrajudicial de dos personas que tenían asilo político en Suecia. Esas dos personas fueron transportadas a Egipto, donde se les torturó.<br />
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El Comité contra la Tortura de la ONU, entre otros, ha calificado de ilegal la conducta de Suecia. En cuanto a la cuestión de extradición, Suecia ha accedido a extraditar a todas aquellas personas que han sido solicitadas por EE.UU. desde el año 2000. Suecia fue uno de los pocos países que votó en contra de la inclusión de Palestina a la UNESCO, sin abstenerse.<br />
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<b>WikiLeaks develó las prácticas violatorias de los derechos humanos en las guerras protagonizadas por EE.UU. y ha expuesto de lleno los secretos de la diplomacia norteamericana alrededor del mundo. Desde ese país hay voces que han sugerido que usted sea tratado como criminal de guerra. ¿Por qué ese país entonces no ha pedido también su extradición?</b><br />
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Es cierto que me han acusado de terrorista, espía de la Mossad, espía de la CIA, todo menos periodista, ya que saben que si me nombran por lo que soy estoy protegido por la Primera Enmienda. Pero de hecho tenemos conocimiento de que EE.UU. tiene la intención expresa de extraditarme a su país. WikiLeaks ha publicado que uno de los jefes de la compañía Stratfor, una empresa de inteligencia privada con sede en Austin, Texas, tenía información de una acusación sellada en enero de 2011.<br />
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Además sabemos a través de entrevistas con asesores del Departamento de Estado, además de entrevistas con los embajadores de los Estados Unidos de América, en Australia y en el Reino Unido, que Estados Unidos está negociando y haciendo cabildeo para que estos países accedan a mi extradición una vez se haya aclarado el caso sueco. Además sabemos que los Estados Unidos de América y Suecia han mantenido reuniones informales acerca de mi extradición tan pronto como el 8 de diciembre de 2010, así lo reportó el diario inglés The Independent. <br />
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<b>¿Cuál ha sido la posición de su país natal, Australia, frente a WikiLeaks y Julian Asange en particular? ¿Siente que estaría protegido allí si decidiera radicarse allá?</b> <br />
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La situación política en Australia es muy frágil y preocupante de momento. Hace tan solo unas semanas se desató una gran pugna de poder entre la actual Primera Ministra, Julia Gillard, y el anterior Primer Ministro, Kevin Rudd. La disputa terminó con la renuncia de este último, que ejercía el cargo de canciller. Pero lo grave de esta situación fue que el escándalo ocultó una enmienda a la ley de extradición. Esta ley facilita la extradición por delitos políticos.<br />
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El mismo embajador de EE.UU. en Australia explicó en una entrevista que Australia tendría que revisar sus leyes de extradición en relación a mi extradición a EE.UU.<br />
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Parece que el gobierno ha seguido los dictámenes del superpoder, y tienen la intención de sacrificarme a mí y a WikiLeaks al altar de la alianza estadounidense. Considero que Australia ya no me protegerá, menos con el actual gobierno y la primera ministra Gillard. Gillard me ha acusado de obrar ilegalmente, irrespetando el principio de presunción de inocencia.<br />
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Luego tuvo que admitir que yo no había violado ninguna ley en Australia a regañadientes. Aún así, el gobierno australiano ha enmendado una ley, ‘la enmienda WikiLeaks', que amplía los poderes de los servicios secretos australianos para que puedan monitorear a una ONG Australiana como es WikiLeaks, aunque no se nos acuse de nada.<br />
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Sin embargo, hay que decir también que he recibido numerosas muestras de apoyo de la población de Australia. Hace algunos meses ganamos el premio Walkley, el equivalente al famoso premio americano Pulitzer en Australia, por la ‘extraordinaria contribución al periodismo'. En 2011 fui galardonado por el Sydney Peace Prize por mi trabajo con WikiLeaks. Comparto este honor con personas que admiro mucho, como Nelson Mandela y el Dalai Lama.<br />
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Lo que pasó con este galardón, sin embargo, me provocó tristeza y asombro. A pesar de la importancia del premio, un premio internacional que da mi país de gran prestigio, la embajada australiana en Reino Unido se negó a ser la anfitriona de la gala de entrega. La embajada propuso que la Fundación de la Paz de Sydney alquilara un bar cualquiera para la gala de entrega de premios.<br />
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Esa desconexión es precisamente lo que me alarma en mi país: por una parte el apoyo de la población, de los periodistas y de los abogados de derechos humanos, e incluso del anterior primer ministro Malcolm Fraser, y por la otra la actitud hostil del gobierno y la mayoría de los políticos, que no toman una posición firme para proteger a su ciudadano ante la ira del complejo militar-industrial de Estados Unidos. Es por tal brecha, por tal desconexión, que anuncié mi intención de postularme como candidato al senado de mi país en 2013. <br />
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<b>Se ha creado la idea de que WikiLeaks busca principalmente enfrentar al Pentágono. ¿Es esa en verdad la razón de ser de WikiLeaks?</b> <br />
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Este es uno de los ataques que carecen de fundamento. El material que ha publicado WikiLeaks desde 2006 concierne a cada país del mundo. Son cables diplomáticos y no hay ningún país que no se haya visto afectado por esa revelación. Desde el 2006 hemos publicado documentos de Reino Unido, Alemania, China, Cuba, Perú, Venezuela, Colombia, Irán, Somalia, Kenia, y otros muchos países. La acusación de que WikiLeaks sea una organización antagónica al Pentágono es una táctica. <br />
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Ni WikiLeaks ni Amnistía Internacional, por mencionar otra organización que persigue los mismos objetivos de justicia y transparencia, consideran que el Pentágono se encuentre exento de rendir cuentas a la población. Tiene que rendir cuentas a su propia población y a aquellas poblaciones donde está liderando una guerra. <br />
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A través de las grandes revelaciones de los documentos de Irak, sabemos que el ejército estadounidense estaba contabilizando las muertes de los civiles, aunque decían públicamente que desconocían los números: más de 100.000. <br />
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Si revelar crímenes de guerra y muertes de civiles inocentes a esta escala constituye a los ojos del Pentágono una afrenta, significa que los mecanismos democráticos en ese país han dejado de funcionar. <br />
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<b>WikiLeaks es para muchos un referente de periodismo investigativo y más de un premio internacional les ha sido conferido por su actividad. Para otros en cambio, lo de WikiLeaks son solo filtraciones, más no periodismo. ¿Dónde radica el componente periodístico de WikiLeaks? </b> <br />
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Usaré la misma pregunta como un ejemplo. Aunque mencionas que hay algunos actores que dicen que WikiLeaks no hace en realidad periodismo, no mencionan quiénes son ellos. Éste es un distractor utilizado por muchos periodistas. Eso es mal periodismo, el no nombrar a quienes afirman algo, ya sea porque al mencionarlos la afirmación pierde importancia o porque muchas veces nadie dijo lo que se afirma. <br />
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En el caso de WikiLeaks, quienes atacan verbalmente a la organización son o bien oficiales de los gobiernos o bien y, sorpresivamente, medios rivales. ¿Por qué se sienten como rivales dichos medios y ven a WikiLeaks como una competencia? Porque hacemos periodismo y hacemos mejor que el de ellos.<br />
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Los periodistas que toman una cámara para filmar una guerra son verdaderos periodistas, el periodismo no es garabatos de opinión, es encontrar, es ubicar, es extraer, es verificar, es seleccionar y presentar en un formato adecuado, con análisis completos, los hechos sobre el mundo, los hechos que pueden cambiar el mundo. WikiLeaks hace todo eso.<br />
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Los medios corporativos de comunicación hoy en día, con las nuevas tecnologías, tienen capacidad de crear opinión de acuerdo a sus intereses, como sugiere Chomsky. ¿Son un poder fáctico capaz incluso de someter a gobiernos? <br />
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La pregunta no es si los medios pueden controlar a los gobiernos o viceversa, puede que no haya diferencia entre ambos. La pregunta es cómo pueden las personas controlar a éstos.<br />
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Cuando los medios hacen su trabajo, éstos le dicen a las personas cómo las corporaciones y los gobiernos se comportan, sin ocultar verdades incómodas. Cuando un medio es corrupto, abusa de su posición de influencia y oculta información a las personas, o usa a las personas como un ejército personal en una lucha por sus propios intereses que no revela al público.<br />
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La mayoría, casi todas las organizaciones mediáticas grandes, están aquejadas por dicha distorsión, una corrupción institucional porque una vez que un medio crece y tiene suficiente poder, atrae a grupos poderosos que son capaces de controlar a las personas, entonces hacen tratos bajo la mesa para proteger ciertos intereses y para atacar a ciertos grupos.<br />
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Es por ello que es extremadamente importante impedir que los medios crezcan demasiado, y es por ello que la Internet ha sido un tremendo boom para la verdad. No porque todo lo que se publica en Internet sea cierto, sino por haber aumentado la barrera de entrada para que cualquier persona pueda publicar, para que miles de personas puedan publicar. <br />
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<b>¿Está consciente de que removió el poder más sofisticado de los gobiernos: el secreto? ¿Cómo cambia eso el mismo espíritu del poder frente a la posibilidad de visibilizarlo desde la información?</b> <br />
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Las organizaciones ocultan la información por una razón. Es caro dedicar recursos a ocultar la información y algunas veces la información se oculta con motivos que todos apoyaríamos en teoría, pero la mayoría de las veces la información es ocultada por una organización porque percibe que el público actuará en su contra si sabe lo que ha hecho o lo que está tramando.<br />
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Si es muy difícil para una organización, incluido un Estado, ocultar la información al público, es para ésta muy riesgoso proceder con un plan sucio, perpetrar una injusticia. Si se saca a luz los planes para llevar a cabo algo sucio o injusto, muchos de estos planes se pueden evitar. Porque una injusticia, una vez expuesta es lo opuesto y por lo tanto es muy poco probable que sea llevada a cabo o mucho más difícil para llevar a cabo.<br />
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Si los gobiernos no pueden hacer planes injustos, entonces los gobiernos solo pueden ser una herramienta para la justicia social. De forma similar las corporaciones, si es más fácil hacer un plan justo que un injusto, la mayoría de sus planes serán justos. <br />
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<b>¿El material dado a los medios, con la información entregada, también no reveló la precariedad de los medios frente a lo que oculta el poder, o cierta complicidad de los medios con ciertos poderes?</b> <br />
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Sí, encontré mucho de eso que menciona. Por ejemplo, en nuestra publicación de los cables diplomáticos, conocida como Cablegate, el periódico The New York Times avisó a la Casa Blanca que publicaríamos los cables diplomáticos aproximadamente dos semanas antes de que éstos salieran a luz por los grandes medios. <br />
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Lo que es más grave aún fue que este periódico cedió el control editorial por completo al gobierno, al Departamento de Estado, informándoles cada día antes de publicar qué cables en específico iban a salir. <br />
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Como resultado de dicha acción se suprimió y nunca se publicó una historia sobre el gobierno de los Estados Unidos y un escuadrón de sicarios dentro del Ejército, a pesar de que la historia ya había sido escrita por uno de sus reporteros.<br />
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Como éste, hay muchos otros casos, no solo fue The New York Times, El País redactó partes de los cables no para proteger a fuentes sino por razones políticas. Der Spiegel en Alemania censuró al menos un cable sobre Merkel y la guerra en Afganistán por razones políticas; The Guardian censuró cientos de cables, por ejemplo, que la Primera Ministra de Ucrania, Yulia Tymoshenko, ocultaba su fortuna en Londres y que la corporación Italiana ENI era corrupta.<br />
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Le Monde decidió no solo redactar sino además suprimir párrafos enteros de los cables diplomáticos sobre el África subsahariana. Es sorprendente además que un diario como The New York Times únicamente publicara 190 cables diplomáticos, menos de 0.08 del material revelado. <br />
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<b>¿Es posible regular a los medios, sin afectar a la libertad de expresión? En Ecuador, por ejemplo, no ha sido posible todavía acordar una ley regulatoria de medios, porque se argumenta que regulación equivale a censura. ¿Es esto necesariamente cierto?</b><br />
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Los mercados deben regularse para mantenerse libres, de otra forma las grandes empresas se transforman en monopolios o duopolios. Esto pasa también con los medios. Cuando las corporaciones de medios crecen demasiado tienen mucho poder en el mercado de las ideas y tienen además la capacidad de abusar de dicho poder y distorsionar la información, información en la que la gente basa sus decisiones, en la que las personas confían.<br />
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Es cierto que si no se tiene regulación de los medios para estos actores poderosos, el día de mañana podríamos observar a una corporación de bebidas pagando al periódico local más importante, por ejemplo El Comercio o El Universo, para que éste publique una nota diciendo que el producto de su competidor contiene cianuro. <br />
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Sin embargo, aún con regulación, si un medio es grande y poderoso, está en la capacidad de colocarse por encima de la ley, por medio de sus conexiones y contactos, o que bien abuse de la legislación para afectar a la competencia. <br />
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Creo que el correcto acercamiento al tema es tener poca o ninguna regulación de los medios para individuos y pequeñas editoriales, y además romper los monopolios mediáticos y que éstos no puedan abusar de su posición dominante en el mercado. <br />
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Si no es políticamente viable romper con dichos monopolios, entonces su comportamiento debe ser regulado de una forma cuidadosa.<br />
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<b>¿Cuáles son los principales elementos de la ley de medios que WikiLeaks promovió en Islandia y que han sido acogidos para su aprobación por el parlamento islandés?</b><br />
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La idea detrás de la Iniciativa de Medios Modernos presentada ante el Parlamento islandés es promover la industria de la Internet y la diversidad de los medios y por tanto la democracia a un nivel internacional, proporcionando protecciones y salvaguardas para publicaciones como WikiLeaks.<br />
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Esto se hace de distintas maneras, haciendo más fácil el registro de una organización de medios extranjeros, haciendo el requerimiento legal de que los periodistas protejan a sus fuentes, proporcionando legislación que proteja y prevenga la destrucción de material que ya ha sido publicado y los archivos históricos, y dando un premio anual a la libertad de expresión.<br />
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Está diseñada para proteger el periodismo investigativo real, como opuesto al periodismo capitalista. Está diseñada a proteger un periodismo como el de WikiLeaks de los abusos del sistema legal que las compañías usan para parar a los periodistas de investigación.<br />
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El mayor ataque a WikiLeaks de momento se ha perpetrado no directamente por el gobierno, pero por bancos y corporaciones hay más de cien ataques legales de momento. En su mayoría son instituciones financieras. Muchos periodistas han dejado los Estados Unidos para evitar ataques de las corporaciones a sus trabajos, por ejemplo en otros países pasa también que los periodistas se van al exilio para poder publicar o por lo que han publicado. <br />
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<b>Como repercusión directa de WikiLeaks en Ecuador se expulsó a la Embajadora estadounidense. ¿Qué opinión le merece una reacción así?</b><br />
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Antes de que Ecuador tomara la decisión de expulsar a la embajadora estadounidense fueron expulsados diplomáticos de México y de Libia. De la evidencia contenida en los cables diplomáticos parece ser que estos funcionarios decían una cosa a sus contactos locales o con las personas con las que almorzaban y otra muy distinta cuando enviaban sus reportes a Washington. Por lo tanto, no es una sorpresa que el gobierno de Ecuador perdiera la confianza en la Embajadora, en dichas circunstancias.<br />
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En lo personal, difiero con la decisión de expulsarla porque creo que habría sido una mejor estrategia quedarse con “el diablo conocido”. <br />
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<b>¿Qué opinión en general le merecen los procesos de cambio que ocurren en gran parte de Latinoamérica en la última década? ¿Conoce algo de lo que sucede en Ecuador, en particular?</b><br />
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He observado la fortaleza que crece en términos de cohesión y cooperación Sur – Sur, democratización, y ahora el liderazgo latinoamericano es reconocido en la escena internacional. Sobre Ecuador, es un país que está implementando medidas para reducir la pobreza y la desigualdad y eso es positivo.<br />
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<b>Usted prepara un programa de entrevistas para la TV. ¿Cuál es el perfil del mismo? ¿Lo podremos ver en Latinoamérica?</b><br />
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Sí, estoy filmando un programa que explora hacia dónde va el mundo en el futuro, utopías, desarrollos técnicos... Para ello he entrevistado a los más brillantes o de más impacto personas de distintas partes del mundo. Entre las personas que he entrevistado se encuentran desde pensadores como Noam Chomsky hasta el presidente de Túnez, por mencionar a algunos.<br />
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<b>Julian Assange se convirtió en un icono moderno del activismo contestatario. ¿Cómo observa este activismo en las nuevas generaciones, en los jóvenes latinoamericanos?</b><br />
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Vivimos en el mundo que nuestros sentidos perciben. Nuestros límites son los límites de nuestras percepciones. Esta generación sabe más que ninguna otra generación jamás. Sus acciones eclipsarán a todas las generaciones pasadas. Para cambiar el mundo en el que vivimos, observamos, pensamos y actuamos. Para observar, abrimos nuestros ojos.<br />
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Para pensar, abrimos nuestras mentes. Para actuar, abrimos nuestros corazones al coraje, a la valentía. Nuestros ojos nunca antes han estado tan abiertos. Nuestras mentes nunca antes han sido tan ágiles como hoy. Y nuestro valor, nuestro coraje, se está esparciendo como un virus.Orlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-79168580133487252612012-01-19T07:40:00.000-08:002012-01-19T15:47:15.490-08:00El desafío de Rafael Correa<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1H68JOGdPWHlb0CuWzCQxqBn8DTY9oE5uwsiZOdDPvnxGOwnWh1oRTgN-Zs4i8dMP69IBVR7EN3iIDqlod6zd2cpTZ1BsJhN-LbBOYZMkutvF7jl_1r0GGlKVvQBjcmZ6r16KgpsaBLU/s1600/13012012_AR_ENTREVISTAS_1AR5536.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 213px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1H68JOGdPWHlb0CuWzCQxqBn8DTY9oE5uwsiZOdDPvnxGOwnWh1oRTgN-Zs4i8dMP69IBVR7EN3iIDqlod6zd2cpTZ1BsJhN-LbBOYZMkutvF7jl_1r0GGlKVvQBjcmZ6r16KgpsaBLU/s320/13012012_AR_ENTREVISTAS_1AR5536.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5699492854914919202" /></a><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiW4iMXy_ug_2ij1Hmd8dwxc1H5XLvNdezeMjy0zneh16pnxMq9_VtX0C-FhyphenhyphenmTaBSDZ80oXst1_e7s8W1qclq7XYTxjRbjBSTD87w92PAbBNTt_FFB6mRmJviNaNvlEUxMBhSkVlPM7Vs/s1600/13012012_AR_ENTREVISTAS_1AR5706.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 213px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiW4iMXy_ug_2ij1Hmd8dwxc1H5XLvNdezeMjy0zneh16pnxMq9_VtX0C-FhyphenhyphenmTaBSDZ80oXst1_e7s8W1qclq7XYTxjRbjBSTD87w92PAbBNTt_FFB6mRmJviNaNvlEUxMBhSkVlPM7Vs/s320/13012012_AR_ENTREVISTAS_1AR5706.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5699492216656569634" /></a><br />El Mandatario ecuatoriano está más enfundado que nunca en su misión: cambiar al país. Cada frase, acción y gestión se mueve en ese eje. En la entrevista que concedió a El Telégrafo afronta esa reflexión y mira hacia adelante. (Publicada el 15 de enero de 2012, al cumplir 5 años en el poder)<br /><br /><span style="font-weight:bold;">Orlando Pérez</span><br /><br />Su despacho está aclimatado y luce muy iluminado. Reclinadas a su izquierda hay varias fotos. La que se destaca por delante de todas es la de su ex guardaespaldas John Merino, quien murió por efecto de la llamada gripe porcina, según algunos, por entregarse por completo al trabajo y no atenderse oportunamente. En otra está con su hijo Miguelito, en otra más, con su esposa e hijas. En todas hay un Rafael Correa tierno y afable, como si lo más importante fuese quien está a su lado.<br />Tiene varios libros apilados a sus espaldas. Entre ellos hay tres ejemplares de la útima edición del suyo: “Ecuador: de Banana Republic a la No República”. Lo comentamos mientras me regala uno. Y al mencionarle el libro del vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, Las tensiones creativas de la Revolución, abre los ojos y se da la vuelta: con emoción me indica uno que está en su maletín (ese que siempre lleva y lo acompaña, pero que ahora, a diferencia de cuando lo conocí en unos seminarios de la fundación Esquel, hace más de siete años, ya no se lo ve en sus manos).<br />Se trata de “El nuevo topo”, de Emir Sader. Es un texto que habla del proceso de cambio de América Latina de la última década. Y menciona a Correa y al Ecuador. Me lo recomienda y dice que es una gran obra para entender el momento que vivimos en el continente.<br />Sader, en una entrevista, cuando le preguntan ¿Qué país en América Latina ve con proyectos más consolidados?, responde: “Ecuador y Bolivia, que tienen procesos más orgánicos, más equilibrados entre la transformación social y la del Estado”. <br />Correa está en su despacho enfundado en su misión. No para un minuto y apenas tiene tiempo para leer con calma esos libros. Debe leer muchos documentos e informes, firmar papeles que deciden el destino de millones de ecuatorianos.<br />Cinco años después su mirada es la misma, pero hay algo en sus gestos que revelan que Correa no está comprometido con un plan idealista y menos solo con un sueño: está metido en una lucha y con una obsesión: cambiar al Ecuador. Y lo enfatiza varias veces: “Un cambio cultural es lo que nos hace falta, y eso no es fácil”.<br />Para nosotros, sus contemporáneos, tampoco es fácil entender cómo lo va a hacer, pero él replica: “Lo tenemos que hacer todos, en cada una de nuestras tareas y responsabilidades”.<br /><br />En la entrevista, que en las siguientes páginas se transcribe, deja entrever que hay cosas de las que se siente insatisfecho y hasta decepcionado, quizá porque no tiene eco y otras porque sus colaboradores se han demorado mucho en ejecutar lo que se pudo hacer en menos de un año. Pero también está convencido de que esta es una revolución y se siente orgulloso de liderarla.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">“Somos expresión de la indignación de los ecuatorianos”</span><br /><br /><span style="font-weight:bold;">¿Por qué el proyecto que usted preside es una revolución?</span><br />Este es un proyecto alternativo. Lo definimos como un cambio radical, profundo y rápido del sistema vigente, pero insisto, teniendo un sistema alternativo. Muchas veces no se puede tener todas las cosas claras. Se tiene que hacer camino al andar, pero con los principios claros de lo que se puede hacer. No se trata solo de oponerse por oponerse, cambiar por cambiar. La pregunta es: ¿cambiar hacia dónde? Tiene que ser hacia algo mejor, y eso es lo que está sucediendo en Ecuador.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">¿Y por qué todavía no es una revolución ciudadana?</span><br />Yo creo que sí es una revolución ciudadana. Ha sido la voluntad de los ciudadanos, fueron los indignados los que nos trajeron aquí. Ecuador se indignó mucho antes que el resto del mundo. Y gracias a esa indignación, a los forajidos, el decir basta a tanta destrucción, se generó el gobierno de la Revolución Ciudadana. Si usted mira los gabinetes itinerantes y la participación de la gente en muchas acciones, le puedo asegurar que esta es una revolución de los ciudadanos.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">¿Cree que el “Club de Tobi” es el que quiere gobernar el país?</span><br />Gran parte del “Club de Tobi” continúa en el Gobierno. Ahí está Fander Falconí, Augusto Barrera, Javier Ponce, quien le habla, por supuesto, y todos rendiremos cuentas a la historia. Estoy de acuerdo con que exista lugar para disentir, para criticar, pero tratar de desestabilizar, obstruir, hacer fracasar a este gobierno, jamás. ¿Cuál es el objetivo? Lo que están haciendo es a favor de los grupos de derecha que tanto daño nos hicieron. Aquí no esperamos que mande el “Club de Tobi”, queremos que manden las grandes mayorías en procesos democráticos. Esencial en ese proceso son los programas que se han presentado al escrutinio del pueblo.<br />Le digo esto porque algunos contradictores ahora dicen que ya no es de los ciudadanos, sino solamente del Presidente...<br />La mediocridad ha llegado hasta el punto que ha satanizado hasta el liderazgo. ¿Usted me puede decir de algún proceso en el mundo que no haya tenido un liderazgo fuerte? Este Gobierno ha sido mucho más participativo, con equidad de género, gabinetes itinerantes, socialización de leyes, la misma elaboración de la Constitución de la República, con todos los espacios de participación y en jornadas extenuantes, el Presidente recibiendo a todos los estamentos, gremios, alcaldes, visitas a cada rincón del país.<br />Para Gustavo Larrea, quien es el que dice esas cosas; y para Alberto Acosta, participación es que nosotros ganemos elecciones y decidan ellos. A ellos les tengo la mala noticia: mientras yo sea Presidente, aquí va a prevalecer la voluntad del pueblo ecuatoriano, el programa de gobierno votado en las urnas; y no los caprichos de los que nunca han ganado media elección. Nos pueden acusar de cualquier cosa, menos de incoherentes: hacemos exactamente lo que propusimos al pueblo ecuatoriano y lo que este aprobó mayoritariamente en las urnas.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">Tras cinco años, ¿cuál cree que es el factor real emancipador de la Revolución Ciudadana?</span><br />Nosotros somos la expresión de la indignación de la gente, y esa indignación tenía que sentirse correspondida y útil. Creo que eso hemos logrado. Si usted me pregunta cuál es la principal obra del Gobierno, respondería: hemos logrado superar esos complejos a los que tanto tiempo nos condenaron la prensa, los estamentos, las élites y hasta ciertos grupos eclesiásticos, de que éramos inferiores al resto, de que así nacimos y así vamos a morir, de que somos los más perezosos, los más corruptos. Un ejemplo concreto: carreteras. ¿Quién se iba a imaginar que Ecuador podía tener las mejores carreteras de la región? Ya era un destino ineluctable, una ley física, que nosotros no podíamos tener buenas carreteras. Eso es uno de los grandes descubrimientos. Yo, como economista, sé que la infraestructura es fundamental en el gran desarrollo, que la infraestructura es importante. Lo que nunca me imaginé era el efecto en la autoestima de la gente. Por lo tanto, hemos recuperado esa fuerza interior, esa voluntad de cambio, de victoria, que es fundamental para que los pueblos salgan adelante.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">¿Cómo le suena la siguiente frase al Presidente: La Revolución Ciudadana mató a la partidocracia, pero todavía asiste a su duelo?</span><br />Yo creo que tiene mucha razón. Lo peor que podemos hacer es caer en el exceso de confianza. Hemos cambiado la relación de poder, pero ese otro poder, la partidocracia, todavía sigue vivo, debilitado pero vivo. Ya no controla el país, pero existe y al menor descuido puede retomar su poder. Esa clase política que teníamos está tremendamente debilitada, pero de repente los medios generan una mentira creíble, nos desestabilizan y esa partidocracia puede volver al poder. Ese es un desafío. Sé que en nuestro gobierno no vamos a resolverlo todo. Este proceso requiere de diez o quince años. Dios quiera que continúen gobiernos sucesivos de la Revolución Ciudadana.<br />Muchas veces se le escucha hablar de que no es un político, ¿qué le impide todavía definirse como tal después de cinco años de hacer política desde el poder?<br />Yo siempre he sido político, si define político en su forma etimológica, es decir: buscar el bien público. En ese sentido creo que todo ciudadano tiene el deber de ser político. La política, peyorativamente entendida en el Ecuador, es terrible y yo la rechazo. Para mí, la política es servir, independientemente de lo que logre o no logre. Si no logré servir, si no logré cambiar nada, fracasé totalmente en política.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">¿“Política” está dejando de ser una mala palabra?</span><br />Nunca fue una mala palabra. La estigmatizaron los politiqueros de aquí, la destruyeron; y ese es uno de los retos: rescatar la validez de la política.<br />¿Qué aprendió de bueno, o qué hay de bueno en la política o haciendo política durante estos cinco años?<br />Esa disposición de servir, siempre lo dijimos. Uno puede servir desde cualquier rincón, desde cualquier lugar, pero no nos engañemos: aquí hay injusticia estructural, siempre habrá desfavorecidos por la naturaleza, discapacitados, gente que necesite de la solidaridad de uno, del cariño, del acompañamiento, pero esa inequidad, esa injusticia social económica es estructural; y para cambiar eso se necesita cambiar el poder. No nos engañemos, yo puedo hacer fundaciones, apostolados y muchísimas cosas, pero tan solo va a sostener un sistema tremendamente excluyente si la sociedad siempre quiere beneficencia, caridad. Lo que es intolerable son los pobres socioeconómicos. Y para remediar esa pobreza intolerable tenemos que cambiar estructuras; y para cambiar las estructuras se necesita un poder político.<br />Presidente, en cinco años usted insiste regularmente, y me parece que ya ha calado mucho en el imaginario de la gente, que no puede haber un cambio cultural en cinco años, profundo, transformador, de un día para el otro. <br /><br /><span style="font-weight:bold;">¿Qué ha frenado en cinco años ese proceso de cambio cultural y cómo están dadas las condiciones para que ese cambio ocurra en los próximos años?</span><br />Yo creo que sí hay un cambio cultural. Le decía hace un momento: hay que recuperar la confianza en nosotros mismos, el no tener ese derrotismo histórico, de que no podemos salir adelante. Eso ya es un cambio cultural, pero falta avanzar mucho más. Muchas veces ese cambio cultural se acelera por graves acontecimientos que, Dios no quiera, pasen en el país, como las guerras mundiales que hicieron cambiar radicalmente ciertas sociedades. Entonces es un proceso donde tiene mucho que ver la educación, el liderazgo, la religión. La cultura está tremendamente condicionada por la religión. Si hay una religión que te dice: “Yo nací pobre y moriré pobre, porque después en el paraíso seré rico y voy a vivir feliz, porque así Dios me hizo y todo depende de Dios y nada de mí”, se inmoviliza. Son esas cosas las que tenemos que cambiar. Y para ello hace falta un proceso político y un proceso que hay que acelerarlo.<br />Cada vez estoy más convencido de que necesitamos una segunda etapa; en una segunda etapa la relación de poder será distinta. Eso implica, en términos económicos, mejor asignación de recursos. Si antes iba todo a la deuda, ahora va todo para educación, salud, etc. Pero ahora viene una segunda etapa. El desarrollo, el punto de partida fundamental es que cambie la relación de poder. No es un problema solamente técnico, pero también es técnico. Y ahí viene lo de cultura: buscar la eficiencia, la responsabilidad, hacer las cosas extraordinariamente bien.<br />Estoy convencido de que los países que han logrado el éxito son los países donde el lustrabotas, el conserje y hasta el gerente general de la compañía hacen las cosas extraordinariamente bien. Eso se llama cultura de la excelencia.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">“Hay gente que era de la CIA que ahora sigue conspirando”</span><br /><br /><span style="font-weight:bold;">¿Qué le impediría a usted ser reelecto presidente?</span><br />Que haya otra persona de Alianza PAIS que garantice de mejor manera la victoria electoral. Ahí me haría a un lado. Estoy bastante cansado, mi familia se ha sacrificado muchísimo. Lo que menos pretendo es ser indispensable. Todos somos necesarios, pero nadie indispensable.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">Si Lenín Moreno ya no será su compañero, ¿su binomio será una mujer, indígena y joven?</span><br />No especulemos de las especulaciones. Primero habrá que definir si voy a la reelección o no. Y por supuesto que sería interesante un binomio con una mujer joven que represente todo lo que busca la revolución ciudadana, grupos siempre excluidos, indígenas, un afro, mujer por equidad de género, juventud, pero no siempre se puede encontrar el candidato ideal.<br />¿Siendo este año de elecciones, cuál será el eje movilizador de su campaña?<br />Hemos dicho que se van a priorizar varios aspectos, la revolución vial, educativa, salud, seguridad. Ya se están viendo los frutos de todo lo que hemos sembrado estos últimos años. Este año haremos 425 UPC, está en prueba el sistema integrado de seguridad más moderno de toda América Latina y es impresionante realmente. Algún rato vaya y vea La Puntilla. Hemos dicho que este será el año del talento humano, la ciencia y la tecnología. Y estamos poniendo mucho énfasis, porque creemos que sin eso no habrá futuro. Será la evaluación de las universidades, la ciudad del conocimiento y fomentar los recursos para laboratorios de investigación.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">Usted varias veces ha dicho que se va a radicalizar la revolución. ¿Este será el año para eso?</span><br />Para radicalizar esa revolución tenemos que seguir con ese cambio de poderes en función de las grandes mayorías que dependen básicamente de la acción política del Gobierno. El complemento, lo necesario, es el cambio cultural, la cultura de excelencia depende de todos los ecuatorianos.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">¿Cuál es el momento más crítico vivido durante estos cinco años?</span><br />Han habido muchos. Recuerde que a los nueve días de asumir el mando, en un trágico accidente, murió Guadalupe Larriva y su hija Claudia de 15 años, y cinco soldados de la Patria. Después vino lo de la Angostura, cuando encima nos quisieron involucrar con las FARC, y luego obviamente el 30 de septiembre y hasta ayer (el jueves pasado) la renuncia del ministro de Salud, un queridísimo amigo. Son cosas duras. Pero probablemente el más crítico fue el 30 de septiembre, sobre todo cuando supimos que balas asesinas mataron a cinco ciudadanos, uno de ellos civiles y cuatro uniformados.<br /> <br /><span style="font-weight:bold;">¿Y el momento más emotivo?</span><br />Ahí tenemos muchos, pero el peor error en el que podemos caer es el exceso de confianza. Y hay muchas cosas irreversibles. E insisto, cada día nos levantamos pensando qué se inventó la prensa. Mire lo que sacó el Washington Post, un poco menos que aquí hay un dictador loco, manipulando la justicia. Hay gente conspirando y cara dura, los jefes de inteligencia que descaradamente trabajan con la CIA siguen conspirando y manejando círculos.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">“Aquí han querido privatizar hasta la libertad de expresión”</span><br /><br /><span style="font-weight:bold;">Algunos analistas creen que en este proceso, al no tener enemigos políticos claros usted escogió a la prensa como contradictor político.</span><br />En primer lugar no es cierto. Alguna gente me sobreestima y piensa que yo estoy calculando todo, y no es cierto. Sinceramente estoy convencido de que la prensa es uno de los poderes fácticos más grandes de Ecuador y de América Latina, y planetarios. Son empresas con fines de lucro que proveen un bien fundamental: la información. Y más aún, no son 500 empresas, a nivel nacional son 4 ó 5 diarios, 6 ó 7 canales, son oligopolios manejando la información.<br />Son grupos con tremendo poder social y económico. Y en el caso ecuatoriano claramente han abusado de ese poder informativo. Entonces estoy convencido de que son un grave peligro para la democracia y estoy determinado por el bien mío y de las futuras generaciones a poner límites a los abusos de poder que han cometido ciertos negocios dedicados a la comunicación.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">La libertad de expresión también es una suma de derechos. ¿En su criterio, cuáles privilegia a la hora de defender la libertad de expresión de los ecuatorianos?</span><br />Ese es un falso dilema. Toda libertad tiene límites y están claramente establecidos. Incluso, en los instrumentos internacionales se fijan los límites a la libertad de expresión: la honra y reputación de las personas, que también son un derecho humano, y la seguridad nacional. Pero aquí, enarbolando la libertad de expresión, manipulando y tergiversando ese derecho tan sagrado, quieren hacer lo que les da la gana. Mire el caso de El Universo: en nombre de la libertad de expresión están utilizando una mentira, cuando la libertad de expresión se debe basar en la verdad.<br />Entonces, yo privilegio la verdadera libertad, la que se basa en la verdad, porque no hay libertad sin responsabilidad. Aquí han querido privatizar hasta la libertad de expresión creyendo que se trata de un derecho solo de los dueños de los periódicos, cuando es de todos los ciudadanos.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">A los medios públicos nos acusan de gobiernistas, de oficialistas...</span><br />Porque no me insultan, así que deberían insultar de vez en cuando al presidente (risas). <br /><br /><span style="font-weight:bold;">¿Qué deben ser para usted los medios públicos: críticos, investigativos, de servicio a la ciudadanía, reflexión, debate?</span><br />Todo aquello. Que cumplan su deber fundamental de comunicación social. Lo básico aquí es la comunicación social y los instrumentos son los medios de comunicación, en parte. Yo hago comunicación social con mi informe de labores cada sábado. En parte son los medios de comunicación, pero ¿por qué tienen que ser privados y con fines de lucro? Es más, por definición, si se contraponen sus intereses privados, a la comunicación social, van a privilegiar lo primero.<br />Entonces es bueno que haya medios públicos, sin finalidad de lucro, medios alternativos y comunitarios. Eso es democratizar la comunicación social y es acercarnos a la verdadera libertad de expresión. Y ¿qué espero de los medios públicos? Que cumplan a cabalidad ese rol de comunicación social, lo que dice usted: reflexión, opinión, crítica, investigación, pero no mentira, ni manipulación.<br />Hasta esa manipulación que se hace desde los medios en función de cierta religiosidad. Yo recuerdo cuando Facundo Cabral comentaba algo que le había sorprendido en uno de sus viajes: encontró a un hombre en un basurero y le preguntó dónde le gustaría estar y él dijo: “Aquí, porque aquí es donde el Señor me puso”. Él lo presentaba como algo bueno, ¡pero es terrible! Mata toda capacidad de superación, te condena a un conformismo terrible. Entonces, esa clase de antivalores culturales son terribles para el progreso y para el buen vivir. Entonces el cambio cultural es fundamental, pero no solo en ese sentido, de superar el inmovilismo, está también en la capacidad de organización.<br />En América Latina todo el mundo quiere ser capitán y nadie marinero. Todo el mundo dice que lucha contra la corrupción, y cuando ocurre algo dicen “metan preso a todo el mundo menos a mi familia, a mis amigos no”. Resulta que todo delincuente tiene familia y amigos. Entonces, el capital cultural es sumamente importante.<br />Y por último está el capital social, eso es básicamente tener un proyecto nacional, porque de qué sirve tener 14 millones de genios halando cada uno para su lado. Ejemplo de lo que digo, Rusia, en los años 90. Tenían ciencia y tecnología, tenían gran talento humano, pero se destruyó su capital social y decreció un 30% su PIB.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">“No hemos podido cambiar el modelo de acumulación”</span><br /><br /><span style="font-weight:bold;">¿Por qué no se pudo reducir más la pobreza de lo que ya ha bajado? ¿Es por falta de recursos, calidad del gasto o un fenómeno crónico que el Gobierno no lo podía lograr?<br /></span>Es cambiar las estructuras y eso es tremendamente duro. Hemos avanzado y creo que el país va en la dirección correcta. Poco a poco seguiremos avanzando. El país es como un barco gigantesco que de cierto modo va hacia un iceberg y mientras más grande es el barco más rápido llegará al iceberg, lo que hace más difícil cambiar de dirección.<br />Hemos logrado enrumbar al país en la dirección correcta, pero ahora es necesario tomar velocidad de crucero, y lo más difícil ha sido cambiar esa relación de poderes y esperamos que la disminución de la pobreza se acelere aún más, pero no vamos a olvidar que nuestras economías son aún vulnerables; y es un éxito estar entre los cinco países que más han reducido pobreza en América Latina según la Cepal, un éxito que hemos logrado teniendo de por medio una tremenda pobreza económica a nivel mundial desde el año 2008 y comienzo de 2009.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">En su libro (Ecuador: de Banana Republic a la No República) dice que “la verdadera estabilidad económica es lograr el máximo de crecimiento y empleo productivo sostenibles en el tiempo. Para ello se necesita el incremento de fuerzas productivas internas de acumulación y progreso, es decir, los llamados recursos productivos”. ¿Ocurrió esto en estos cinco años en el Ecuador?</span><br />En la economía ortodoxa los recursos productivos son tres: cantidad de trabajo humano, cantidad de capital físico -que no es un recurso, sino una consecuencia- y recursos naturales.<br />La historia del siglo XX se encargó de pulverizar esa teoría porque muchos de los países que tuvieron éxito no tenían ni recursos naturales, e insisto, el capital físico era una consecuencia de la acumulación, y tenían poco trabajo humano. ¿Cuáles son los países que tuvieron éxito en el siglo XX? Los que acarrearon más talento humano, calidad, ciencia y tecnología, pero eso no es suficiente. Tú puedes tener un gran talento humano, ciencia y tecnología, pero si no hay un proyecto común, todo el mundo halará para su lado.<br />Entonces, se requiere un proyecto común y una cultura de excelencia, me refiero sobre todo a capacidad y conocimiento, hacer las cosas bien, asumir responsabilidades; y estamos tratando de desarrollar talento humano, ciencia y tecnología, y un proyecto nacional.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">Si hacemos un balance de esos recursos productivos en el Ecuador, ¿en qué nivel estamos?</span><br />Una revisión resumía que son siete los pilares del desarrollo -algo sobre lo que escribiré algún día-, pero creo que son tres los recursos deseables: es deseable tener capital físico, como consecuencia de la acumulación, porque no es que naciste con tractores, carreteras... Es deseable tener mucha gente en condición de trabajar, pero no es indispensable. Es deseable tener recursos naturales, aunque Alberto Acosta dice que es una maldición, lo que a mí me parece una barbaridad porque es como todas las cosas, las puedes utilizar bien o mal. Todo el mundo habla de que el turismo es el futuro del país; bueno, usted puede atraer más turismo, pero puede ser una maldición, ¿me explico? Todo puede ser malo o bueno, depende de cómo lo utilices. Creo que esas cosas a lo sumo son deseables, ¿pero cuáles son las bases para el desarrollo?: el conocimiento la ciencia y la tecnología, esa es la base del futuro.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">¿Y cómo está el Ecuador en ese aspecto?</span><br />Hemos duplicado la inversión, pero no llegamos ni al 0,5 del PIB cuando la Unesco recomienda al menos el 1% del PIB. ¿Capital institucional? Se puede tener gran recurso humano pero si existe un igualitarismo a ultranza, si independientemente del sacrificio y el esfuerzo todos tienen la misma recompensa, jamás serviría; y el otro extremo, el exceso de individualismo mata a la sociedad. Entonces hay que tener la correcta conjunción entre potenciar las capacidades individuales sin destruir a la sociedad, ese es el desafío del socialismo del siglo XXI. La cultura es fundamental, porque hay culturas que te alientan y hay culturas que te condenan.<br />La clase media y popular están en mejores condiciones, es indiscutible, pero los ricos también están mucho mejor. <br /><br /><span style="font-weight:bold;">De ser así, ¿querría decir que la matriz estructural no ha cambiado mucho?</span><br />El modelo de acumulación no lo hemos podido cambiar drásticamente. Básicamente estamos haciendo mejor las cosas con el mismo modelo de acumulación, antes que cambiarlo, porque no es nuestro deseo perjudicar a los ricos, pero sí es nuestra intención tener una sociedad más justa y equitativa.<br />En todo caso, aquí nadie ha inventado el agua tibia, estamos aplicando todas las medidas, tal vez nos falta profundizar algunas para lograr una sociedad más equitativa, pero el que más tiene, más paga; es decir, hay un sistema tributario progresista en el que hemos avanzado muchísimo, porque con ese ingreso se financia la igualdad de oportunidades: educación, salud, etc.<br />Hemos mejorado en forma cuantitativa, pero aún nos falta en forma cualitativa, que no es fácil, depende del cambio cultural, y no es la labor de un Gobierno, sino de 14 millones de ecuatorianos. Como pasó ayer en el hospital Baca Ortiz, con los fondos rotativos. Le pregunto al administrador: ¿por qué han puesto fundas de basura en las ventanas y no compraron cortinas con los fondos rotativos? y me dice que “los fondos rotativos son solo para medicinas”. ¿En dónde está eso?, es solo un invento, para no hacer nada. Entonces se requiere un cambio cultural para haya realmente igualdad de oportunidades, calidad de la educación, acceso a salud, etc. <br />También hemos pasado del capital al trabajo. Se han eliminado muchas formas de explotación, como la tercerización, los contratos por horas y ha crecido la afiliación a la seguridad social. Hemos disminuido el desempleo mejorando la calidad de empleo, lo cual contradice toda receta neoliberal que mencioné antes.<br />Y hay algo que ha pasado desapercibido, la forma de repartición de utilidades, somos los únicos en América Latina. Decimos que el salario mínimo es eso, un mínimo, para evitar males mayores como el desempleo, pero no es justo. Un salario justo, por decir algo, sería unos 350 dólares, entonces nadie puede declarar utilidades hasta que el último de los trabajadores tenga ese salario digno. Es decir, una empresa, para sobrevivir, puede pagar el mínimo, pero no va a declarar utilidades hasta que todos hayan ganado el salario digno. Eso significa repartir el 100% de las utilidades hasta alcanzar ese salario, es un poderoso instrumento para lograr la equidad.<br />Todavía nos falta el cuarto elemento para lograr equidad, que es la democratización, la mejor distribución del acervo social. Todo estaba hecho para perjudicar a los más pobres. Ejemplo: las playas y bahías son del Estado, pero se concesionaron a los ricos para que pongan camaroneras y, en la isla Puná, ni siquiera contrataban a los lugareños. <br />La pesca de arrastre: 17 familias con barcos que tienen toda la pesca y los 20 mil pescadores artesanales se quedaban sin peces.<br />El acceso a la tierra: queremos garantizar no solo acervos públicos sino acervos privados, con acceso a la tierra, al agua y a la propiedad de las empresas, como hemos hecho con las empresas que estaban en manos del sector público, pero sin duda hace falta mucho más.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">¿Qué le revela a usted, como Presidente y economista, el siguiente dato: en el 2000 había 42 bancos que manejaban 7.500 millones de dólares y en 2011, 20 bancos manejan entre 16 mil y 17 mil millones de dólares?</span><br />Eso es porque la economía ha crecido, y es bueno. No es saludable que haya tantos bancos pequeños o tres o cuatro bancos inmensos.<br /> <br /><span style="font-weight:bold;">¿Cuál es la cantidad adecuada?</span><br />Eso depende de cada realidad, pero en principio, a ojo de buen cubero, que existan 42 bancos en una economía como la nuestra era una barbaridad, 20 es una cantidad razonable, y en buena hora que esos 20 manejan mayor nivel de recursos porque la economía ha crecido.<br />El sistema financiero es fundamental para la actividad económica, y no porque la maneja, sino porque encauza la riqueza generada por la sociedad. Su estrategia fundamental es captar ahorro y encauzarlo a la actividad productiva; el propósito es que lo haga de la forma más eficiente. (OP)Orlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-31115413609941128852011-09-28T06:48:00.000-07:002011-09-28T06:49:26.427-07:00Carta a Juan Pablo BolañosNo te conocí. Y parece que te he visto toda la vida, como si hubiésemos compartido las aulas del Mejía, las calles del centro de Quito y hasta las cantinas que rodean a la Universidad Central. En tu mirada se dibuja la vida de quienes miran solo hacia adelante, buscando todos los futuros imaginables. Tu alegría contagiosa fue esa para saldar todas las tristezas. Y tu muerte el 30-S es una llaga que nos arde a todos.<br /><br />Tu madre y hermano cuentan de tu vida como un pasaje eterno e interminable, cargado de locas intensidades, como un viaje eterno sin paradas. Ya eres para ellos y para nosotros un ser infinito. Sobrecoge tu pasión por la justicia. No me cabe la menor duda de que eras de aquellos que miran a los ojos cuando se comete la mínima injusticia. Y también de los que saben perdonar con menos de una mueca. Las últimas fotos que te tomaste y que ahora posan en la pared de tu dormitorio prueban una sencillez y ternura de caramelo. Desde tus pupilas se observa la pobreza que viviste y quisiste cambiar. ¿Por qué querías ser economista? ¿Qué había en ese sueño?<br /><br />Detesto a quien te mató. Él sabe que te apuntó, quiso vengarse de su propia ingratitud con tu lucha. Apuntó para matarte porque le decías con tu mirada el horror que cometía. Por eso, en el acto más perverso e irracional, apretó el gatillo. Si es de aquellos gendarmes que sostienen sus verdades, debería entregarse para asumir su culpa, pero si es de esos otros que niegan todo y culpan de todo a los demás serán su conciencia y su corazón sus verdugos.<br /><br />Aquí no caben las bendiciones ni las aguas benditas.<br /><br />Cuando oía que te habían matado y que llevabas el nombre que siempre quise tener me dije: “¿Por qué no fui yo?”.<br /><br />Vos tenías tantos libros por leer, decenas de caminatas por hacer, muchos enamoramientos por sufrir y gozar, demasiadas horas para el ensueño y la nostalgia. Tenías una vida por devolver. Cuando se asesina a un joven también mueren muchas esperanzas, pero sobre todo asesinan la sonrisa y algo de la alegría que buscamos cada amanecer.<br /><br />Por eso me llega fuerte este poema de Borges, que seguramente leíste y ahora es posible cantarte de este modo: “No habrá sino recuerdos./Oh tardes merecidas por la pena,/noches esperanzadas de mirarte,/campos de mi camino, firmamento/que estoy viendo y perdiendo.../Definitiva como un mármol/entristecerá tu ausencia otras tardes”.<br /><br />No tengo más que estas palabras amigo Juan Pablo Bolaños para saludarte con todas mis ausencias. Bienvenido seas a la vida que delegas a todos los que te debemos muchas luchas.Orlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-36790605604803113152011-07-11T09:35:00.000-07:002011-07-11T09:36:18.306-07:00Orlando, el insurrectoPor Juan Carlos Morales<br />(Publicado en el diario El Telégrafo, sábado 9 de julio 2011)<br /> <br />Orlando Pérez, en estos días, dice creer en los periodistas inquietos, insurrectos, traviesos, curiosos, lectores, rabiosos y en aquellos que silenciosamente nos enseñan a no ser mediocres y mucho menos ambiciosos. Es decir, añadiría, a no estar cosificados por el sistema a la espera de la medalla de 25 años de “buenos y leales servicios”, de las manos del patrono.<br />Cuando se piensa en estos asuntos inevitablemente surge la voz profunda de Ernesto Sabato: “Los personajes centrales de Anouilh son casi siempre muchachos que se aferran al amor absoluto y a la pureza; aun al precio de la muerte, se niegan a madurar, es decir, a relativizarse. El tiempo relativiza siempre, inevitablemente convierte lo puro en impuro, la ilusión en realidad. “Madurar” es envejecer, ensuciarse las manos, volverse sensato, aburguesarse, entrar en el juego de las conveniencias y de la razón; en suma, transformarse en un cochino”. Esto se lee en Heterodoxia, pag. 181, de sus Obras Completas, Seix Barral.<br />El escritor argentino, quien hace poco habría cumplido 100 años, nos habla del público-masa, ese conjunto de seres que han dejado de ser hombres para convertirse en objetos fabricados en serie. Hay muchas causas dice: “…la educación estandarizada, embutidos en fábricas, sacudidos diariamente al unísono por las noticias lanzadas por centrales electrónicas, pervertidos y cosificados por una manufactura de historietas y novelones radiales, de cromos periodísticos y de estatuillas de bazar”.<br />En este punto Sabato, quien escribió el texto en 1953, nos advertía de lo que ahora llamamos la mediación de los medios, para recordar a Jesús Martín Barbero. Basta encender la televisión tradicional para darnos cuenta de que mucha de la programación está hecha “para oficinistas, para chicas semianalfabetas y cursis”, según las palabras del maestro. Hay que decirlo: en un país donde únicamente el 1 por ciento de su población mayor de 18 años lee, la realidad –pero nunca la historia- está en los medios.<br />Como van a querer, me pregunto entonces, que existan medios públicos. Que existan otras miradas en horarios donde, en otros canales, nos construyen una realidad de balas y de raiting (“sinvergüenzas”, nos dicen, por no estar en la lógica del mercado). Porque ese también es el tema de discusión en el periodismo, traído a colación merced a Sabato: la búsqueda de esa otra verdad, más allá del vértigo noticioso que nos lleva a la desmemoria. Así que tranquilo Orlando Pérez, mientras existan periodistas insurrectos aparecerán sus nombres en hojas pagadas por quienes nunca escriben la historia.Orlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-25153676665868571882011-07-07T15:21:00.001-07:002011-07-07T15:30:52.365-07:00En esto creo (II)Creo en los periodistas, pero dudo de los medios. El tránsito por ellos puede ‘aniquilar’ al reportero y al cronista por excelencia. El periodismo es un oficio insurgente e irreverente, con sus normas y paradojas. Entre periodistas y medios hay una relación extraña y hasta promiscua: los segundos no pueden vivir sin los primeros, pero también detestan que la esencia del periodismo (la búsqueda de la verdad) no les sostenga económicamente y mucho menos les obligue a revisar sus códigos y moralidades. Los primeros sin los medios, aparentemente, no existen. Sin los medios los periodistas estamos descobijados, pero por suerte ahora tenemos otros soportes y registros para publicar. Los medios, muchas veces, desprecian a los verdaderos periodistas.<br />Así como creo que la curiosidad obliga a abrir los ojos y a tener un oído potente, garantiza estar callado y aprender de todo, los periodistas sin esa condición pasamos a ser otra cosa y cada día menos periodistas. Afecta y hasta duele la vista ver el título de periodista en personas que tienen una linda cara, nunca escriben, se disfrazan de tales para hacer política y no oyen, ni ven y menos aprenden y, para vergüenza pública, hablan a nombre de la sociedad. Los periodistas verdaderos no pasan por ese estándar, al que lo someten algunos medios, porque están encantados escribiendo y observando dónde revelar lo que todo el mundo quiere leer. Esos periodistas, casi siempre, llegan a viejos y sólo en esa condición son reconocidos.<br />En el mundo son pocos los medios creados sólo por periodistas y para hacer sólo periodismo. Por eso también creo que los periodistas somos algo inútiles para independizarnos de los medios tradicionales. A veces sentimos vergüenza de trabajar en algunos medios y seguimos ahí porque no tenemos dónde hacer periodismo. O sea: publicar, pensar, reflexionar y hasta provocar a todas las moralidades, poderes y estructuras caducas de pensamiento e interés económico. Y cuando más encantados de hacer periodismo nos hallamos no faltará quien nos censure, pero de esas tenemos que pasar muchas veces para asegurar que más allá de lo que los medios publiquen o no, la gente se informará de todos modos.<br />Creo en las y los periodistas inquietos, insurrectos, traviesos, curiosos, lectores, rabiosos y también en aquellos que silenciosamente nos enseñan de mil modos a no ser mediocres y mucho menos ambiciosos. Y ante todo creo en el periodista humilde, de humildad perenne, que en esencia transporta honestidad y sabiduría.Orlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-138939084693737442011-07-07T15:20:00.001-07:002011-07-07T15:20:45.784-07:00En esto creo (I)El título es un plagio a Carlos Fuentes. Y asumo que también del sentido de las confesiones, con un solo objetivo: afirmar categóricamente al ser humano que, alimentado del segundo líquido amniótico (el deseo y la lectura), participa de la vida en sus dimensiones más íntimas e intensas. La primera de ellas, sin recelo alguno, es la curiosidad: esa búsqueda casi ciega de algo inexplicable en cada una de las cosas y vivencias. He vagado mucho montado en la curiosidad para descubrir que no siempre las verdades son una sanación y menos la explicación a lo que ves o te cuentan. Reivindico mi fe en la curiosidad y en su amable complemento: la sorpresa.<br />La curiosidad obliga a abrir los ojos y a tener un oído potente. Garantiza estar callado y aprender de todo. Permite que con el olfato las alertas lleguen antes que las noticias y los voceros no sean sino parlantes de nuestras intuiciones. Para ser curioso no hace falta mucha preparación ni estudios superiores, solo un ansia cotidiana de no quedarse conforme con nada. Y hay que leer demasiado, que es lo que todavía me falta. La lectura advierte y convoca a los malos y buenos pensamientos para mirar por encima de lo evidente. Aviva los sueños y fantasías, que son también materia prima de otras curiosidades. Por eso releo a curiosos tímidos como don Quijote, un tal Shakespeare, el honorable Hans Christian Andersen o al genio Jorge Luis Borges, el mayor curioso contemporáneo.<br />Claro, curioseando se aprende y también se desaprende. Poco a poco uno descubre que el amor y el deseo por otra persona es más que un instinto: es un acto curioso para reconocerse como diferente desde la intimidad y a la vez ser uno solo en el abrazo y en la cópula. Y también uno desaprende que del amor no hay que esperar mucho, tan sólo una enorme compañía para cuando la soledad es una obligación o una condición impuesta. Pero se aprende curioseando de las buenas personas que no te obligan a nada y con sólo estar y observarlas conoces cómo se es amigo, hermano, padre o hijo. O de aquella llamada inesperada, de alguien aparentemente tan poderoso, para darte un abrazo cuando más desolado te hallas.<br />Creo poderosamente en la curiosidad como ese camino estrecho y rodeado de árboles por donde se llega a todas partes y a ninguna también. Curioseando a diario es más fácil sentirse incómodo y rebelde ante ciertas injusticias y defectos propios. O sea, no es un sendero hacia ninguna felicidad. Y como curiosos plenos podemos, luego, hablar del periodismo y de toda clase de revoluciones.Orlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-5509239363988591642011-06-02T10:47:00.000-07:002011-06-02T10:48:15.538-07:00UNA RESPUESTA A GUSTAVO ABAD SOBRE EL ROL DE LA PRENSA EN LA CONSULTA DE MAYO 2001Estimado Gustavo<br /><br />He dejado pasar unos días para responder a tu artículo, publicado en tu blog (http://rostroadusto.blogspot.com/2011/05/triunfalismo-oficial-versus-disidencia.html) bajo el título Triunfalismo oficial versus disidencia y reproducido por algunas redes, correos, afectos y desafectos con el cambio, la responsabilidad pública y la ética periodística. <br />El artículo parte de una premisa equivocada que espero la entiendas y la comprendas para dimensionar el sentido de un artículo y el uso que le dan quienes quieren poner en otra dimensión la realidad. Sé que no es tu propósito. Te conozco muchos años y se de tu honestidad intelectual y tu compromiso con un periodismo responsable. Hemos trabajado juntos y juntos hemos sentido lo que implica hacer un periódico, escribir para uno privado y el enorme reto que este momento implica construir uno público. Siempre serán bienvenidas tus observaciones y críticas.<br />Sin embargo, tu premisa de triunfalismo versus disidencia, de plano coloca las cosas en el mismo nivel que se critica del gobierno: la confrontación. Y con todo respeto te digo que esta Consulta, por fuera de las disputas de poder entre los ‘poderosos’ y el Gobierno, tuvo una alta dosis de ciudadanía si nos atenemos a los resultados: no hubo votos en plancha, hubo discernimiento y eso revela algo más que la simple confrontación. En esa disputa de confrontaciones es donde quieren colocar quienes no están de acuerdo con el proceso de cambio de este país, que no inicia con Rafael Correa, que él le imprime otro ritmo y contenidos, pero que viene de más atrás y ojalá se prolongue mucho más tiempo con nuevos elementos, contenidos, creaciones y correcciones, si es del caso.<br />¿No te parece oportuno partir de otras aristas para mirar las cosas en otra perspectiva? ¿No fue nuestro querido maestro Ryszard Kapuscinski quien nos enseñó a no quedarnos conformes con el lugar común para hacer un mejor periodismo? ¿Una opinión (con todo lo que de subjetiva y válida tiene) no debe también respaldarse en la realidad, en los hechos, en una mínima observancia en lo que ocurre más allá de las percepciones periodísticas y hasta políticas que envolvieron a esta Consulta?<br />Por ejemplo, cuando le preguntan a Kapuscinski cómo puede el periodismo cubrir guerra o conflictos sin alimentar los odios y rencores que los generaron, sabiamente responde que “eso depende de la conciencia y la responsabilidad de los medios. Si buscan soluciones humanas y positivas, deberían comprometerse a conocer profundamente los problemas y las razones de esas situaciones y nunca utilizar el idioma del odio que alimenta el conflicto armado”. El subrayado es mío y lo destaco para ponerlo en nuestro tema, en su contexto y sin configurar un alarmismo de ninguna clase. De modo que una opinión válida e influyente como la tuya debe adquirir esa premisa para que pueda soslayar cualquier duda de interés y menos de partidismo. Por eso quisiera analizar y hasta deconstruir tu artículo para, personalmente también, pensar de otro modo, para reflexionar mucho más responsablemente y no que utilicen nuestras ideas y críticas como parte de una plataforma instalada para regresar a otras épocas.<br />Para ir al grano, tu artículo afirma: <br />“Ecuador respalda masivamente las tesis de Correa” es el titular de El Telégrafo del 8 de mayo, día siguiente de la consulta popular. Y más abajo, con enormes letras amarillas sobre fondo negro: “62% SÍ. 38% NO”, como marcador electrónico en partido de básquet. El mensaje triunfalista del diario estatal se completa con una foto de media página del presidente Correa con el pulgar arriba en señal de triunfo.” <br />Afirmación que vista así, en su cruda descripción, a la luz de los hechos, no deja de ser cierta. Pero si la desmontamos para ir analizándola como un mensaje (con toda la carga de subjetividad) vamos a encontrar cosas que no reflejan la realidad sino que la colocan como un asunto fuera de la misma. Por ejemplo: decir que es un mensaje triunfalista se puede aceptar cuando las cifras dan para eso: 62% frente a 38%. Sí, ese fue un dato de la realidad que se dio hasta las 20:00 del sábado 7 de mayo. ¿No hubo otro? Sí, también lo dio Ecuavisa, a partir de las 19:00, donde el Sí triunfaba con el 57%, apenas 5 puntos menos que el señalado en tu artículo. ¿Por eso pecaron de triunfalistas Alfonso Espinoza de los Monteros y Teresa Arboleda? Si nos atenemos a esa ‘realidad’ también fue un marcador de básquet. Te puedo aceptar que la foto del presidente Rafael Correa con el pulgar en alto puede denotar cierta inclinación. Podría haber estado otra foto, más sobria y hasta simbólica. Lo cierto es que esa portada, cerrada a las 20:00 del sábado 7 de mayo de 2011, es la que informaba con datos de un exit poll que fue, de algún modo, legitimado con los datos de Cedatos, difundidos por Ecuavisa y también por los de Santiago Cuesta, de la firma SMS, que circularon por todas partes esa misma noche.<br />Pero me sorprende de sobremanera el siguiente párrafo de tu artículo, que ya coloca las cosas por fuera de la realidad, de esa que tú conoces y ahora pareces olvidar, pero sobre todo porque no tomas en cuenta lo ocurrido con otros diarios: <br />“El Telégrafo hace desde el lado oficial exactamente lo mismo que hacen los medios privados desde la oposición: proselitismo en lugar de periodismo. De otra manera no se explica que sustentara su afirmación en un “exit poll” de una firma contratada por el oficialismo sin prever que, pocas horas después, el conteo rápido del Consejo Nacional Electoral (CNE) proyectaría un apretado triunfo del SÍ sobre el NO por alrededor del 5%.” <br />Si te fijas en las portadas de TODOS los diarios, en su primera edición, la que circula en las ciudades por fuera de donde se imprime, TODAS esas portadas reprodujeron los datos del exit poll:<br /><br />El Universo: “Correa gana la consulta”, Datos de la encuestadora oficial, en la TV incautada: Sí: 62%, No: 38%. (No dejo de sorprenderme del calificativo de encuestadora oficial, pero así titula el diario supuestamente de mayor circulación del país).<br />El Comercio: “Gana el Sí, dicen encuestas”. Y en un gráfico largo, en el costado derechos de la primera página, junto a una bella foto, se detallan los resultados, pregunta por pregunta, tal como lo difundió el exit poll.<br />Expreso: “Correa gana la Consulta”. Y al igual que El Comercio, pero quizá en un tamaño más visible, detalla los resultados, pregunta por pregunta, con los datos del exit poll. Dato interesante, a este titular le acompaña una enorme foto de Correa aplaudiendo. ¿Será que el Expreso se volvió correísta?<br />Hoy: “Si gana en 21 provincias, según los primeros datos”. Y a un costado, en un pastel enorme pone el siguiente dato: Sí 57%, No 43%. <br /><br />Tú sabes cómo se hacen los diarios, has hecho diarios, conoces que hay una primera edición y una segunda cuando los hechos lo ameritan y también por un cierre que está presionado para que la distribución llegue a todo el país. ¿Te imaginas qué habrá pensado la gente que recibe el periódico en una población amazónica y mira el resultado, con las cifras del exit poll, en TODOS los periódicos que llegan allá? Seguramente habrá dicho: “El Comercio está loco”. “El Universo se equivocó”. “El HOY no pudo haber estado peor”. “Expreso no hace bien su trabajo”. “La Hora tergiversó los datos”. Ninguno de ellos habría afirmado, como tú sí lo haces: “Esos diarios hacen proselitismo a favor de Correa”. No lo habrían dudado en ningún instante que esos datos era tomados de una ‘realidad’ o de una fuente. Todos los diarios tomaron esos datos de una fuente que tenía credibilidad y daba muestras de solvencia. Lo mismo Cedatos, si lo quieres ver desde otro lado. Y también Santiago Cuesta.<br />¿Qué es eso de que fue una firma contratada por el oficialismo? ¿A qué aludes con oficialismo? ¿No te parece que decirlo así a más de ser un lugar común, una inexactitud, revela que no se tiene la información para respaldar tal aseveración? ¿No es lo mismo que hacen otros diarios y políticos cuando no distinguen la chicha de la limonada? Esa encuestadora estuvo contratada por dos canales incautados que funcionan como empresas privadas y que fueron autorizadas por el CNE para hacer el exit poll porque las demás no se presentaron. Dato importante: durante toda una semana se dijo que se escogió a dedo a esa empresa, pero el titular del CNE se pasó explicando que fue la única que se presentó. ¿Qué deduces de eso?<br />Y tú mismo debes caer en cuenta de tus afirmaciones para analizar hasta dónde la realidad es tan compleja. Afirmas que el El Telégrafo tituló así “sin prever que, pocas horas después, el conteo rápido del Consejo Nacional Electoral (CNE) proyectaría un apretado triunfo del SÍ sobre el NO por alrededor del 5%.” Subrayo el “pocas horas después” para que consideres el dato del tiempo. ¿Cuánto es pocas horas después? ¿Una? ¿Dos? ¿Tres? ¿Cinco? Y aunque fuese una hay un elemento que aparece como importante: esas “horas después” todo el país supo que era otra la realidad de los resultados. Y a esas “horas después” los diarios, todos los diarios, ya estaban imprimiéndose, algunos, por su baja circulación ya tenía su primera edición en los carros de repartición, como me lo han confirmado personas que hacen esa labor. Todos los periódicos impresos antes de “esas pocas horas después” ya cerraron su primera edición. Incluido El Telégrafo, sin ningún afán proselitista, sin dejar de informar periodísticamente, como lo hicieron los demás, sobre la base de los datos de esa realidad que hasta “esas horas” es la que puso a todos los ecuatorianos a pensar qué pasó con mi voto, por qué la mayoría no votó como yo. Y a otros a resignarse al poderoso influjo que tiene aún Correa sobre el electorado.<br />No voy a detallar lo que pasó en el twitter, pero sí fue un síntoma de que el golpe había sido duro para la oposición, con esos datos. Y la euforia en el “oficialismo” fue increíble. Te confieso que algunos “oficialistas” no salíamos del impacto y revisando las cifras de las encuestas de los días previos parecía poco creíble el resultado y mucho más cuando se conocía que en algunas provincias se perdía. Y eso lo sabían en País y en otras esferas. De hecho, una dirigente de País, con cargo de ministra, me comentó: “No puede ser lo que estoy viendo, los datos me dicen otra cosa. Por ejemplo, estoy segura que perdemos en Carchi”. Y me lo dijo a las 19:00 de ese sábado, vía mensaje de celular, que lo tengo guardado como recuerdo. De hecho, frente a tal duda consulté con algunas personas que hacían control electoral del Movimiento País, en las provincias, alrededor de las 22:00, cuando ya estaba impresa la primera y única edición de El Telégrafo. Esas personas, me confirmaron lo que se supo “horas después”: la Consulta se perdía en Carchi, Tungurahua, Loja, Bolívar, Cañar, Chimborazo, Cotopaxi y en todas las provincias amazónicas. <br />Y por esa falta de prudencia e información, contextualización y hasta toma de partido puedes afirmar lo siguiente: <br />“El papelón del que en otro momento fue un buen proyecto de diario público remarca el alineamiento y la militancia de algunos de sus jefes con el movimiento oficialista. Pero lo realmente lamentable de este tipo de titulares celebratorios, más cercanos al adulo que a la información, es que le niegan a la población mensajes periodísticamente más honestos y políticamente más útiles.”<br />¿Papelón? ¿Con todo lo que dije anteriormente puedes afirmar categóricamente que el papelón sólo fue del que fue “buen proyecto de diario público”? Sospecho que ahí se pierde toda supuesta objetividad y se cae en los terrenos de la confrontación, ya no de carácter político, sino del proyecto periodístico de diario público que sigue siendo El Telégrafo. Y me siento aludido porque yo abiertamente milito y sé lo que implica eso. Pero no me parece justo decir que “sus jefes” porque te puedo asegurar que ninguno de nuestros jefes, digo en el diario, tienen esa militancia y alineamiento. Yo me responsabilizo por lo que escribo con mi nombre y apellido, pero también sé los límites de mi militancia en el diario, por lo que he perdido batallas a su interior por la militancia política de mis colegas sobre el sentido de cada una de las informaciones y también he ganado otras desde el periodismo, a pesar de mi militancia, para que no caiga nadie en proselitismos ni en mentiras con la información y en las páginas que son para todos los lectores y no para los militantes de País. No te hubiese costado nada poner mi nombre. Así hubieses sido más objetivo, porque tú sabes quiénes trabajan en el diario, dialogas con algunos de ellos y sabes que siendo jefes no son militantes. No me dolería ser nombrado, me duele que se asuma eso como una generalización, que es la que se critica al Gobierno y a sus voceros. Lastima leer un mensaje ‘cifrado’ contra mí o por mí. Eso lo recibo con toda la capacidad de autocrítica que la asumo desde que tomé partido, posición, por algo en lo que creo y no desde una pureza periodística que no la encuentro por ninguna parte. De lo cual, de esa falsa pureza, hablaré en otro momento y quizá en estas mismas páginas.<br />Después de revisar las primeras ediciones de todos los periódicos, ¿estás seguro de esta afirmación?: “este tipo de titulares celebratorios, más cercanos al adulo que a la información, es que le niegan a la población mensajes periodísticamente más honestos y políticamente más útiles”. ¿Con esta frase estás señalando una crítica a todos los periódicos? No, porque te falta un dato de la realidad: TODOS los periódicos titularon con esas cifras y por lo mismo ninguno aceptaría que les endilgues adjetivos como celebratorios, adulo, honestidad, etc. Con este párrafo además señalas una crítica colectiva: toda la prensa negó a la población mensajes periodísticos honestos y POLÍTICAMENTE MÁS ÚTILES. ¿Cuál es el mensaje político más útil que dieron los demás y que debió dar El Telégrafo? ¿Estás seguro y convencido que los periódicos están en la obligación de dar mensajes “políticamente más útiles”? Ahora, si entiendes la política como servicio y responsabilidad pública lo acepto, pero en el contexto creo que no se entiende adecuadamente y se presta para la confusión hasta ‘ideológica’. Y es por eso que el periodismo se debe exigir así mismo mayor precisión y te convoco a que lo hagas en este artículo. <br />Afirmo lo anterior porque el siguiente párrafo de tu artículo es por demás ajeno sobre lo que ocurre en El Telégrafo y bien sabes que ese es el mal de los privados donde hemos laborado tú y yo:<br />“De todas maneras, el proselitismo de los medios estatales a favor de un jefe, y el de los medios privados a favor de un dueño, resultan a estas alturas apenas otro asunto molestoso y cotidiano, como el mal aliento. Mejor pasemos a otro nivel de análisis, pues los resultados de la consulta permiten una lectura en términos de comunicación política, es decir, del efecto de las acciones y de los mensajes en la vida democrática”. <br />Me parece que tu lectura de El Telégrafo se reduce a la primera página y por eso no puedes tener un criterio más amplio. Supongo que siendo autocríticos te podría ayudar a mirar, por ejemplo, el ‘proselitismo’ que a ratos encuentro en las páginas de El Telégrafo a favor de los equipos de fútbol de Guayaquil. Y no dudo en hacer pública mi crítica cuando miro que las pérdidas de Barcelona son titulares aunque ocupe un lugar bien abajo en la tabla de posiciones. Igual si Emelec, que va puntero, y pierde se convierte en la noticia de página entera. <br />Y con ello, observo que tu lectura del proselitismo no ve las crónicas, reportajes, notas y hasta titulares que no son para nada proselitista CON NINGÚN JEFE. Huelo, así como el mal aliento, que de todo el cuerpo del diario solo observas o hueles lo que te molesta y tienes toda la razón, pero esa molestia no puede ser sana ni válida si por eso generalizas a partir de un dato falso, como he tratado de demostrar en estas líneas.<br />Y, claro, como ya lanzaste la bofetada, ahora puedes decir, con comodidad, subestimando a quienes te leen: “Mejor pasemos a otro nivel de análisis”. ¿Eso quiere decir que hay otro más alto y ese es el de la comunicación política? ¿La comunicación política tiene otro nivel de análisis y por lo tanto lo que venías analizando ya no tiene importancia? ¿Subestimas o te subestimas? Ibas muy bien por esa línea y de un brinco saltas a otro nivel de análisis y señalas que “los resultados de la consulta permiten una lectura en términos de comunicación política, es decir, del efecto de las acciones y de los mensajes en la vida democrática”. Esos resultados te dan a pensar en términos de comunicación política y no brindas ni un solo elemento que calce en ese terreno. <br />Sobreentiendo que la Comunicación Política está más allá o hasta por encima del periodismo, que corresponde a la esfera de la gestión de los actores políticos y no de los medios de comunicación necesariamente. ¿Verdad? Si estamos de acuerdo en eso, ¿por qué ligas el un tema a lo otro? Puedo estar equivocado, pero esos resultados, si los ves a la luz de los hechos, tendrían una lectura desde la comunicación política y sobre ese terreno habría mucho que cosechar para analizar qué pasó en el país, en sus actores políticos, en los medios de comunicación (algunos, no me lo vas a negar, que son más actores políticos que los partidos, pues hasta pidieron ese reconocimiento al CNE para hacer campaña), en las organizaciones sociales, en los movimientos de izquierda, en las élites. Y eso precisamente es lo que necesitamos para entendernos mejor: análisis profundos para reflexionar mejor y eso espero de vos, como pana y periodista.<br />Lamentablemente el párrafo siguiente no aborda ni enriquece tu afirmación de que podamos entender. Leámoslo: <br />“Lo primero que salta a la vista es una considerable pérdida del capital político del gobierno y del presidente Correa. Al mismo tiempo, es notable el incremento de las posiciones críticas que, en este caso, no necesariamente corresponden a la oposición, ni a los medios privados, ni a la derecha tradicional. Todo lo contrario, el alto nivel de votación negativa (las proyecciones hablan de un 45%) provienen de una corriente disidente de las mismas fuerzas que ayudaron a plantear hace casi cinco años el proyecto de la revolución ciudadana”. <br />Yo me pregunto, como periodista, hasta dónde esta afirmación se respalda en unos datos y una muestra que coadyuve a su confirmación. Tienes razón que hay un incremento de las posiciones críticas, pero te preguntaría si esas posiciones críticas se revelan ahora o ya estuvieron adentro y también votaron por el mismo proyecto siendo críticas. El alto nivel de votación negativa que llegaría al promedio de 45%, te cuento, es casi igual a la votación que recibieron Álvaro Noboa, Lucio Gutiérrez y Martha Roldós en la elección presidencial del 2009. Por tanto, si me atengo a las cifras, que vos usas y de las cuales partes para tu análisis, ¿dónde creció la posición crítica? ¿No habrá una pérdida de Lucio y Noboa? No sé, por lo pronto no hay algo que muestre con absoluta precisión que esa tendencia es crítica a favor del No. Yo creo que sí, pero ojo: yo creo. No afirmo con base a datos, es mi subjetividad. Y te diría que la votación indígena fue importante pero no determinante. Yo sospecho que en las clases medias hay un desencanto o una posición más crítica y deliberante sobre varios temas como la justicia, la comunicación, los casinos, toros, seguridad social, etc. Me parece que los resultados, aún tienen mucha tela que cortar y por demás está esperar un poquito para aventurar unas hipótesis y con datos definitivos arribar a unas teorías. Pero ahí volvemos al rol de la prensa: ¿sobre qué datos podemos establecer criterios definitivos? <br />Por eso, con todo el afecto del mundo, te recomiendo releer tu siguiente párrafo, en el artículo que analizo: <br />“Esto significa que la tendencia gubernamental de ganar las batallas electorales de manera arrolladora se ha eclipsado. En las seis jornadas electorales anteriores, las tesis del oficialismo ganaron por márgenes de alrededor del 40% ¿De dónde proviene ese 25 a 30 por ciento que pudo votar por el SÍ pero esta vez escogió el NO? Con toda certeza no proviene de los cadáveres políticos de la llamada partidocracia, tampoco del periodismo proselitista de los medios tradicionales. Que no se crean ganadores los que nada han hecho para mejorar la cultura política de este país. Que los Gutiérrez, Hurtado, Vera, Páez, Montúfar no se emocionen porque no han ganado nada. Es Correa el que ha perdido”.<br />Vamos por partes para reflexionar si en verdad Correa es el que ha perdido esta vez: <br />1.- En las seis jornadas electorales no se tocaron estos temas que la Consulta de este mayo de 2011 tuvo.<br />2.- En la primera Consulta, en abril de 2007, para convocar a una Asamblea Constituyente hasta los sectores de derecha pudieron votar no en la esperanza de que en Montecristi pudieran trastocar el sendero abierto con el triunfo del Movimiento País, en noviembre de 2006. Ahí se ganó con el 82%, quizá con los votos de la RED, PSC, Concertación Democrática y otros más a los que ahora los colocas por fuera de la corriente de cambio y sí en la de crítica al Gobierno.<br />3.- En la segunda Consulta, en septiembre de 2008, se aprobó la Constitución y por ella deben haber votado no solo los “correístas” sino muchos sectores. El resultado fue de 64% a favor de la Constitución. Por tanto no fue un triunfo de Correa, con lo que pesa decirlo así par seguir en tu línea de análisis. Yo creo que ganó el Ecuador, con un trabajo de mucha gente y con las ideas, por fin, de tantas corrientes de pensamiento, alrededor de una Constitución posible para un Ecuador imposible. <br />4.- En la elección presidencial Correa ganó con el 52% y no fue igual en algunas provincias para asambleístas y tampoco para alcaldes. Jaime Nebot ganó de largo en Guayaquil. Por lo mismo ese proceso electoral no se puede reducir a que fue un triunfo de Correa, aunque él haya ganado en primera vuelta y sea inédito ese triunfo. El Movimiento País no obtuvo el mismo número de asambleístas como para Montecristi, tanto que no tuvo ni siquiera mayoría absoluta: 45,7% del total de legisladores electos. De 224 alcaldías obtuvo 70 y de las prefecturas apenas si ganó en 7. <br />Con estos datos, ¿quién perdió esta vez? ¿Por dónde podemos mirar las cosas para llegar a conclusiones tan prontas y desatinadas? <br />Y claro que podemos coincidir en que Andrés Páez, César Montúfar, Lucio Gutiérrez, Jamie Nebot y mucho menos Osvaldo Hurtado se pueden atribuir el “éxito” de este resultado. Eso sí tendríamos que ponerlo en blanco y negro, pero no para denostarlos sino para reconocer que esos “cadáveres políticos” no pesan en la corriente que el país escogió para dejar el pasado atrás y construir una sociedad más democrática. Pero también es cierto que no hay una lectura de por qué no ganó el No. Y cómo en esa pérdida, real y con datos comprobados, no influyeron ya los sectores tradicionales de la derecha ni del propio gutierrismo, que va perdiendo terreno e hipoteca al electorado que lo siguió. Sin descontar las campaña mentirosas sobre lo que vendría después de la Consulta: elevación de los precios, riesgos para la propiedad privada, pérdida de libertades, usurpación estatal de bienes, etc. <br />Por eso es digno de todo análisis tu siguiente párrafo donde dejas entrever que hay unas ideas por desarrollar y sospecho que no las sopesaste con tiempo y calma para darle más profundidad:<br />“Más bien hay que pensar en las causas de ese alto nivel de disidencia de quienes alguna vez creyeron en el proyecto de la revolución ciudadana y ahora no pueden avalar un modo autista de ejercer el poder. La elevada opción por el NO deja en claro que el déficit de comunicación política del gobierno comienza a pasarle factura y que el ejercicio crítico de la población se manifiesta más allá de las refriegas cotidianas. La tesis gobiernista de que “el que no está conmigo está en mi contra” comienza a demostrar su falacia. Disparar contra los del mismo bando y denigrar a los aliados naturales tiene efectos devastadores.”<br />Tú lo has dicho: “hay que pensar en las causas de ese alto nivel de disidencia”. Primero que nada no sé si es cierto que hay un alto nivel de disidencia. Si fuese tan alto estoy seguro que el No ganaba. Es más: ese alto nivel de disidencia habría sido sentido en el propio gobierno por la incapacidad de responder a la campaña agresiva de los del No, pero en la práctica, con el dolor que cuesta decir esto, se fueron muchos valiosos compañeros, pero no se fueron montones de compañeros. Lamento como el que más la salida de Alberto Acosta, Gustavo Larrea, Ruptura de los 25. No lo voy a negar. Con ellos tengo más historia común que con algunos del Gobierno, pero no dejo de reconocer que esta vez se equivocan y si quieres puedo yo ser el equivocado, pero será la historia la que nos juzgue por nuestras decisiones. Y por eso no los voy a cuestionar ni a descalificar. <br />Cuando hablas de déficit de comunicación política estoy sobreentendiendo que no hay un verdadero diálogo. Si es así, podemos entonces entrar a polemizar con más argumentos. Ante todo, la comunicación política no es publicidad ni propaganda. ¿De acuerdo? Por lo tanto, la comunicación política es un conjunto de acciones y herramientas para difundir y dialogar con la sociedad. Pero si vamos por esa vía quizá hay mucha comunicación política, pero no sé si necesariamente es de la mejor o la óptima para un tema tan complejo como el de la Consulta. <br />Podría aventurar a decirte que la misma Consulta ya fue un factor de preocupación porque no motivaba ninguna movilización, era antipática en los mejores términos, pues no convocaba ni sacudía las sensibilidades de la mayoría de los ecuatorianos. Y con eso, te puedo asegurar que los resultados también muestran otra cara de la medalla, que ojalá se sostenga y sea significativamente la prueba de una mayor politización de la gente y quizá una mejor ciudadanización de la política. Esto que suena rimbombante se expresa en cada una de las preguntas: en ninguna hubo unanimidad, lo puedes comprobar con los datos del resultado oficial. Y con todo diría que todavía nos faltan elementos de análisis y empíricos para llegar a conclusiones tan determinantes, las mías y las tuyas.<br />Y por eso creo que tu siguiente párrafo agarra a la lechuga por las hojas y deja fuera el tronco que sostiene a las hojas. Leámoslo: <br />“Recordemos un caso reciente. Cuando el ecologista Luis Corral, en medio de un acto político en el coliseo de Zamora, exige al presidente Correa respuestas acerca de los proyectos mineros en esa zona, la reacción del mandatario es tremebunda. En lugar de ofrecer respuestas, decide arengar a los asistentes y construir una atmósfera emocional y violenta en contra del ecologista. Predispone a todo el coliseo y manda a todo su aparataje de seguridad en contra de una sola persona. Corral termina expulsado y golpeado por los simpatizantes de un mandatario que afirma reconocer los derechos de la naturaleza. Esa falta de generosidad y de compasión con el otro en el ejercicio del poder es lo que realmente asusta.”<br />Ese caso reciente que mencionas no es un hecho fortuito y el personaje señalado tampoco es de poca trayectoria ni de ninguna inocencia política. Te cuento que en agosto del año 2010, en la Cumbre Amazónica, realizada por todos los prefectos de esa región, el señor Luis Corral se acercó a mí en calidad de periodista, a entrevistarme en mi condición de viceministro de Pueblos, Movimientos Sociales y Participación Ciudadana. Identificado como tal accedí a la entrevista, en la afueras del coliseo de Macas. Con grabadora en mano comenzó a hablar de la Cumbre y en la tercera pregunta me incriminó por no hacer nada contra la minería. Me sorprendió. No atinaba qué decirle porque lo uno no tenía que ver con lo otro. Como vos sabes nunca usé seguridad ni escolta ni nada de esas cosas, por lo que me sentía cómodo hablando pero llegó un momento en que ya me sentía agredido, amenazado y hasta intimidado. Le pedí que de eso habláramos en otro momento y se portó más agresivo. Me quise retirar y obtuve como respuesta insultos y agravios que aquí no los voy a mencionar. <br />¿Te explica en algo esto que te cuento? ¿Sacas alguna conclusión? No te olvides que además comentas desde lo que la prensa privada ha mostrado de ese lamentable hecho, pero no de lo que en conjunto ocurrió allí. Nunca fue detenido, jamás fue agredido por la gente que estaba ahí, eso sí fue retirado por la Policía. Entonces, ¿por qué tomar ese caso de modo significativo para sacar conclusiones políticas del manejo de la comunicación y hasta de los resultados? No te voy a negar que ese hecho pudo afectar en los resultados, pero no sé cuánto ni cómo se interrelaciona con tus conclusiones. <br />Pues relee lo que dices después:<br />“Lo ocurrido en Zamora es parte de una cadena de acciones y mensajes que minan el capital político de un líder que algún día ofreció cambios profundos en esta sociedad necesitada de ellos. Pero no de esa manera. Descalificación de las voces disidentes (Alberto Acosta y decenas de pensadores de alto nivel, excluidos del proyecto por pensar distinto); criminalización de la protesta social (cerca de doscientos dirigentes indígenas enjuiciados por terrorismo); aniquilamiento del proyecto de medios públicos (subsumidos por el aparato de propaganda oficial); adelanto de trabajos para la explotación petrolera en el Yasuní (el proyecto de mantener el petróleo en tierra cada vez es más lejano) solo para mencionar los casos más evidentes, donde el discurso de cambio queda anulado por las acciones y los mensajes políticos.”<br />Si fuésemos más estrictos diríamos que esa “cadena de acciones” ocurren en un escenario de confrontación política y no de una armonía social. Pero esa cadena ¿contrapone al líder que “ofreció cambios profundos”? ¿Te parece poco lo que ha pasado en este país en cuatro años? ¿La Constitución no es ya de sí un cambio profundo? ¿Lo realizado por el Vicepresidente de la República con la gente con discapacidad no es una transformación en las políticas públicas de inclusión? Y no menciono más porque me dirás que estoy haciendo propaganda, pero sí te afirmo con absoluta solvencia que la historia sabrá medir el alcance de las transformaciones, no de un líder, sino de un proceso con un líder y con una sociedad que han estado luchando por esto muchos años. <br />Yo creo que todavía no hay una historia verdadera de las “verdaderas” razones de lo que vos llamas exclusión de algunos dirigentes. Te invitaría a revisar algunos documentos y entrevistas de la salida de Alberto Acosta para que categóricamente afirmes que fue excluido. Sospecho que ese tema todavía no está del todo bien contado. Aquí no hay víctimas ni victimarios. Quiero estar seguro de afirmar que en los procesos políticos hay responsables de hacer y de dejar pasar. Pero si seguimos personalizando los temas alrededor de ciertos personajes entonces la historia seguirá siendo contada como anécdotas y no como procesos complejos y complicados.<br />Como periodista deberías dudar de que existan decenas de juicios y enjuiciados por la protesta social. ¿Incluyes ahí al señor Marcelo Rivera? ¿Eso fue protesta social? Pues deberías saber que en esas listas de la criminalización de la protesta social está Rivera. Claro y hasta hay solicitudes de amnistía para él. ¿Sabes cuántos de esos procesos han terminado en prisión y si son todos por terrorismo? Es discutible, por cierto, que la acusación por terrorismo. Yo mismo estoy en contra que sea así, pero no generalices: los 200 procesos que hablas no son por terrorismo. Volvemos de nuevo al tema de la precisión y de la generalización. Tengo a mi mano la lista completa de los casos, la mayoría que no han pasado de indagación fiscal, o sea que no son juicios ni hay procesos, sólo hay denuncias. Oportunamente habrá que publicar para acabar con ese lugar común y tengamos mejor información sobre el tema. <br />Y para qué vamos a entrar en la parte final del párrafo en mención cuando nombras el tema Yasuní. De verdad que ahí más pesan las voces de los ecologistas que la investigación periodística. ¿Me puedes dar pruebas, datos, referencias y hasta documentos de que efectivamente está ocurriendo lo que dices en el Yasuní? ¿Vos crees que si eso fuese así no estaríamos ya con un buen caudal de petróleo financiando la obra pública y resolviendo otros problemas? Porque no creo que dudes que la plata que se obtuviese de esa explotación se vaya a los bolsillos particulares. Si hay una fuente de dinero y este gobierno la tiene a la mano, ¿por qué no la usa? Lástima que vamos redactando la historia desde supuestos y rumores, por eso les pido siempre a los defensores de la ecología que hablen con pruebas, Martha Roldós no las pone sobre el tapete sino que repite lo que dicen algunos activistas. Y por cierto, hemos hecho del Yasuní una bandera contra este gobierno cuando en la práctica es el mismo que desarrolla la tesis y toda la operación para que no se lo explote. No caben en eso congruencias ni autocríticas, sólo objetividad para el análisis y poner las cosas en su justo lugar. <br />En esa lógica, la que desarrollas con tu artículo, claro que se pueden llegar a conclusiones que distorsionan toda la realidad. La responsabilidad que demandas del Gobierno no debe ser ajena a tu propia reflexión y colocar, desde los datos, las objeciones más válidas. <br />Cuando, en la última línea de tu artículo, afirmas: “El castigo en las urnas no es oposición tradicional sino disidencia crítica”, te sometes a tu propia equivocación, con todo el respeto del mundo. Primero porque no sé por dónde hay un castigo. En términos judeo cristianos eso implica que hay una culpa que ha sido castigada, sancionada y por la cual hay que atisbar una redención en algún momento. No creo que hubo un castigo si los resultados, ya oficiales, dicen que el Sí ganó en las 10 preguntas, aunque con un margen de diferencia menor al del exit poll, motivo de la parte inicial de tu artículo. <br />La disidencia crítica, por lo general, es y ocurre desde adentro. Lo más valioso, si existe de verdad disidencia y disidencia crítica, es que ocurra en los espacios y en los escenarios de la misma organización, en este caso de Gobierno y de movimiento de Gobierno. Esa disidencia, si me acojo a tu criterio, ¿debería volver a votar por Correa en unas elecciones presidenciales? ¿O ya debería pensar en otra candidatura, en otro proyecto, en otro modelo, en otra opción, en una alternativa política distinta? ¿Cómo se llamaría? ¿Qué programa política debería enarbolar? ¿Sería para defender la misma Constitución? ¿Y no es que esa disidencia crítica estuvo en contra de las cosas que “Correa puso” en la Constitución y que no fueron aprobadas por el consenso de País?<br />Te pongo estas preguntas para que veas que el tema es más complejo que decir que hay un castigo y que todo ha vuelto a cero. Te puedo asegurar que este proceso, con Correa o sin él, con Montecristi vive o sin él, con la disidencia crítica, en la cual supongo te incluyes, va a seguir, con frenos, altos y bajos, sí, pero no volverá a ser propiedad de la derecha. Este pueblo optó por un camino distinto y se conduce por el derrotero del cambio. Aunque suene a panfleto, esa es la realidad que me comprometo a describir, esos son los sueños por los que voy a luchar, desde el periodismo, como ciudadano y como militante de ese proceso.<br />Finalmente, como periodista te puedo asegurar que estamos comprometidos, vos y yo, para hacer un buen periodismo, pero difícilmente lo vamos a hacer si no lo hacemos. O sea. ¿cómo hacemos buen periodismo sino lo ejercemos?Orlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-67578950558668972802011-05-04T14:28:00.000-07:002011-05-04T14:32:50.970-07:00El debate sobre la tolerancia, que desató 43 comentariosOrlando Pérez<br />Calle 13, la izquierda bacana<br />http://eltelegrafo.com.ec/index.php?option=com_zoo&task=item&item_id=2199&Itemid=29<br />eltelegrafo.com.ec<br /><br />Roberto Aguilar Andrade "Aquí se respeta o se te espeta". Muy buena para decírsela al cretino que te mete preso cuando le muestras el dedo.<br />25 de abril a las 9:56 · Me gusta<br /><br />Ecuador Para Largo O para decírsela al cretino que te muestra el dedo... ¿no?<br />25 de abril a las 10:37 · Me gusta<br /><br />Roberto Aguilar Andrade depende, ¿quién tiene el poder? digo yo, ¿no es al poder al que calle 13 muestra el dedo?<br />25 de abril a las 10:44 · Me gusta · 1 persona<br /><br />Manolo Sarmiento El calibre 100 x 35 se refiere a las dimensiones de la isla de Puerto Rico, de 100 millas por 35 millas.<br />25 de abril a las 11:28 · Me gusta<br /><br />Manolo Sarmiento Mostrar el dedo a la autoridad es portarse mal, como manda Calle 13. Meter preso al que muestra el dedo es un gesto autoritario en el mundo entero con la salvedad de algunas aulas de la flacso donde se lo interpreta de otro modo.<br />25 de abril a las 11:30 · Me gusta · 3 personas<br /><br />Ecuador Para Largo No sé si ese dedo es de alguien que se “porta mal” o simplemente de alguien que se porta como siempre se ha portado: con prepotencia. ¿Quién tiene el poder? digo yo… Porque el poder no es sólo político…<br />25 de abril a las 12:11 · Me gusta<br /><br />Ecuador Para Largo Y estoy de acuerdo en que es un acto de autoritarismo meter preso a quien muestra el dedo, eso no está en duda… pero, dada la correlación de poderes en este país, no me parece tan simple distinguir entre quien se “porta mal” con la autoridad y quien es “prepotente” con toda la sociedad (autoridad incluida) por tradición y porque jamás se ha preguntado si tiene o no tiene el poder... porque evidentemente lo ha tenido… y por mucho tiempo.<br />25 de abril a las 12:12 · Me gusta<br /><br />Ecuador Para Largo Quienes han ejercido todos los poderes en un país durante mucho tiempo (el poder político, económico, judicial, social, cultural, etc, etc, etc) se sienten con derecho a mostrarle el dedo a toda la sociedad… no sólo a “la autoridad”.<br />25 de abril a las 12:14 · Me gusta · 2 personas<br /><br />Valeria Coronel ya leyendo mejor...me gusta lo que dice Tania, hay quienes le muestran el dedo a toda la sociedad, y por otro lado la autoridad no esta constituida tan plenamente como lo quisieran ver los lectores de foucault, la trampa de esta sociedad esta en la informalidad de la autoridad, y la debilidad de las instituciones. Eso no quiere decir que consolidar las instituciones es algo que se pueda hacer a la fuerza.<br />25 de abril a las 12:29 · Me gusta · 1 persona<br /><br />Orlando Pérez Cuando vas en el carro y sometes a la crítica a otro chofer éste te saca el dedo, lo hace como rechazo, bronca, violencia, etc. Ese mismo personaje, bajado del carro es otro, aparenta formalidad y hasta una supuesta buena educación. En el auto, encerrado, como lo hizo Irma Parra, se cree inmune a la crítica y, como en este caso, a la demanda judicial. Osea: ese dedo, todos los dedos, deben ser exhibidos para cuestionar y debe asumirse como tal. El poder no puede someter a nadie por exhibir el dedo, Irma no sólo exhibió un dedo, profirió unas frases también. El tema es más complejo. Reducirlo a una expresión de libertad de expresión tampoco ayuda a entender la complejidad del tema.<br />25 de abril a las 16:38 · Me gusta<br /><br />Orlando Pérez Más cautos otros, no exhiben dedos ni nada, sólo violentan la sociedad con su cinismo e hipocresía. Los bancos nos hicieron dedo, Nebot metió un manotazo a un juez, los choferes nos hacen dedazo con su trato al usuario, etc. Apoyo hacer dedo no sólo al poder político, hagamos dedo a los intolerantes y también a los que mienten, a los que señalan con su ignorancia un futuro que está sólo en sus cabezas y no reaccionan a la realidad del presente. No? Yo digo SI. jajaja<br />25 de abril a las 16:39 · Me gusta · 1 persona<br /><br />Manolo Sarmiento El comentario de Valeria no lo vamos a tomar en cuenta mientras no cite sus fuentes.<br />25 de abril a las 18:14 · Me gusta<br /><br />Valeria Coronel jajaja<br />25 de abril a las 18:15 · Me gusta<br /><br />Valeria Coronel siempre puedes decir: la flacso dijo e ironizar y te salvas Manolo de citar las fuentes<br />25 de abril a las 18:17 · Me gusta<br /><br />Manolo Sarmiento La señora Parra expresó su ira, odio, rencor, frustración, asco, contra el jefe del estado del país en el que ella vive. Creo que tiene derecho a hacerlo independientemente de si pertenece o no a la élite económica o al cualquier otra élite nacional o local habida o por haber.<br />25 de abril a las 18:24 · Me gusta<br /><br />Diego Silva Calle 13 no es solo rebeldía tambièn es propuesta que le apunta a la educación, a la integración, a la solidaridad, ahi están Latinoamérica, El Hormiguero, los e Atrás Vienen Conmigo, Pa`Norte...<br />25 de abril a las 21:55 · Me gusta<br /><br />Paco Salazar Que desastre llegar tan tarde a este divertido chat... Mi pregunta es un poco mas simple: ¿Que hubiese sucedido si Calle 13 llegaba en flota, pasaba la frontera a pata, y hacía un concierto sin auspicios de nadie en la casa comunal de El Calzado? Muy posiblemente no hubiese existido tanta tolerancia. Con 700 mil dólares del Min Cultura y en época de campaña es como evidente encontrar escondida la estrategia desde el poder, de querer apropiarse de la rebeldía y de la transgresión de la nueva izquierda. Estrategias de la izquierda rancia, para pasar por nueva.<br />25 de abril a las 22:20 · Me gusta · 5 personas<br /><br />Jorge Luis Serrano Salgado Volviendo al primer comentario de esta cadena: un poco extremo el calificativo de Roberto Aguilar. Hasta sorprende. Pero en realidad uno interpreta que desde ahí hay que leer sus artículos sobre el gobierno, escritos muchos sobre “el cretino” que nos gobierna según él. La fina ironía y el cuidado sarcasmo de su escritura, como cultor del lenguaje que es, muy bueno por cierto, se disuelven en la bilis del epiteto. Desde ahí escribe, se entiende, en el gesto hecho en confianza en el facebook, cuando no ejerce de periodista de El Expreso (diario cuyo síndrome es creerse el Washington Post del Ecuador y que cuenta en sus filas con Bob Woodward y Carl Bernstein rencauchados) sino de amigo entre amigos de la red social. (A propósito de Granasa me pregunto ¿qué le ha hecho y le hace más daño al Ecuador: el vocabulario del Presidente o los 200.000 ejemplares diarios de la crónica roja más denigrante?)<br /><br />El insulto. Se dice que es lo que tiene dividido al Ecuador. Pero está en la punta de la lengua al parecer no solo del Presidente. Hay que subrayar, por eso, un hecho que a estas alturas podría y debería ser el origen de todo debate: para muchos el peor pecado de Rafael Correa no es insultar. No. Es no insultar con elegancia. Es su estilo directo el que resulta chocante. Eso es otra cosa.<br /><br />A él habría que reconocerle su veta popular, natural, pero es que resulta un detalle inaceptable para la histérica pequeña burguesía ecuatoriana. A esta le encanta evocar, entre copa y copa de los asados de fin de semana, el fino estilo presidencial, al igual que se haría con Carlos Julio Arosemena, por ejemplo, a quien pocos recuerdan por ineficiente, pero muchos, la mayoría, por su inigualable estilo para insultar, especialmente cuando estaba borracho y más aun cuando lo estaba en Carondelet. Es que el cinismo colectivo ha hecho que esa cualidad sea realmente más importante que ser un buen o mal administrador de fondos públicos. Incluso no importa si se es corrupto, si se insulta con elegancia se tiene ganado un sitial en el salón de los Más Respetados. Ejemplos hay varios: Alfredo Adoum, más recordado como autor de “Barbie de Vilcabamba”, “Travesti Brasileño” y otros memorables apodos que nada más decirlos dan risa, más que por haber dilapidado el Ministerio de Energía.<br /><br />Hay un extraño y hasta perverso juego de espejos entre lo que dice el Presidente y lo que replica buena parte de la prensa y no pocos artículos “de opinión”, barnizados de hipócrita defensa de valores y principios de coyuntura que ocultan, tras un estilo cuidado en lo público, la misma intolerancia que en apariencia rechazan. Quién psicoanaliza esto? <br /><br />Roberto siempre podrá rizar el rizo, con su habilidad verbal. Pero lo cierto amigo es que en esta “se te escapó la tortuga” como diría Maradona.<br />26 de abril a las 2:38 · Me gusta<br /><br />Ivan Garces wá ! Que divertido está esto ! Un buen chat y con altura. Si asi llueve que no escampe y que sigan o no sacando el dedo proliferen mas chats como este !<br />26 de abril a las 8:24 · Me gusta · 3 personas<br /><br />Manolo Sarmiento Personalmente celebro la bilis de Roberto. El oficio de la escritura requiere de bilis y cuanto más amarga, mejor. Y al Wasinton Post criollo le agradezco que me permita leerlo. Yo sé que en el fondo lamenta tener que hacerlo, que le sirve a sus intereses provisorios, lo sé, pero eso no me importa, Los dueños del expreso y sus intereses coyunturales caerán en el olvido, pero perdurará por muchos años el retrato que está haciendo Roberto de nuestra generación en el poder. Para que nuestros hijos sepan que no eramos en el fondo tan bacanes como parecíamos. El amigo trigo que gobierne, que nadie le está diciendo que deje de hacerlo, que gobierne. Cada cual a lo suyo.<br />26 de abril a las 9:36 · Me gusta<br /><br />Manolo Sarmiento Y por cierto, a mi no me importa que el amigotrigo utilice su bilis al hablar. Estamos hablando de encarcelar a la gente por manifestar su desacuerdo.<br />26 de abril a las 9:37 · Me gusta · 1 persona<br /><br />Ivan Garces ...osea, no muestres el dedo y vota NO<br />26 de abril a las 9:38 · Me gusta<br /><br />Roberto Aguilar Andrade Es extraño que se me critique por haber usado el calificativo de cretino en un debate cuyo punto de partida era, precisamente, el derecho inalienable que nos asiste de mostrar el dedo, como Calle 13. Lo hice para comentar ese verso que citó Orlando Pérez en su artículo: “aquí se respeta o se te espeta”, que me pareció muy apropiado para cantárselo a Correa. Si te la pasas insultando a medio mundo, tienes que estar dispuesto a que te muestren el dedo. Por lo menos. Si habiendo insultado a medio mundo todavía crees que te mereces respeto, te revuelve que te muestren el dedo y, porque tienes el poder para hacerlo, mandas a encarcelar al perpetrador del gesto, entonces eres un cretino. Me reafirmo. <br />El problema es que, en algún punto del debate, este gesto tan concreto de enseñar el dedo se convirtió en metáfora de algo, porque “dada la correlación de poderes en este país… quienes han ejercido todos los poderes durante mucho tiempo se sienten con derecho a mostrarle el dedo a toda la sociedad”. Y eso sí que no, claro. O sea que la señora Parra no es la señora Parra (esa dama pelucona o lo que fuese): es la oligarquía. Y Rafael Correa es el vengador enmascarado que lucha por resarcir nuestro honor mancillado. Es una causa moral. <br />Mucho discurso, me parece a mí, cuando en realidad yo no hablaba sino del dedo. Del mío. Y de la posibilidad de ir preso si me atrevo a usarlo delante de algún cretino; ir preso, inclusive, si el cretino ve mal y se confunde y cree que le estoy enseñando el dedo cuando en realidad estoy pidiendo un cerveza, o señalando el cielo (¿alguien puede asegurar que esto no ha ocurrido ya? Así, pues, las manos quietas). Lo que nuestros amigos retóricos de la causa moral no pueden responder es cómo, en la práctica, se compagina la emoción estética e ideológica o por lo menos la simpatía que les produce el dedo enhiesto de Calle 13, con el respaldo a la medida presidencial de meter preso a quien lo enseñe. Respaldo vergonzante, pero respaldo: Tania dice que sí, que es un acto autoritario, “pero…”. Y a la conjunción adversativa sigue toda una retórica que no hace otra cosa que justificar el acto de autoritarismo. <br />A Jorge Luis le parece mal que yo, siendo periodista, tenga además una posición, y que la exprese aquí en el Facebook. Habráse visto, ¡cómo se me ocurre! Lo que motivó su comentario fue mi ruin canallada de llamar cretino al Presidente. Calificativo “extremo” que lo “sorprende”. Menos extremo que enseñar el dedo, por cierto; pero si a la Señora Parra el Presidente le manda encima la milicia por mostrar el dedo, a mí Jorge Luis me manda la Policía intelectual por decir “cretino”. Y descubre escandalizado la posición desde la que escribo mis crónicas políticas. Entonces resulta que el dedo del Roberto Aguilar no es el dedo del Roberto Aguilar, es la perversa desfachatez de la prensa corrupta. ¿Vieron por dónde va el modelo?<br />26 de abril a las 22:37 · Me gusta · 2 personas<br /><br />Roberto Aguilar Andrade Y sí, claro: el calificativo cretino lo pongo en el Facebook, no en mis crónicas. Simplemente porque en mis crónicas no hace falta y porque no corresponde con el rigor periodístico que exige el género. Creo que no se puede hacer buen periodismo sin tomar postura. Pero creo también que no se debe sacrificar el rigor periodístico en nombre de la postura, como hacen María Josefa Coronel o Carlos Ochoa. Eso cuesta un gran trabajo. Creo que lo que le incomoda a Jorge Luis es el rigor de mis crónicas. Perdón que yo lo diga. Le molestan, le indignan porque plantean una narrativa del poder distinta a aquella en la que él ha decidido creer, pero no sabe por dónde agarrarlas porque están hechas con rigor. Casi casi le parece que su principal defecto es que están bien escritas. Entonces encuentra una opinión mía en el Facebook, con epíteto incluido, y dice ahí está, “desde ahí hay que leer sus crónicas”. Ya no tiene que molestarse buscando los argumentos para desestimarlas, le basta con acudir a una palabra pronunciada en otro contexto, fuera de ellas. Pero se equivoca: todo lo que se necesita para entender mis crónicas está en ellas, incluida mi postura, que no se disimula. <br />Lo que no entiendo, Jorge Luis, es tu alusión al Expreso. ¿Dónde, ya que no es ahí, te parecería moralmente aceptable que yo escribiera?<br />26 de abril a las 22:40 · Me gusta · 1 persona<br /><br />Manolo Sarmiento Pelado el pollo.<br />27 de abril a las 11:45 · Me gusta<br /><br />Ivan Garces jaja, lo demás es lo de menos. jeeeeee<br />27 de abril a las 11:50 · Me gusta<br /><br />Jorge Oquendo (autoritarismo ≤ respeto) + (opresión ≥ libertad) + (poder ≤ abuso) + (bilis ≥ dedos) + (califícame ≤ descalifícame) = escándalo X escándalo. ¿Qué mismo está pasando por fuera del discurso vociferante entre los poderes? ¿Pasa algo en este país fuera de la lógica efervescente del escándalo?<br />27 de abril a las 12:39 · Me gusta<br /><br />Larissa Marangoni "Cuando la memoria excede a los sueños, el final está cerca" (Michel Hammer)<br />27 de abril a las 12:51 · Me gusta<br /><br />Jorge Luis Serrano Salgado Policía intelectual? Bueno! En realidad casi me relevas de hacer comentarios Roberto. Ninguno de los 137 proyectos que hemos apoyados desde el Consejo me ha dicho eso. La Gestapo del Facebook! Bueh! Creo que el tema del Gran Hermano los tiene mirando a todos lados. Para mi si fue revelador el epíteto, quizás ingenuamente porque veo que detrás del rigor se esconde también la intolerancia que se critica. Tu insulto es una fisura en tu rigor. <br /><br />El Facebook no es un ámbito privado, digamos que mezcla lo personal y lo colectivo y por eso se llama red social. Se dice que Obama ganó la presidencia por su uso de las redes sociales, las mismas que tumbaron al faraón de Egipto, así que no es que acá lo digo como en la sala de mi casa y allá, cuando escribo, sí me cuido. <br /><br />Lo de El Expreso viene a cuento porque escribes ahí, por nada más y porque sigo pensando que no se qué envenena más, si los dichos del Presidente o los 200.000 ejemplares diarios de El Extra, donde no solo muestran el dedo sino bastante más de la anatomía de señoritas muy bien alimentadas, algunas en exceso incluso, para mi gusto, al lado de decapitados de todo tipo. Pero Granasa está para otras cosas... Ojalá se hable de eso también, algún momento.<br />27 de abril a las 12:53 · Me gusta<br /><br />Jorge Luis Serrano Salgado Por otro lado, pollo con bilis no es bueno Manolo, te puedes atragantar, jaja<br />27 de abril a las 12:54 · Me gusta<br /><br />Ecuador Para Largo Esto se puso buenísimo. Insisto en mi "retórica" y en mi "conjunción adversativa": "o se respeta o se te espeta" es lo que este gobierno le ha dicho a una serie de poderes que, durante décadas, han hecho y deshecho en este país, sin que nadie les "espete" nada (embajadora gringa incluida). Pero ahora resulta que la indignación por los actos de autoritarismo (indignación que comparto) sólo se expresa cuando afectan a la "Señora Parra" (y esto ya no comparto, porque me resulta sesgado, por decir lo menos). No creo que sea justo que la señora pague con cárcel la expresión de su "asco" (es tan obvio que no hace falta repetirlo) pero la bilis también tendría que alcanzarnos para ver en el "asco" de la metafórica señora toda la "ira, odio, rencor, frustración" de quien siente que el "jefe de estado del país en el que vive" ya no le sirve. Literalmente: ya no le sirve (como le han servido otros "jefes", por autoritarios que fueran). Me reafirmo: la señora no se "portó mal", se portó como acostumbran algunos señores y señoras, con desdén y asco por la gente que no les sirve (instituciones públicas incluidas, siguiendo la línea de la lúcida Valeria). Lo que pasa es que esta vez (y esto nunca imaginó la valiente señora) le respondieron con un desagradable (y autoritario): "o se respeta o se te espeta".<br />27 de abril a las 15:02 · Me gusta · 1 persona<br /><br />Ivan Garces ...y todo esto comenzó con calle 13 en tu muro Orlando ! Buéeenaaa !<br />27 de abril a las 15:38 · Me gusta<br /><br />Diego A Falconi A Cuándo hacemos pública una acción, un dedo, un comentario en la red o un artículo publicado, lo ponemos en relación con su contexto. Ese contexto tiene causas previas, un desarrollo histórico, no es aséptico ni ingenuo, ni mi dedo ni mi palabra lo son tampoco, y a partir de ese punto son símbolos, ya no puedo decir "sólo es mi dedito". Ingenuos los que trabajamos con símbolos? Buéh....Calle 13 expresa una tendencia, viene de una experiencia y llama a portarse "mal" contra un concepto de "bien" histórico y concreto. No existe "poder" en abstracto y "democracia", "tolerancia","respeto" tampoco existen en abstracto. Las palabras y los conceptos son símbolos que se usan para defender intereses concretos.<br />27 de abril a las 18:59 · Me gusta<br /><br />Diego A Falconi A os símbolos nos habitan y tenemos que asumirlos dentro de nosotros si algo queremos cambiar. verme a mi mismo como producto histórico de una experienciapor otro lado esa lucha simbólica requiere estrategias, y sería también ingenuo<br />27 de abril a las 19:07 · Me gusta<br /><br />Diego A Falconi A deslegitimar a alguien por el sólo hecho de tener una, hasta nuestro inconsciente tiene estrategias simbólicas. Comenzar por una mirada a nuestras propias condiciones y determinaciones históricas y sociales no estaría nada mal compañeros intelectuales ! antes de quemar la paja en el ojo ajeno...<br />27 de abril a las 19:13 · Me gusta<br /><br />Diego A Falconi A o conocen algún libertario asimbólico abstracto ?<br />27 de abril a las 19:22 · Me gusta<br /><br />Orlando Pérez Y bueno ahora me toca a mí....<br />27 de abril a las 23:01 · Me gusta<br /><br />Orlando Pérez Esa es la realidad, tan compleja, hasta 'irreal' sobre la cual hablamos desde hace rato y nos alejamos de lo que tendríamos que inventar, crear, procrear y hasta degenerar, como Calle 13... He dicho<br />27 de abril a las 23:06 · Me gusta<br /><br />Ivan Garces Nominacion a los 10 mejores del facebook 2011 !!<br />28 de abril a las 0:23 · Me gusta<br /><br />Jorge Oquendo ¿Qué mismo está pasando por fuera del discurso vociferante entre los poderes? ¿Pasa algo en este país fuera de la lógica efervescente del escándalo? que hablen los entendidos.<br />28 de abril a las 2:51 · Me gusta<br /><br />Larissa Marangoni Cuando se quiere llevar adelante un proceso de cambio, se debe tener en cuenta que las personas pretenden que la nueva situación les proporcione la misma seguridad que la previa. Mientras el proceso avanza sin mayores dificultades, el cambio sigue adelante, pero no bien se producen inconvenientes, las personas tienden a volver rápidamente a la situación anterior y es por eso que gran proporción de los procesos de cambio fracasan al poco tiempo de ser implementados.<br />Para que un proceso de cambio pueda implementarse con éxito y sostenerse en el tiempo, es fundamental tener en cuenta el factor humano. Las personas deben confiar, estar motivadas y capacitadas, ya que el cambio es un proceso muy duro a todo nivel.<br />28 de abril a las 11:53 · Me gustaOrlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-76185112923112141242011-01-19T18:13:00.000-08:002011-01-19T18:16:36.031-08:00#TUITDUELO!<span style="font-style:italic;">Este texto es tomado del blog de Carlos Andrés Vera. Sólo una aclaración: aceptar este duelo y debate tuvo el propósito de compartir, afrontar y enfrentar la cantidad de distorsiones y mentiras que se han tejido alrededor de una posición de izquierda que tiene todo el derecho y la legitimidad de expresarse en el escenario político. Ante ustedes queda.</span><br /><br />Alentados por Rafael Lugo, escritor y amigo en común, Orlando Pérez y yo experimentamos un debate más o menos ordenado en twitter. Digo “experimentamos” porque la plataforma no es la ideal y la verdad no he visto que se de debata mucho de manera ordenada y planificada en twitter, así que puede que sea un fenómeno político inédito en Ecuador.<br /><br />Orlando Pérez (@orlyps) es socialista declarado, ha colaborado en más de una función en este gobierno y es militante de Aliaza País. ¡Suficiente como para que nos fajemos en duelo! El #twitduelo fue ampliamente comentado entre nuestros followers y en general generó buenos comentarios… más que por el contenido del debate, por el respeto en que se dio.<br />El tema era “El socialismo en el SXXI”. No sé si lo respetamos. Pero algo salió. Personalmente, me frustró el límite de twitter y no aportar muchos nuevos elementos el debate político. Me habría gustado profundizar más. Pero rescato el hecho de que, en el fondo, aquí no hay buenos y malos, ganadores o perdedores, sino dos personas que a su manera, desean lo mejor para el país. Como dije en un twit posterior: el diálogo nos acerca. La ausencia de diálogo, nos separa. Lección obvia: dialogar más y confrontar menos.<br />Les comparto entonces este ejercicio democrático en 140 caracteres. Tomen lo que les sirva y saquen sus conclusiones.<br />Orlando Pérez:<br />Me declaro socialista, no del siglo XXI, sino para el Siglo XXI, con la propuesta de PAIS, la de Ecuador, del Sumak Kawsay<br />Carlos Andrés Vera<br />Y cómo resume esa propuesta socialista?<br />OP<br />Como una potente respuesta a la inequidad y ante todo como inmensa promesa de democracia, soberanía e igualdad<br />CAV<br />Chance pomposo no? Coincido en el tema d inequidad. Democracia no he visto en 4 años. Le explico x qué…<br />Democracia, escencialmente, es darle el poder al pueblo. no a un individuo. Seguimos con cacique, tal vez + q nunca…<br />Nunca un hombre tuvo tanto poder en EC. hasta algunos d sus partidarios empiezan a admitirlo<br />OP<br />En Ecuador cómo hacemos para que el pueblo adquiera todo el poder y no haya delegación? Dónde está la formula?<br />No vayamos lejos, en esos términos, quizá más poder institucional lo tuvo Rodrigo Borja, pero no tuvo liderazgo<br />CAV<br />no sé de fórmulas. Creo q la menos mala es la democracia. y le explico qué entiendo x democracia (cont)<br />Democracia es respeto y PROMOCION del debate público y las ideas, no imposición de dogmas ni modelos (cont)<br />OP<br />Esa independencia huele a cuento, lo que cuenta es UN SOLO PROYECTO POLÍTICO, con representación electiva, no?<br />CAV<br />Democracia NO ES quitarle los medios de comunicación a un poder (la banca) para otorgárselos a uno (ejecutivo).<br />OP<br />Debate público hay mucho en estos 3 años y del bueno, nadie impone, mucha coincidencia a lo mucho, sin dogmas<br />CAV<br />El pueblo siempre tendrá representación q ejerza el poder por él. Pero ese poder debe tener contrapoderes no superpoderes<br />OP<br />La democracia va más allá de los medios: pensemos más en el pueblo y ojalá los medios públicos sean + del pueblo,<br />Poder Popular implica un cambio en el modelo económico y recuperar lo público y eso sí ha ocurrido en 4 años<br />Y si lograsemos que la ciudadanía se politice + y la política se ciudadanice + miraríamos otra Democracia, (f)<br />CAV<br />Coincido con la teoría. Pero no con la aplicación. El sentir del gob parece ser q el fin justifica los medios<br />El modelo económico, hasta ahora, no genera empleo. Genera subsidio. Y excluye a quienes + trabajo generan: los empresarios<br />Para mí, Poder Popular es ciudadanía libre de dogmas, capaz de pensar y decidir x sí misma y con plenas garantías<br />Por el contrario, veo una ciudadanía chantajeada x el bono y cada vez más adoctrinada x un discurso radical<br />OP<br />Si coincides con la teoría verás coherencia en c/acción pa llegar a ese fin, sin perfecciones pero con honestidad<br />Ese modelo da trabajo a empresarios: construyen carreteras, casas, escuelas, sino quién? Pregúntales si están mal<br />La ciudadanía cuesta construirla pero hemos empezado con pie firme, dando brincos pero vamos sentando las bases<br />Dónde está esa ciudadanía? Cómo ayuda la oposición a eso,dónde está la sociedad civil y el movimiento social?<br />CAV<br />No veo coherencia cuando torturan y secuestra gente en Dayuma y luego anulan la investigación<br />No veo coherencia cuando sacan al estilo psc a los mineros de Zaruma<br />No veo coherencia cuando entregan pozos sin licitación a un psc (Dapelo, campo Armadillo)<br />No veo coherencia cuando se bloquean sistemáticamente procesos de fiscalización<br />Lo dicho me demuestra que esa forma d poder q prometioron erradicar continúa: primero el poderoso<br />Eso, no me hace desconocer MUCHOS aciertos en lo social. Pero si no cambia la forma d ejercer el poder, EC no cambia<br />OP<br />Hay coherencia, no copia de modelo, cuando hemos cumplido el 90% del programa del 2006 y falta mucho por hacer<br />El paradigma polí nacional lo haremos entre todos, para sacar al país de la pobreza, no pa enriquecer a nadie<br />CAV<br />En qué parte del programa del 2006 estaba q se entregarían + d 6000millones en contratos a dedo?<br />En qué parte estaba que cercarían gradualmente a los medios d comunicación?<br />En qué parte estaba que no fiscalizarían a nadie?<br />No creo q EC necesita cambios d izq o der. Necesita empleo digno, seguridad, buenos servicios públicos y libertad<br />Creo q hay coherencia en lo social (con sus defectos, pero sí). Pero a costa d elementales principios democráticos<br />El modelo, se ha convertido en el individuo. Y al vaivén d sus aciertos y desaciertos avanzamos o retrocedemos<br />OP<br />No + lugares comunes, por favor: medios, contratos a dedo, fiscalización o ser de izq o der es una agenda caduca<br />Por fin hay medios públicos y frecuencias para las nacionalidades, eso es una revolución, los demás que mejoren<br />Fiscalizar no es sinónimo de ministro muerto, ni el show q pretende Paéz y SP, hay procesos con responsabilidad<br />Sí importa ser de izq, nada de purezas y menos mandamientos morales, acción política desde la izq, eso ya importa<br />Ese individuo RC sintentiza, lidera, es el fruto de un acumulado histórico al cual deberá responder a diario<br />CAV<br />Los medios para las nacionalidades son un avance real. Lo es tb la promoción d la organización social<br />Pero se viven contradiciendo: han destruido la organización indígena en lugar de fortalecerla<br />La ideología es un camino para obtener un fin. Pero no algo q deba imponerse en la legislación d un país. Lo estanca<br />RC aprovechó un momento histórico, no es fruto d él. Es fruto d Acosta, Fander y algunos + a quien seles fue d las manos<br />Algo d fondo: el sent común me dice q ninguna ideología sirve si se impone x un modelo totalitario. izq? es lo de menos<br />OP<br />El mov social está en crisis, no x culpa del gob, sino x sus propios errores y ya es hora de q levante cabeza<br />Si volvemos sobre RC se va el tiempo, solo aclaro: los líderes no se hacen en laboratorio, la historia te probará<br />Mi izq no es la de Chávez ni de Castro es la q quiero hacerla con gente honesta, ética, revolucionaria en Ecuador<br />La nueva izq respeta la diversidad y es plural en todo sentido y x ese camino andamos, con errores, claro<br />CAV<br />me parece entonces q tiene q ser más crítico hacia dentro y no hacia afuera. Los q van a destruir su modelo, están dentro<br />De pronto UD respeta la diversidad y es plural en todo sentido. este modelo, en 4 años, no lo ha sido<br />Y no solo eso, han habido elementos peligrosos en este modelo, sobre todo en el ánimo d aplastar al “rival”<br />A la oposición, se la mete en el mismo saco d los “del pasado” y se los anula a través d su poder mediático<br />funcionarios cuestionados, los premian con embajadas. a los opositores, los acusan de delitos sin debido proceso<br />Eso, me recuerda más a la izquierda de castro y chavez q a esta “nueva” q ud menciona.<br />OP<br />Cito a Bolívar Echeverría: el socialismo es una meta histórica y pa eso estamos colectivamente hasta oponiéndonos<br />Soy crítico adentro, asumo las consecuencias de ello y no dejo de creer en un proyecto de izq real, no imaginario<br />Nuestra izq debe hacer la revol no solo con el gob sino en todo: nuestro déficit ha sido no ser más de izq revol<br />Sobre la gestión, cargos y de+ no aplaudiré nada y pediré + ética + eficiencia y + consecuencia, no lo dude nunca<br />La izq de Ecuador es muestra d q puede crear nuevos paradigmas pa q aprendan chávez y castro, somos otra cosa<br />CAV<br />Creo q son otra cosa a Chavez y Castro xq RC es MUCHO + astuto y preparado q ambos. Pero EL los admira!<br />Ud asume q EC es socialista. No lo es. Hoy eligen a RC x sus virtudes. Mañana lo harán con uno d la otra orilla<br />Lo que cabe fortalecer por lo tanto no es el socialismo sino la democracia<br />La democracia es el escenario para q un país evolucione y no se estanque en dogmas<br />Por ejemplo: esto es un ejercicio democrático. Esto, ya casi no ocurre fuera d la web. Y el Estado no lo impulsa, lo elimina<br />Esto permite q otros se nutran, saquen sus conlusiones, asuman posturas, siempre sobre la base del diálogo, no d la imposición<br />Eso no está pasando en EC. Y no nos acercamos, sino q nos alejamos d una cultura democrática<br />RC es tan hábil q logró en 4 años lo q Chavez en 12: Poder total. Y con el aplauso d la tribuna. Pero democrático, no es<br />OP<br />Da pena es tener una oposición carente de ideas y no construir esa cultura democrática q planteas, eso es triste<br />Correa es el líder de un proceso en el que militan los pobres y los convencidos del cambio, no de fantasmas<br />Con esto me despido del #twitduelo: la Revolución q necesitamos la vamos a hacer contigo también Andrés, seamos bienvenidos<br />CAV<br />Velsaco Ibarra necesitaba un balcón para ser líder. RC unos 200 millones en publicidad.<br />Valió la pena el ejercicio. twitter no es la plataforma ideal para esto, pero bue… un abrazo.Orlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-64205862976669309082011-01-19T18:12:00.001-08:002011-01-19T18:12:39.386-08:00TwitteandoEl fenómeno twitter no tiene más de dos años y consigue lo que ningún acción política planificada o proyectada desde hace décadas: enlazar/conectar/poner a dialogar a defensores y opositores, mandatarios y mandantes, divos y fans, creyentes y descreídos, bromistas y serios, mujeres y hombres, viejos y jóvenes. Como en el Arca de Noé ahí cabe toda la “fauna humana”. ¿Es un espacio democrático? Sí, claro. <br />Sin embargo, este fenómeno se asume como tal en la medida que también genera ciertas ficciones o fantasías de sus usuarios, como aquella de los partidarios de la revocatoria del mandato al presidente Rafael Correa, cuando imaginan que twitteando hacen una efectiva acción política en un país donde el 75% de la población no está conectada a la Internet y qué decir de realizar activismo política vía Twitter. No niego que es una herramienta importante, sobre todo de influencia y agitación. La ficción está en creer que alrededor de eso gira el mundo y con los twits se “toma conciencia y suma votos”.<br />Igualmente hay otra ficción que ratifica una tendencia ya en el mundo: creer que uno se informa y está al tanto del “acontecer mundial” a través de titulares o mensajes que no pasan de 140 caracteres, lo que antes habríamos llamado 140 letras con espacios. Así, algunos ex periodistas y ahora activistas políticos (y no sólo pienso en Carlos Vera, como se supondría) generan diariamente “informaciones”, “noticias” y hasta “primicias” por medio del twitter y hasta creen que su cuenta personal ya es de sí un medio de comunicación. Y por eso provocan escenarios mediáticos, casi instantáneos, para posicionar lo que ellos desean y no lo que la realidad revela. Por ejemplo: el periodista Carlos Jijón dio por hecho que el Movimiento País si iba a tomar la dirección de Barcelona Sporting Club, cuando en uno de sus twitts afirmó que con Rolando Panchana el Gobierno repetía las experiencias del PRE y del PSC con ese club deportivo. Hasta la presente fecha no hay una sola nota de rectificación, si es que se considera la ética y el derecho a la rectificación cuando un “medio” se equivoca o comete un error. <br />Y no dejo de reconocer que por el twitter se puede y debe hacer activismo político. A mí por lo menos no me es ajeno, pero no caigo en la ilusión que por eso ya tengo montado mi escenario político como muchos creen que ocurrió con el presidente estadounidense Barak Obama y por tanto quieren repetir esa supuesta experiencia exitosa. Obama no sólo que ya estaba en el imaginario de los ‘gringos’, sino que todas las redes sociales habían participado de la idea de posicionar en la Casa Blanca a un afroamericano, sin desconocer todo el entramado social, político y económico que dio como resultado electoral el que todos conocemos. <br />La maravilla de la tecnología es que genera ilusiones que luego son incorporados a la realidad cuando tienen sentido y funcionan para la gente común y corriente, pero también que bien usada rinde frutos económicos y culturales que los twitteros de la oposición a este gobierno no alcanza a dimensionar aún pues están perdidos en la ficción de su propia debilidad política.Orlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-35830209874874955772009-10-31T17:15:00.000-07:002009-10-31T17:16:14.094-07:00El miedo ausenteUna amiga escritora ha dicho: “Por fin están rompiéndose todos los huevos de serpiente que por décadas han anidado en nuestro país: en los medios, en los partidos políticos y en todas partes”. Muy cierto: estas épocas son para descubrir cómo ahora otros tienen miedo, porque nosotros ya lo perdimos, salimos a hablar y a decir las cosas desde la memoria más sentida, con la piel encendida y la mirada brillante. También sintiendo las cicatrices en su intensidad y pedagogía. Ellos tienen miedo, mucho miedo, quizá a las verdades que solo ellos ocultan. ¿Saldrán a hablar esos policías y militares que recibieron órdenes perversas?<br /><br />Eso sí: también tenemos muchas razones para llorar y llorar en público, porque las lágrimas son sanadoras. Ojalá lloremos todos. Y lloraremos con dolor y rabia cuando se revele el Informe de la Comisión de la Verdad. Lloraremos cuando sepamos quién ordenó disparar, desaparecer, torturar y doler a centenas de seres humanos que soñaron a tiempo, puntuales. Otros llegaron tarde. Es que el sentido común de esa época y de ahora sigue siendo soñar, porque como dice la canción de Luis Mejía Godoy: “Mi venganza personal será decirte buenos días sin mendigos en la calle”.<br /><br />Claro, hubo un tiempo en que nos bloqueamos, por miedo y por falta de luz. Algún momento nos bloqueamos, la sociedad se bloqueó e imaginó que estaba bien soportar o esperar. Incluso algunos optamos por otros oficios y también esperamos la hora más clara para construir cada victoria democrática, para imaginar y proponer las reglas del nuevo futuro. Y ahora estamos ahí, pensando cómo hacer más nuestro ese futuro y compartirlo con todos para que sea propio y bastante parecido a nuestros sueños y a los de la Sara y la Amanda. Estamos alegres por recibir de los viejos sus bendiciones por la tarea cumplida, aunque nos pidan seguir adelante porque los revolucionarios no se jubilan nunca.<br /><br />Lástima que otros no sintonicen la nueva era y la época que empieza a crearse. Por ejemplo quien rayó el editorial del diario El Universo, del sábado pasado, pidiendo cadena perpetua, destierro y anular mi libertad de expresión. ¿Escribió para hacer la venia a los perseguidores con inmunidad? O aquel socialcristiano que dice que el mejor guerrillero es el que está muerto. Y también aquellos que regalan bienestar con limosnas e imparten justicia solo con castigos y desquites. Ellos son lo que ahora tienen miedo y amenazan. Y el miedo les impide reconocer y apuntar al verdadero autor de sus propias angustias.<br /><br />Ahora, por estos nuevos tiempos y futuras eras, es que puedo entender la enorme solidaridad que cae del cielo, se eleva desde la tierra y me baña como el agua. Gracias, millón gracias, a las decenas de mensajes vía celular, facebook, correo electrónico, llamadas telefónicas y saludos en la calle cargados de una solidaridad solo comparada con la que recibía en la cárcel y en las redacciones de los periódicos cuando sabían que cierta amenaza me rondaba. No hay palabras para expresar todo lo que han provocado esos mensajes. Sólo queda decir con un tierno y rebelde Gracias de todo corazón por la fe puesta y por la responsabilidad compartida.Orlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-25150003387390290782009-09-16T13:57:00.000-07:002009-09-16T13:58:52.646-07:00¿Estado laico?Poner la primera piedra para la construcción (costosa) de una iglesia en un recinto militar, con la presencia y bendición de las autoridades castrenses y civiles, parecería un acto normal, ordinario y hasta rutinario. Por eso forma parte de la agenda pública: se mandan tarjetas de invitación, autoridades van, otras se excusan, los medios llegan, hacen su cobertura y se van. Como de por medio no hay mucho que pensar no es motivo de entrevistas ni editoriales de los sesudos opositores. ¿Será que reflexionan un ratico más allá de sus odios y para ser verdaderamente críticos no ven donde más neuronas hay que usar? <br />Luego hay discursos, los curitas se muestran adustos y formales. Hay brindis. Todo queda ahí y la imagen simbólica genera el mensaje: “Aquí no ha pasado nada”. Pero sí, ha pasado algo trascendental: se reafirma la tradición, se ofende a la Constitución (¿se la viola?), se retrasa la historia. O mejor dicho: ¿no avanza la historia?<br />Y bueno… La semana pasada se puso la primera piedra para construir un templo católico en Parcayacu. ¿Y por qué no uno mormón, evangélico, shamánico, budista, judío, hinduista, etc.? ¿Los miembros de la Fuerza Pública son y deben ser solo católicos? ¿Es un requisito para vestir el uniforme bautizarse y comulgar con el Vaticano? Y también por qué no se destina una cuota del presupuesto o la misma cantidad que se utilizará para esa iglesia en actividades ateas para que los ateos tengan opción de ‘rezar’ sus doctrinas.<br />La definición más básica y generalizada de laico es ser independiente de cualquier organización o confesión religiosa. Y el Ecuador desde 1906 se definió como un Estado Laico. Y la actual Constitución señala: “El Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y LAICO”. O sea, las entidades públicas y sus representantes están obligados a respetar y hacer respetar la norma constitucional. Y por lo mismo no pueden discriminar. La norma es para todos y eso implica que no se puede destinar recursos públicos para una organización religiosa y mucho menos que en los espacios públicos se construyan templos de una u otra religión. No se pueden inaugurar actos públicos con ritos religiosos, pero en algunas partes la tradición ordena y ni siquiera se duda de su legitimidad.<br />El desarrollo de la democracia, en un Estado Laico, genera el respeto a las diversas opciones culturales, religiosas, sexuales, filosóficas y políticas para que tengan plena vigencia porque el Estado no se afilia con ninguna de ellas y, al contrario, permite que se desarrollen dentro del marco de la ley y por ende todos y todas tengan la libertad absoluta de ejercerlas, sin pedir permiso a nadie y mucho menos, eso sí, mucho menos a costa o beneficio de otras.<br />¿De qué parte del presupuesto sale la plata para construir esa iglesia en ese recinto militar? ¿Y cuando lo terminen obligarán a los soldados que no son católicos a ir a los ritos religiosos por disposición militar? ¿Caso contrario? ¿Cien mil patitos o dos mil flexiones de pecho? ¿Podrán ascender a generales quienes no vayan a misa?Orlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-24185901542505870642009-09-04T16:08:00.000-07:002009-09-04T16:09:20.026-07:00Pobre prensaLa Cumbre de la UNASUR reveló a cada uno de los actores, en sus potencialidades, capacidades, defectos y sobre todo en su rol de estadistas y líderes. Y, sin duda alguna, también desnudó la capacidad, talento y visión de los medios de prensa del continente. ¿Los de Ecuador? En general, pésimos y tendenciosos, para variar.<br /><br />La revista colombiana Semana (para nada correísta, todo lo contrario) dice: “La medalla de oro en términos de oratoria se la llevó Rafael Correa, que con verdades, medias verdades y exageraciones refutó prácticamente todos los argumentos de Uribe. Los puntos centrales de su intervención fueron que la lucha contra Estados Unidos es un fracaso y ellos son las víctimas y no los victimarios del fenómeno de la violencia en Colombia. Algunos de estos elementos no eran nuevos, pero el Presidente ecuatoriano estaba inspirado, su discurso estuvo lleno de frases efectistas, a tal punto que logró el único aplauso de toda la reunión cuando mencionó que gracias a bases militares extranjeras se pudo llevar a cabo el ataque británico contra las Malvinas en una invasión que todo el continente repudió menos Estados Unidos, el Chile de Pinochet y Colombia”. Y si uno revisara lo que dijo la prensa del Ecuador y solo se sujetara a esas versiones, pensaríamos que la revista Semana está desquiciada.<br /><br />Lo cierto es que la prensa nacional no solo debe revisar sus procedimientos, sino mirarse casa adentro con la mayor autocrítica para definir qué rol quiere jugar en la democracia, si sus versiones son las que desean leer sus editores y dueños o es la que los lectores merecen recibir para tomar decisiones reflexivas y responsables. La Defensora del Lector, de diario HOY, Ana Karina López, el domingo pasado, le dijo a ese periódico lo que hace mucho tiempo no lo decían quienes ejercieron ese cargo, a propósito de lo mal que enfocan sus notas los reporteros, con la venia de editores y jefes: “El radar apunta a que los periódicos no anteponen los intereses de sus lectores: su entorno, su economía, su vida diaria, por eso el periódico se ha vuelto un bien prescindible”. Y si ella revisara lo que dijo ese diario y los demás sobre la Cumbre de la UNASUR, podría llegar a conclusiones más graves todavía.<br /><br />Más allá de los afectos o desafectos en la prensa hay una responsabilidad con las audiencias y son los lectores los que deben sacar sus conclusiones. Sin embargo, ni los enviados especiales, ni los editores, editorialistas, analistas y hasta entrevistadores de las mañanas, en nuestro país, han podido eliminar de su aliento todo el odio anticorreísta que les corroe. Y no se trata de defender a Rafael Correa, pues hubo ciertas fallas en su discurso y en la estrategia frente a los demás mandatarios.<br /><br />La conclusión general de los medios estadounidenses y de los críticos de la izquierda fue que ninguno de los presidentes, en la Cumbre de UNASUR, aplaudieron ni avalaron que Colombia preste su territorio para las fuerzas militares de EE.UU. La propia prensa colombiana tuvo que reconocer que Uribe está aislado en la región, por más que lo ubiquen junto a García o Bachelet. ¿Y nuestra prensa? ¡Ahí nomás!Orlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-48299792309078159352009-08-26T14:41:00.000-07:002009-08-26T14:42:16.001-07:00¿Déficit de ciudadanía?Claro que sí. Enorme déficit de ciudadanía. El Ecuador no tiene ni vive una ciudadanía plena. Todo lo contrario: el clientelismo forma parte de la actividad política, el verticalismo todavía persiste hasta en la vida familiar, los críticos y francotiradores siguen apuntando desde las alturas y cuando se comprometen con algo de participación y ciudadanía quieren salir ilesos, sanitos, casi vírgenes. ¿Pero no es esta Constitución la que promueve la participación activa de los ciudadanos en las decisiones del Estado y en la vida política? Sí, pero no depende de un texto, ni se puede hacer por decreto u orden presidencial. ¿O esperamos que se ordene, canalice o garantice vía oficial? Imposible.<br />La ciudadanía, para arrancar, depende de los actores políticos: movimientos, partidos, organizaciones sociales, comités barriales, medios de comunicación, etc. Todos ellos pueden promover la ciudadanía y la participación, pero en la práctica, en este momento, en este país, no hacen absolutamente nada para ello. Los partidos deciden todo a dedo. ¿Sociedad Patriótica no fue quien hizo un simulacro de primarias y nombró a sus candidatos por orden de su coronel? ¿Cómo nombran sus directivas y candidatos los socialcristianos, democratacristianos, socialdemócratas, roldosistas, emepedistas? En esas nominaciones, ¿no prevalecen criterios de rentabilidad (dirigen y se candidatizan los que tienen plata)?<br />Y como no hay verdaderos partidos ni movimientos políticos, ¿qué hacen las organizaciones sociales y hasta los medios de comunicación con la ciudadanía y con la participación? Muy poco o casi nada. Reproducen los vicios de los seudo partidos políticos. Los medios creen hacer participación en los programas llamados comunitarios con presentadores filántropos que no entienden el concepto de comunidad y sólo aspiran a ser concejales o candidatos a alcaldes. ¿Sino qué hace ‘San Bernardo Abad’ en el ‘lindo canal’? Los medios, ya lo he dicho varias veces, son un peligro para la democracia: quieren reemplazar a las instituciones y se encargan de despolitizar la participación. Es más: en sus propias redacciones, con sus lectores y audiencias, con sus voceadores y periodistas no son participativos ni dejan que puedan influir en sus líneas editoriales. Todo lo contrario: reproducen las prácticas de los pésimos partidos políticos.<br />Por tanto, la ciudadanía que demandan muchos (algunos que luego de ejercer cargos públicos se hacen los locos con su propia gestión y sólo desde afuera creen tener autoridad para criticar) es responsabilidad de todos. Evidentemente, el Estado debe crear las condiciones para una participación efectiva. Sí. Y también debe crear el marco legal para que ella sea lo más amplia y sin condicionamientos de ninguna clase. <br />Para que sea efectiva la ciudadanía hace falta una verdadera politización de los ciudadanos. Eso implica educación, concienciación y verdadera información y comunicación. El Ecuador debe aplicar la Constitución y eso tomará varios años y generaciones. Una cultura ciudadana implica un debate abierto que impida iniciativas populistas y clientelares de poca monta y solo con fines electorales.Orlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-29047978215190480842009-08-09T09:32:00.000-07:002009-08-09T09:33:08.551-07:00LibertariosEl proceso político que vive el Ecuador no es (ni tiene por qué ser) el de la ‘contemporaneidad ideal’ impuesta por la globalización hegemónica, como quieren los voceros de la derecha que lo califican de retrógrado y ‘sesentero’. Esos universos de eficiencia, efectividad y velocidad, fluyendo por las grandes avenidas del ciberespacio y las tecnologías de la información, generando capitales virtuales al ritmo de una maquiladora en Taiwan, apenas existen en el imaginario colonizado de los nuevos ‘Chicago Boys’. Leyéndolos solo siento que no pueden con la realidad (o realidades) del país en el que les tocó nacer, que no se parece y nunca se parecerá a Nueva York, como tampoco se parecía, en 1809, a París, para pesar de las élites de la Independencia que tampoco comprendieron la complejidad de las sociedades en las que fundaban repúblicas ‘a la europea’. Nuestra temporalidad nunca encajó en los ‘tiempos modernos’ del occidente hegemónico, marcados por la idea de ‘progreso’ lineal, la moda, las tecnologías y el culto a ‘lo nuevo’. Eso lo comprendió bien (hablando de América Latina) Octavio Paz, un incomprendido de los dogmáticos de izquierda y de derecha. No cabe, 200 años después, seguir apelando a modelos coloniales, que no se ajustan a la complejidad de nuestras sociedades, más aún cuando ese modelo (el del neo-liberalismo) sustenta la dominación económica que genera la peor desigualdad mundial de toda la historia.<br />Si algún símbolo real adquiere este 10 de agosto es inaugurar (ese es el deseo) una nueva etapa en lo político pero, sobre todo, en lo cultural y lo simbólico: la de una sociedad capaz de confrontar (de tú a tú) al pensamiento colonial. Una sociedad que se asume soberana, para iniciar una era de cambios democráticos con herramientas democráticas. En Latinoamérica podemos pensar, de modo poético tal vez, que si hoy se alinearon las estrellas, este momento no solo es una casualidad. Hay una causalidad que deviene de unos tiempos y unas demandas históricas que confluyen en esta etapa. Los medios, también, tendrían que ser capaces de descifrar este momento en toda su profundidad y no quedarse en la comparación de la realidad con los mundos ideales de la moda y los modos de vivir y convivir que se imponen globalmente, vía publicidad y banalidad. Es más, en Europa y EE.UU., esos modos de vida son duramente cuestionados por las mentes más lúcidas. Por eso, el mayor reto de Rafael Correa es entender la complejidad de la contemporaneidad ecuatoriana para darle sustento a su discurso y su accionar político, y liderar este proyecto colectivo que ha trazado su propia ruta en la dimensión del Sumak Kawsay, lo esencial de la nueva Constitución. No se trata de superar metas macroeconómicas. Correa está obligado al diálogo abierto con las nuevas generaciones y con las voces vivas de la ancestralidad. En un proceso como éste, nuestra opción es ser libertarios. Y eso significa: ruptura radical con las estructuras de la dominación hegemónica y con la inercia de las prácticas corruptas. La revolución (con más ciudadanía) es un proceso permanente de renovación y crítica, que no admite incondicionalidades.Orlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-35504803942482020272009-08-06T21:55:00.000-07:002009-08-06T21:56:01.606-07:00Filtros y filtradosNo hay duda que hay un aparato, cabeza, organización, institución o ‘voluntarios’ con una mentalidad perversa para forjar una situación adversa al proceso político, autónomo y auténtico, del Ecuador, con base en las filtraciones, gota a gota, de información, documentos y supuestas pistas para forjar una sola hipótesis: las FARC son aliadas de la Revolución Ciudadana. En otras palabras: ¿son lo mismo y por tanto ninguna de las dos merecen estar en la realidad y hay que anularlas, desaparecerlas, aniquilarlas?<br />Incluso, en el ‘mundillo’ periodístico y de los infiltrados, espías, agentes, ex miembros de inteligencia era ‘vox populi’, hace seis meses, que ‘alguien’ vendía los diarios de Reyes. Unos decían que en un millón, otros que en cien mil dólares. A la vez que desde Colombia se demandaba información a la Fiscalía ecuatoriana y ésta enviaba todo, mientras desde Bogotá no se envía hasta ahora un solo documento para nutrir el proceso sobre Angostura. ¿O nuestra Fiscalía es muy gentil y generosa o la de Colombia trabaja para obstaculizar toda investigación (y por ende castigo) sobre la violación a la soberanía nacional en Angostura?<br />¿Y qué decir de los ex agentes de inteligencia y esos dobles agentes que aparecen por todas partes? La Comisión de la Verdad tiene suficiente documentación sobre lo que hicieron algunos supuestos subversivos en la época de LFC (vender información) y cómo actuaban las inteligencias de la Policía y FFAA. ¿Eso habrá cambiado ahora? ¿Los oficiales Mario Pazmiño y Manuel Silva son de una mentalidad al servicio de una revolución socialista o son de aquella formada en los Estados Unidos en la Doctrina de la Seguridad Nacional que husmeaba todo y aniquilaba todo brote de subversión, con base en la tortura, la prisión y el ajusticiamiento? ¿No es suficiente para entender qué está pasando todo el espacio que reciben esos dos ex oficiales en los medios de comunicación filtrando información (o sea documentos que ellos poseen cuando ya no están en el servicio activo) de carácter reservado, haciendo uso de ella como patrimonio personal? ¿No basta ver cómo los aborda y trata ese entrevistador del ‘lindo canal’ para saber que no hay nada inocente en el uno ni en el otro cuando ‘analizan’ la situación del país?<br />Lo cierto es que esto de filtros, filtrados y todo lo que compete al mundo del espionaje solo revela la situación que vivimos: una alta polarización ideológica, como en lo mejores tiempos de la guerra fría. Por eso, para unos la realidad es verde, para otros roja, aunque tengan los mismos datos, en el mismo escenario y con los mismos personajes. Y eso no es malo de por sí. Lo grave es que de un lado hay una actitud antidemocrática al no aceptar la voluntad popular ratificada en siete elecciones consecutivas. Aquí ni hubo lucha armada, ni asalto al poder y mucho menos derrocamientos ilegales. Todo lo contrario. Pero a esos sectores (de derecha y de espionaje al estilo gringo) no les agrada y hacen todo para neutralizar o aniquilar este proceso, para lo cual se valen de abogados, editorialistas, periodistas, jefes de redacción, entrevistadores, analistas y ex oficiales.Orlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-89509034781444453832009-07-27T10:15:00.000-07:002009-07-27T10:17:08.922-07:00Que los viejos no estudienVarios estudiantes del Primer Programa de Doctorado en Salud Colectiva, Ambiente y Sociedad, de la Universidad Andina “Simón Bolívar”, le escriben al presidente de la Corte Constitucional para manifestarle que la convocatoria de becas de la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología comete dos inconstitucionalidades: atenta contra los derechos de los ecuatorianos por ser discriminatorios al poner límites de edad para la aplicación de becas: 40 años para Maestría, 45 para Doctorado y 50 para Postdoctorado; y viola sus derechos por ser discriminatorios con los ecuatorianos que quieran estudiar dentro del país, al señalar que las becas serán exclusivamente para estudios en el exterior.<br />Para ello se apoyan en el Artículo 11 de la Constitución vigente que dice: “Nadie podrá ser discriminado por razones de etnia, lugar de nacimiento, edad, etc.”. Y también en los artículos 85 y 341, donde se destaca que si se vulneran derechos las instituciones deben adoptar medidas alternativas y también que el Régimen del Buen Vivir “generará las condiciones para la protección integral de sus habitantes a lo largo de sus vidas, que aseguren los derechos y principios reconocidos en la Constitución, en particular la igualdad en la diversidad y la no discriminación, y priorizará su acción hacia aquellos grupos que requieran consideración especial por la persistencia de desigualdades, exclusión, discriminación o violencia, o en virtud de su condición etaria, de salud o de discapacidad”.<br />Al leer esto saltan a la vista dos cosas también: cuánto cambió este país en cuestión de garantías ciudadanas con la nueva Constitución y qué difícil cambiar la mentalidad de alguna gente. Solo por reflexionar: quienes tenemos más de 40 años y mucho más quienes tienen más de 50 años, hace 20 no teníamos las opciones de estudiar que ahora tienen los de más de 20. En otras partes del mundo es ‘normal’ ver a ‘viejitos’ estudiando pasados los 60. Mucho más cuando a cierta edad ya no se tienen los recursos para ir a una universidad y las becas, se supone, son un estímulo para el desarrollo académico.<br />No se puede seguir pensando que solo en el exterior se aprende mejor. Cierto que en determinados campos hay mayor desarrollo, pero por suerte en este país, como lo reconocen algunos extranjeros, hay académicos de calidad y por eso latinoamericanos, ‘gringos’ y europeos vienen a prepararse. Un síntoma de eso que llaman ‘subdesarrollo’ es pensar que lo de afuera es lo único bueno. Y con esa idea se imitan centros comerciales, malecones y hasta instituciones pensando que si ‘copiamos bien’ vamos a dejar el ‘subdesarrollo’.<br />Para ciertos funcionarios, la Constitución sigue siendo papel mojado, no la leyeron antes de votar SI. O por encima de los derechos están sus particulares consideraciones ‘técnicas’ o burocráticas.<br /> El Ecuador requiere de personas adultas tan o más preparadas que las nuevas generaciones porque muchas cosas que ahora se aprenden no estuvieron hace cinco años apenas. Todo país demanda que sus adultos mayores sean sabios capacitándose siempre para ser ciudadanos a plenitud y no usuarios de ancianatos.Orlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-22686308716329259152009-07-24T10:14:00.001-07:002009-07-24T10:14:49.783-07:00Indios y afros, ¿out?Por los datos, fríos y ratificados, en la próxima Asamblea Nacional habrá cuatro curules para representantes indígenas y cero para afroecuatorianos. Sin mencionar lo que ocurre en concejalías y alcaldías. Y esto da para pensar varias cosas. <br />La primera que se me ocurre es que el racismo no ha reducido su incidencia en la acción electoral, porque en la sociedad misma impera en todas sus expresiones. ¿O no fue suficiente muestra lo que hicieron con el seleccionado del Ecuador, el futbolista Felipe Caicedo, en ese restaurante guayaquileño? Sin embargo, sería demasiado simple y aventurado cargar el peso del racismo en la reducida representación política pues para verificarlo habría que hacer una investigación de fondo con una muestra grande y polarizada de los votantes. De todos modos, sí creo que hay racismo en algunos movimientos que ponen en lugares secundarios de las listas a representantes afros o indios de modo que por más campaña que se haga, nunca llegarán a ocupar los primeros puestos. Y eso es digno de otros análisis y estudios. <br />Lo que se me ocurre pensar es que hay un deterioro de la tarea esencialmente política de las organizaciones indígenas y negras del Ecuador. En los dos casos se observan unas divisiones enormes, unas disputas internas insospechadas, una carencia de cuadros representativos y líderes que no han logrado ‘cautivar’ al electorado. Una prueba de ello es la intensa y a ratos virulenta disputa por la alcaldía de Cotacachi. Y si a eso se suma una carencia de propuestas reales y efectivas para sus propios electorados, el resultado está a la vista. Incluso, añadiría que en algunas zonas, como la Amazonía y en la Sierra Central, las alianzas con aquellos sectores opositores a Rafael Correa les perjudicó porque perdieron credibilidad. Todo en perjuicio de todas las poblaciones más pobres y deprimidas del país, más en el caso de los negros y negras.<br />Lo cierto es que los movimientos indígena y afroecuatoriano entraron en un momento particular de sus historias internas y hacia el resto de la sociedad. En algunos casos cayeron en los mismos vicios y errores de los mestizos, trasladando sus prácticas más cuestionadas a las de un sector que aparecía como una expresión de renovación y cambio. Es tan así que las llamadas bases de los movimientos mencionados les dan el voto a representantes mestizos y de derecha que jamás habrán pensado en reivindicar sus derechos conquistados y plasmados en la nueva Constitución. ¿Entonces? Ni siquiera han podido ofrecer una práctica y un discurso político que eleve el debate y garantice la respuesta efectiva a las enormes demandas étnicas.<br />Y no quiero pensar con esto que por no tener representación en la próxima Asamblea no tendrán una expresión política real y garantía de profundizar sus reivindicaciones. Todo lo contrario: ojalá con esto su actuación política adquiera otras formas de lucha, pues más allá de lo conquistado en la Constitución y algunas leyes queda mucho por hacer en el campo de la educación, la cultura y la misma política. ¿O acaso por tener un ministro negro en Cultura o india en la Comunicación las cosas cambiaron radicalmente?Orlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-51713920009827097062009-07-21T08:22:00.000-07:002009-07-21T08:23:14.449-07:00Fiestas julianasLa fiesta, por encima de sus convocatorias históricas e institucionales, tiene un componente cultural insospechado: recuerda, conmemora y también proyecta. O sea: las fiestas de aniversario por lo general apuntan hacia el futuro antes que al pasado. Claro, porque con los pies en la memoria y en la celebración fijan el presente como un hecho histórico del próximo futuro. <br />Y parece que en la municipalidad guayaquileña eso no se entiende o, quisiera creer, no se ha puesto a pensar en lo significativo que es celebrar de un modo o de otro. Olvida por ejemplo que lo guayaquileño se sigue transformando, no es una identidad estática ni devenida desde el pasado lejano. Al contrario: ese guayaquileñismo del que le oigo hablar al acalde (como él se autoasume como referencialidad de la identidad cultural de su ciudad) no corresponde a una visión histórica integral y mucho menos a una proyección futura de lo que esa ciudad es y se va haciendo. Él habla desde las élites y refiere a los demás como un solo cuerpo social sin ninguna contradicción, bajo una sola bandera y dentro de un mismo marco ideológico.<br />Cuando esas élites guayaquileñas celebran las fiestas julianas están imponiendo un modo de ver la historia y otro de construir el futuro. ¿No es eso acaso una forma de totalitarismo que se filtra por esos discursos unificadores, autonomistas, anticentralistas? Y tienen todo el derecho de querer imponer su visión y hasta su exclusión cultural, pero no deben desconocer que la construcción de la ciudad, como de los espacios públicos, requiere de participación y presencia de todos y todas. ¿No está dejando a un lado, en la construcción del guayaquileñismo (si existiere como categoría) a ese enorme componente indígena que hace la ciudad presente? ¿No es relegada de esa construcción la comunidad asiática con ya una larga presencia en el comercio y en la vida cotidiana (otra forma de entender la cultura)?<br />Uno revisa el programa de fiestas municipales y advierte de inmediato que ganar una elección no va más allá de una aspiración de poder y no una concepción cultural, histórica, social y hasta económica del presente que les toca administrar y potenciar en todas sus dimensiones, que debe manifestarse en coyunturas como las de estas fiestas. Y esa aspiración (legítima) de poder no se concreta más que en la reproducción (sospecho que insensata) de lo que ni siquiera ya corresponde a una identidad local, sino a una copia de una metrópoli con la cual no nos enlazan ninguna identidad cultural, por más que lo disfracen de azul y blanco, por más que se coloquen ciertos héroes locales, que más huele a mascarada.<br />No estaría mal escuchar de las autoridades locales, municipales y gubernamentales, en estas fiestas, cómo imaginan la ciudad del futuro inmediato y de cómo quieren heredar a las próximas generaciones una impronta identitaria desde este presente complejo. Sería bueno invitarnos a pensar en la gestación de unos imaginarios potentes para invitarnos a ser habitantes de una urbe que se ‘regenera’ en todos sus espacios y vivencias, en las relaciones sociales y en las construcciones culturales incesantes.Orlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-82212519923880945192009-07-16T05:44:00.000-07:002009-07-16T05:48:24.789-07:00Chávez hasta en la sopaHay ciertas fijaciones que revelan complejos, traumas o simplemente posturas políticas que se entienden pero no se justifican. Por ejemplo: hay una persistente fijación de algunos analistas, entrevistadores y sujetos políticos en la figura de Hugo Chávez Frías. No hay entrevista, comentario y supuesto análisis que no lo mencione como el gestor de la Revolución Ciudadana ecuatoriana. Y todo eso, así categóricamente, no solo que es una mentira enorme sino que nos subestima, nos insulta como ciudadanos y actores sociales, en general.<br />Por mencionar algo: la propuesta de la Asamblea Constituyente nació, en este, nuestro país, en 1990, con el levantamiento indígena y ha sido bandera de todos los movimientos sociales en estos casi 20 años. Fue también la propuesta tras las caídas de los tres presidentes defenestrados. Y cada uno de los postulados que trae la nueva Constitución han sido demandas de los actores sociales en los últimos 30 años, pocos de los cuales fueron recogidos en la del 98, por eso su ineficiencia e intrascendencia política.<br />En el campo de la prensa, hay medios que entrevistan a los opositores a Chávez para llenarse de razones en su oposición a Rafael Correa, igualito que hacen los ‘cuadros’ de Sociedad Patriótica al ir a Colombia para hablar con los abogados y coidearios de Álvaro Uribe. Y más: creen que la libertad de expresión está en riesgo porque se copia lo que ha hecho Chávez. Solo quedaría por comparar las legislaciones de los dos países para mirar cuánto ‘influye’ en cada país lo que hace el otro.<br />¿Y quién dice algo cuando prominentes organizaciones y personalidades traen a los ‘capos’ del neoliberalismo a salones y conferencias para ‘aconsejarnos’ lo que hay que hacer aquí? Viene Álvaro Vargas Llosa y entusiasma a unos cuantos, recogen sus postulados y se convierten en tesis de editoriales y entrevistas. ¿Y?<br />Lo digo abiertamente: no me cuadra del todo Hugo Chávez, creo que tiene unas limitaciones políticas e intelectuales enormes, que no convocan a un reconocimiento político reflexivo. No dudo que su capacidad política le tiene donde está, pero eso es una responsabilidad de los venezolanos y sólo a ellos les corresponde explicarse y entenderse. Sin embargo, ¿Chávez no es producto de una clase política demócrata cristiana y socialdemócrata corrupta, incapaz, mediocre, abusiva? ¿No es esa clase la que ahora ‘lucha’ por las libertades de los venezolanos?<br />En Ecuador hay suficiente capacidad y creatividad política como para no someter nuestros cerebros a una copia de un proyecto a la ‘venezolana’. Pruebas al canto: una Constitución hecha con la gente de acá, con millón problemas, pero a nuestra medida y sin asesoramiento alguno (aunque digan que hubo españoles, solo falta preguntarles a ellos qué pusieron, qué quitaron, cuánto aportaron y dónde está su huella). En este país hay un movimiento social que jalonó todo el proceso, una diversidad cultural y étnica que se expresa y unos medios de comunicación que no se doblegarán ni frente a la empresa privada, ni a ningún gobierno, pero que no necesariamente son los que dicen abanderar la causa de la libertad de expresión y menos la de prensa.Orlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-69117666552637823232009-07-13T05:18:00.001-07:002009-07-13T05:23:50.207-07:00Ya no iremos al infierno<div style="text-align: justify;">Por muchas manos circula el Decreto N.° 1780 del 12 de junio de 2009, por el cual las misiones católicas de capuchinos en Aguarico, josefinos en Napo, dominicanos en Puyo, salesianos en Méndez, combonianos en Esmeraldas, carmelitas en Sucumbíos y franciscanos en Zamora y Galápagos adquieren unos ‘privilegios’ y unas potestades que de extenderse por todo el país volveríamos a ser lo que muchos añoraron por siglos: el Estado fiscomisional para que nuestro lugar en el reino de los cielos esté asegurado y no temamos más nunca por una paila en el quinto infierno.<br />Si nos atenemos a los hechos, el 64% de la población votó a favor de una Constitución que propugna un Estado laico (independiente de toda organización o confesión religiosa). Ese mandato impone una forma de concebir la organización social, incluida la educación. Por eso, ¿este decreto ordena “a trabajar con todo afán en pro del desarrollo, evangelización e incorporación a la vida socio-económica del país, de todos los grupos humanos que habitan o habitaren dentro de la jurisdicción territorial encomendada a su cuidado, exaltando los valores de la nacionalidad ecuatoriana"? Abro y cierro los ojos y no cacho qué mismo pasa en el Ecuador del siglo XXI.<br />De hecho, en las zonas mencionadas hay un enorme componente étnico que no sé por dónde se identificará con “los valores de la nacionalidad ecuatoriana”. Y es de esperar que de aplicarse a pie juntillas, el decreto nos devuelva toda la bondad y respeto que las religiones tuvieron con las comunidades indígenas y negras del continente. Es decir: tendremos en el futuro indios limpios y obedientes, negros pasivos y no gritones, como siempre anhelaron todas las congregaciones y que en 500 años no lo pudieron hacer. ¡Ahora parece más fácil!<br />Según ese decreto el Estado les apoyará en todo, con plata, apertura de caminos, organizando comunas y cooperativas, apoyo de personas naturales y jurídicas, nacionales o extranjeras, para crear emisoras de radio y televisión, hospitales, hogares para la tercera edad, etc. O sea, ¿una gran cruzada en las provincias y zonas de mayor atraso económico?<br />Siempre queda la duda que motiva la discusión entre los revolucionarios de todas las naciones: ¿entre los más dilectos amigos del cambio hay o no una inclinación religiosa que a ratos les confunde con los más acérrimos curuchupas de cualquier época? ¿Debemos suponer que ese generoso apoyo a los educadores religiosos es porque los ateos maestros de la UNE son unos irresponsables que no hacen bien su trabajo? ¿Y por tanto buscamos la solución en los puros, castos, honestos y generosos maestros creyentes? No dudo que muchos lo son, pero…<br />Una educación laica, por principio, profesa y genera valores democráticos. Así lo imaginó Eloy Alfaro y por eso lo mataron. ¡Diablo Alfaro! Y un siglo después, ¿nos hemos dado cuenta que tenían razón aquellos que lo asesinaron? ¿Que no sirvió de nada la Revolución Alfarista y que colegios como el Mejía deben incluir clases de religión para que no sean tan rebeldes y ya por fin sienten cabeza?<br /></div><br />Màs en: http://www.telegrafo.com.ec/opinion/columnista/archive/opinion/columnistas/2009/07/13/Ya-no-iremos-al-infierno.aspxOrlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-77198926504764709682009-07-08T13:46:00.000-07:002009-07-08T13:48:04.749-07:00Círculos rosa<div style="text-align: justify;">El lenguaje machista y homofóbico se usa como herramienta política para desacreditar al rival. ‘Solvencia testicular’ fue creación de LFC para decirle al país que él era bien macho y con ello estaba garantizado su respeto y autoridad frente a los ‘insolventes testiculares’ (homosexuales, cobardes, débiles, flojos, etc.). Con esa frase muchos se regocijaron y hasta hubo un entrevistador que la usó, palabras más palabras menos, para decirle al actual presidente que él sí era bien machito y que Rafael Correa era una ‘hembrita’.<br />¿Por qué no se dice solvencia vaginal? ¿Qué hay en esas mentes para imaginar que los testículos son la figura y el órgano de lo poderoso? ¿Una patada ahí no prueba que son, materialmente, lo más débil de un hombre ‘bien macho’?<br />Y cuando se dice ‘círculo rosa’ ¿a dónde apunta el mensaje? Exclusivamente a descalificar, de modo machista, a los partícipes del círculo, como homosexuales. Con eso, políticamente, se habría logrado una estocada. El mensaje es: esos que rodean al Presidente son maricones, homosexuales, gays, lesbianas. Por tanto no están calificados para aconsejarle, ayudarle, asesorarle, etc. Asimismo, por más pruebas que se presenten, la sonrisa que expresan quienes pronuncian esas frases son las del homofóbico por excelencia que aspira con ello sintonizarse con la mayoría de la población que, aparentemente, sostiene valores en contra de la homosexualidad. O sea una mayoría bien machita, machista, solvente testicular.<br />La forma de ejercer el poder en el Ecuador, durante siglos, ha sido con base en el machismo. Ese poder se ejerce en la cama, en la casa y en la vida pública. Pero al mismo tiempo ese modo de ejercer el poder crea su propia resistencia o rebeldía. Así, quien quiere imponerse descalificando al otro como rosa o insolvente testicular, no solo que exhibe su propia insolvencia para usar un lenguaje que ha ido reconfigurándose porque las prácticas –a pesar de los prejuicios- han dado paso a formas de tolerancia y aceptación de las opciones sexuales de cada uno. Quedan muchos, es cierto, pero son cada día menos los que gozan con esas frases, pues bien puede ocurrir que un hermano, primo, cuñado, hermana, padre, madre o cualquier pariente sea homosexual o lesbiana.<br />Sorprende que las organizaciones GLBTI ante ese tipo de acciones públicas no reaccionen o por lo menos propongan un debate público sobre lo que implica la descalificación por la opción sexual. Igual cuando les suspenden los permisos para usar los espacios públicos y expresar sus opiniones. De hecho, durante la semana del Orgullo Gay ningún entrevistador ‘bien machito’ invitó a su programa a un gay, lesbiana, bisexual, travesti o intersex de este país. Varios datos indican que entre un 5% y un 10% de la población mundial es homosexual. ¿Entonces? ¿No existen y, por eso, no pueden ser entrevistados?<br />Es más rápido hacer un contrato con el Estado, aunque sea con ‘cortinas’ panameñas, que cambiar la mentalidad para reconocer y aceptar al otro, al diferente, al que en cualquier momento nos puede amar por ser del mismo sexo, quizá mucho mejor que lo haría el del otro sexo.<br /><br />Ver más: http://www.telegrafo.com.ec/opinion/columnista/archive/opinion/columnistas/2009/07/08/C_ED00_rculos-rosa.aspx</div>Orlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6525177824781451978.post-19844158833572763782009-07-06T06:20:00.000-07:002009-07-06T07:20:23.047-07:00Jorge Enrique, el sabio<div style="text-align: justify;">Aún conservo dos hojas de papel de su ‘puño y letra’. Le pedí una entrevista y me dijo que los periodistas todo lo tergiversan y por tanto me entregaría por escrito, “exactamente en el tamaño que salga en el periódico”. Aunque ya no hubo grabadora de por medio, al ir a retirar esas dos hojas hablamos del tema de la entrevista y fue intenso el diálogo, a ratos peleadito, porque yo no aceptaba su respaldo a quien en meses después sería presidente y él decía: ¿Por qué no? Si nos volviéramos a ver estaríamos en las posiciones contrarias y podríamos hablar con la misma intensidad, salvo porque en esa ‘discusión’ yo aprendí mucho: su sabiduría estaba plagada de memoria y reflexión, dos cosas que pocos ejercitan en estos tiempos de supuesta intensidad política.<br />Han pasado exactamente 11 años de aquella entrevista y de ese diálogo inolvidable para mí. La entrevista fue por su libro Ecuador: señas particulares. Meses después volvimos a tener un intercambio de palabras, un tanto amargas, pues como era Jorge Enrique Adoum, no aceptaba fácilmente una crítica y la tuve que hacer por un texto, que hasta ahora afirmo que él no lo revisó y salió mal a la imprenta. Luego hablamos solo por teléfono unas dos ocasiones y en una de ellas me dijo: “Querido Orlando te va a tocar vivir lo complejo de hacer una revolución”. Y añadió con un hondo respiro, como si soltara una bocanada de humo de cigarrillo: “Al final de mi vida por fin veo la luz en este horizonte que a ti y a otros les tocará entender”. Ocurrió hace dos años cuando le solicité ir a mi programa de radio, pero no quiso. Le molestaba movilizarse. Me aclaró que de política ya no quería hablar. ¿Y de poesía? “Que lean a los autores de los cuales aprendí”. Con ello dio otra lección que difícil uno olvida.<br />Podríamos no coincidir en muchas cosas, pero era innegable su sabiduría, sensibilidad, lucidez para abordar los temas del ser humano. Innegable también fue su mordaz ironía y contundencia para calificar a sus contradictores y críticos, lo mismo por la pobreza de los argumentos y las poses de los supuestos intelectuales. Muchos jóvenes se le acercaban para pedirle consejo, regalarle un ejemplar de sus poemas o simplemente para firmar uno de sus numerosos libros. Esa tarde de la entrevista me contaba: “Mira: vienen por aquí, me ven y se van. Yo me pregunto si algo se llevan de mi esos jóvenes que ahora aman la poesía, pero luego pueden hacerse empresarios o burócratas”. Dejó correr un silencio seco y acotó “Ahí no sé para qué sirve lo que escribo”. Y como lo dijo en varios textos y entrevistas: “La poesía no sirve para nada, solo para vivir”. Así era, así está en nuestra memoria: exacto, mordaz, cauto y pausado para expresar lo mejor posible, tal como es su poesía y su narrativa poética.<br />Aunque recurra a un lugar común: Jorge Enrique Adoum fue un actor activo del pensamiento del siglo XX, en toda su intensidad. Y en ese pensamiento se expresó su ‘izquierdismo’ que para algunos resultaba añejo. El tiempo le dio la razón: vivimos una época que él también contribuyó a gestarla, al sostener la utopía como un señuelo de ternura y paz.</div>Orlando Pérezhttp://www.blogger.com/profile/07621289287574159476noreply@blogger.com0